Amnistía Internacional publicó el miércoles en La Haya un informe donde acusa a Israel de cometer genocidio contra la población palestina de Gaza. De acuerdo con el texto, la guerra iniciada el 7 de octubre del 2023 ha tenido la “intención específica de destruir físicamente” a los palestinos del enclave. Ello quedó evidenciado, de acuerdo con la denuncia, en el patrón de conducta de los dirigentes israelíes, quienes han hecho declaraciones “deshumanizadoras”, han ordenado la ocupación militar del territorio e implantado un “bloqueo inhumano” que limita el acceso a los alimentos. En respuesta, la Cancillería de Israel calificó el informe de “falso y basado en mentiras”.
El artículo 6 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI) establece que, para que un acto sea calificado como genocidio, se requiere que sea perpetrado con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Al igual que los crímenes contra la humanidad y de guerra, el genocidio no prescribe.
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El 7 de octubre de 2023, comandos islamistas de Hamás atacaron de manera sorpresiva Israel, mataron a más de 1.200 personas y secuestraron a 251, en su mayoría civiles. De ellos, 101 permanecen cautivos en Gaza.
Ese mismo día, Israel le declaró la guerra a Hamás y empezó a atacar e invadir Gaza. Hasta el momento, más de 44.500 palestinos han muerto por los ataques israelíes, el 70 % mujeres y niños, y gran parte del enclave ha sido arrasado por los constantes bombardeos.
Israel también impuso un asedio total a Gaza y cortó el suministro de electricidad, agua y combustible.
Los civiles no fueron protegidos
Amnistía Internacional sostiene que para su informe entrevistó a 212 personas, entre ellas víctimas, testigos palestinos, autoridades gazatíes y personal sanitario. También llevó a cabo trabajo de campo y analizó una amplia variedad de datos visuales y digitales, incluidas imágenes de satélite. Además, analizó declaraciones de altos funcionarios gubernamentales y militares de Israel.
“Israel impuso en Gaza unas condiciones de existencia que generaron una mezcla mortal de desnutrición, hambre y enfermedades y dejaron a la población palestina expuesta a sufrir una muerte lenta y calculada. También sometió a centenares de gazatíes a detención en régimen de incomunicación, tortura y otros malos tratos”, señala una de las conclusiones del informe.
Amnistía Internacional dice que examinó la afirmación de Israel de que, en toda Gaza, su ejército había atacado a Hamás y a otros grupos armados de manera legítima y que la destrucción sin precedentes y la negación de ayuda humanitaria eran el resultado de conductas ilícitas de Hamás y otros grupos armados, como ubicar a combatientes entre la población civil o desviar la ayuda.
Pero la ONG concluye que esas afirmaciones no son creíbles. “La presencia de Hamás cerca o dentro de zonas densamente pobladas no exime a Israel de su obligación de tomar todas las precauciones posibles para no dañar a civiles y de evitar los ataques indiscriminados o desproporcionados”, señala.
Agrega que su investigación determinó que Israel había incumplido de manera reiterada la obligación de no dañar a los civiles y cometido numerosos crímenes para los que no puede haber ninguna justificación basada en las acciones de Hamás.
Asimismo, dice que no encontró elementos que demostraran que el desvío de la ayuda podía explicar las restricciones extremas y deliberadas impuestas por Israel a la entrada de alimentos a Gaza.
En su análisis, Amnistía Internacional indica que Israel estaba actuando de manera irreflexiva o, simplemente, quería eliminar a Hamás y no le importaba si en el proceso tenía que destruir a la población palestina, “lo que sería indicativo de un cruel desprecio por las vidas palestinas, más que de intención genocida”.
Carlos Novoa Shuña
Periodista especializado en temas del Medio Oriente
En comparación con las guerras del pasado, lo que ocurre ahora en Gaza es diferente. En los últimos meses ha habido numerosas matanzas, hechos en los que hubo participación de israelíes de manera directa o indirecta, de fuerzas armadas israelíes, para ser más claros. Siempre es importante separar el tema del Israel como país de las acciones de sus gobiernos, teniendo en cuenta que el actual es un Ejecutivo de ultraderecha, y el hecho de que ellos estén gobernando hace que se tenga este tipo de respuestas en Gaza.
En el pasado hubo grandes matanzas cuando los palestinos han estado en el Líbano, por ejemplo, como la Sabra y Chatila de 1982, que si bien fue cometida por unas milicias falangistas, el ejército israelí, comandado entonces por Ariel Sharon, se hizo de la vista gorda.
Pero no hay semejanza alguna con la dimensión que hay ahora en Gaza, porque es un territorio cercado con más de 2 millones de personas, y todas ellas sufren. No hay una sola persona en la Franja de Gaza que no sufra esta guerra, afecta a todos. Si bien hay más de 44.000 muertos, las consecuencias son prácticamente para toda la población.
