El sur de la Franja de Gaza es ahora el escenario de una nueva fase de la operación terrestre de Israel. Este martes, el ejército israelí confirmó que lleva adelante operaciones en la ciudad de Jan Yunis, la segunda más grande del enclave palestino que antes de la declaración de guerra del 7 de octubre tenía 460.000 habitantes.
“Estamos ahora en el corazón de Jabaliya, en el corazón de Shejaiya (ambos en el norte de la Gaza) y ahora también en el corazón de Jan Yunis”, dijo el mayor General Yaron Finkelman, jefe del Comando Sur del ejército israelí. Calificó al martes como el “día más intenso desde el inicio de la operación terrestre” en Gaza, el pasado 27 de octubre.
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Los bombardeos en el sur se intensificaron el 1 de diciembre, tras el fin de una tregua de siete días en la que Hamás e Israel intercambiaron rehenes por presos palestinos en cárceles israelíes.
En Jan Yunis se refugian cientos de miles de civiles que se fueron del norte de Gaza desde los primeros días de la guerra, cuando Israel les pidió que se vayan al sur. Ellos se instalaron en refugios improvisados, en escuelas y en tiendas de campaña. Vivían hacinados.
Pero el domingo Israel pidió a los palestinos que abandonen varios sectores de Jan Yunis y que se vayan a Rafah, más al sur y cerca de la frontera con Egipto.
Según la ONU, en las áreas de Jan Yunis que deben ser desalojadas por orden de Israel habitaban unas 117.000 personas antes del conflicto. A ello hay que agregar a los miles de desplazados internos que viven en refugios de Naciones Unidas.
La agencia AFP reportó que los palestinos huyen de Jan Yunis hacia Rafah a pie, en motocicletas o con el equipaje en el techo de su automóvil.
En su última actualización,
la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios aseguró que hay 1,8 millones de desplazados internos en Gaza, de una población de 2,2 millones.
Las bombas “caen cada 10 minutos”, dijo el portavoz de Unicef James Elder.
Agregó que es “imposible” implementar zonas seguras como las que delimitó Israel. Sostuvo que “después de que ayer hubiera unos 200 bombardeos, la única forma de que haya espacios verdaderamente seguros en Gaza es un alto el fuego”.
“Un escenario aún más infernal está a punto de hacerse realidad”, advirtió la coordinadora humanitaria de la ONU para los Territorios Palestinos, la canadiense Lynn Hastings.
“Al menos 60.000 personas adicionales se han visto obligadas a trasladarse a los ya superpoblados refugios”, informó el lunes el director de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini.
Uno de los bombardeos de la madrugada del martes dejó 24 muertos en una escuela de Jan Yunis que albergaba a desplazados, indicó el Ministerio de Salud de Hamás.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) creen que los líderes de Hamás, entre ellos su dirigente en la Franja de Gaza, Yahya Sinwar, y el jefe de su brazo armado, Mohammed Deif, se esconden en Jan Yunis.
¿Cómo es Jan Yunis?
Ubicado a solo dos kilómetros del mar, en el sur de la Franja de Gaza, Jan Yunis es el lugar donde se establecieron inicialmente 35.000 refugiados en 1949, la mayor parte de ellos de Beersheva en el Negev, de acuerdo con la UNRWA. Con el paso de los años la cantidad de refugiados llegó a 68.324 personas. Pero desde el inicio de la guerra otros miles han llegado.
El campo esta divido en 13 zonas, alguna de las cuales está bajo el nivel de mar por lo que sufren inundaciones en invierno, indica la UNRWA.
La mayoría de los refugios son de ladrillo y techo de zinc. No hay ningún sistema de alcantarillado en el campo. El agua es suministrada a través de pozos o del ayuntamiento. La zona zona más occidental, conocida como “Bloque 1″, está cerca del asentamiento judío de Choro Oatif.
Antes del cierre de la Franja de Gaza, en septiembre del 2000, gran parte de los refugiados eran asalariados en Israel, agricultores o pescadores.
Para alcanzar el mar o ir a las granjas en el área Mawasi, los trabajadores deben atravesar el paso fronterizo israelí de Chorro Qatif, dice UNRWA.
Otros refugiados son dueños de pequeñas tiendas y talleres. Hay un mercadillo todos los miércoles.
Desde de septiembre del 2000 hasta antes de la actual guerra del 7 de octubre, la UNRWA contabilizó 752 casas que fueron destruidas por el ejercito de Israel, donde vivían un total de 1.115 familias o 5.990 personas.
La guerra estalló el 7 de octubre tras un ataque de Hamás que dejó más de 1.200 muertos en Israel, la mayoría civiles.
Desde entonces, las fuerzas aéreas, navales y terrestres israelíes han atacado la Franja casi sin cesar, dejando 16.248 muertos, entre ellos 7.112 menores de edad, 42.000 heridos y más de 7.000 desaparecidos.
Entre los fallecidos en Gaza hay 198 médicos, 112 trabajadores de la ONU, y 77 periodistas.
Los evacuados en Gaza ascienden a 1,8 millones de personas, casi un 80 % de la población total del enclave, y 1,1 millones se refugian en escuelas y otras instalaciones de la ONU.
Hospitales colapsados y cercados
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU ha denunciado que en el sur de Gaza las instalaciones sanitarias están siendo cercadas por las fuerzas israelíes. Además, se ha ordenado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que retire sus suministros médicos de dos almacenes en esa zona.
En su informe diario sobre el conflicto, la ONU dijo que en las últimas 24 horas se intensificaron