En una época como la que vivimos hoy, donde existen las redes sociales y la difusión es inmediata, hay mucha tecnología y conexión a Internet, las cosas que ocurren se dimensionen de otra forma.
En cuanto a las consecuencias legales por las atrocidades cometidas, más allá de lo emitido por la Corte Penal Internacional y las intenciones de resoluciones de Naciones Unidas, no hay nada. Eso hace que no se frene la guerra, que no se impida esta ofensiva contra los palestinos. Hay que separar el tema de Hamás del resto de los palestinos, que son finalmente los que sufren este tipo de atrocidades. No hay consecuencias legales que sean vinculantes o que lleven a inferir que Israel va a cambiar de parecer, más si mantiene el apoyo de Estados Unidos en este tema.
Deshumanización de la población palestina
La ONG examinó 102 declaraciones hechas por autoridades del gobierno de Israel, mandos militares y otras entidades entre el 7 de octubre de 2023 y el 30 de junio de 2024, en las que se “deshumanizaba a la población palestina y se instaba a cometer actos genocidas u otros crímenes o se los justificaba”.
“Este lenguaje solía encontrar eco, incluso entre los soldados sobre el terreno, como pusieron de manifiesto contenidos audiovisuales verificados por la organización que mostraban a soldados haciendo llamamientos a ‘borrar’ Gaza o hacerla inhabitable y celebrando la destrucción de viviendas, mezquitas, escuelas y universidades palestinas”, dice Amnistía Internacional.
También examinó 15 ataques aéreos israelíes efectuados entre el 7 de octubre de 2023 y el 20 de abril de 2024, que mataron al menos a 334 civiles. La organización no encontró elementos que indicaran que alguno de estos ataques estuviera dirigido contra un objetivo militar.
Cita como ejemplo un ataque aéreo del 20 de abril del 2024 que destruyó la casa de la familia palestina Abdelal, ubicada en Rafah, donde murieron tres generaciones de la familia, incluidos 16 niños, mientras dormían.
El informe documenta cómo Israel sometió de manera deliberada a la población de Gaza a condiciones de existencia que tenían por objeto causar con el tiempo su destrucción. Para llegar a esa conclusión cita tres patrones: causar daños y destrucción en infraestructuras vitales y otros bienes indispensables para la supervivencia de la población civil; dictar continuas órdenes de evacuación para someter a desplazamiento forzado a casi toda la población gazatí, y no autorizar y obstaculizar la entrada y la distribución de servicios esenciales como asistencia humanitaria y suministros vitales.
“En el período de nueves meses examinado en este informe, Israel mantuvo un bloqueo ilícito sofocante, ejerció un control estricto del acceso a fuentes de energía, no facilitó un acceso humanitario significativo dentro de Gaza y obstaculizó la importación y la distribución de productos esenciales y ayuda humanitaria, especialmente en las zonas situadas al norte de Wadi Gaza. Debido a ello se agravó la crisis humanitaria ya existente”, sostiene.
“Estas medidas, sumadas a los extensos daños causados a viviendas, hospitales, sistemas de abastecimiento de agua y de saneamiento y terrenos agrícolas gazatíes, así como al desplazamiento forzado masivo, hicieron que el hambre llegara a extremos catastróficos y que las enfermedades se propagaran a un ritmo alarmante”, agrega.
Precisa que las reiteradas órdenes de evacuación obligaron a casi 1,9 millones de personas –el 90% de población gazatí– a desplazarse en condiciones inhumanas a reductos inseguros y cada vez más pequeños.
Consecuencias legales
Amnistía Internacional considera que las órdenes de detención que la Corte Penal Internacional dictó contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad ofrecen verdaderas esperanzas de hacer justicia a las víctimas. Pero pide a la Fiscalía de la CPI que se plantee con urgencia añadir el genocidio a la lista de crímenes que está investigando.
También pide que se libere sin condiciones a todos los rehenes y se haga rendir cuentas a Hamás y los demás grupos armados palestinos responsables de los crímenes cometidos el 7 de octubre del 2023.
Israel: "falso y basado en mentiras"
Israel rechazó el jueves el informe. ”La deplorable y fanática organización Amnistía Internacional ha producido de nuevo un informe fabricado que es enteramente falso y basado en mentiras”, dijo el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Reiteró que Hamás fue quien lanzó una “masacre genocida” el 7 de octubre de 2023 en territorio israelí. “Desde entonces, los ciudadanos israelíes han sufrido ataques diarios desde siete frentes distintos”, alegó, en referencia a las milicias aliadas de Irán que han atacado a Israel durante más de un año en respaldo a los palestinos.
Estados Unidos, el mayor aliado de Israel, dijo que no está de acuerdo con el señalamiento de Amnistía Internacional. El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, afirmó en una rueda de prensa que su país considera infundadas las acusaciones de genocidio.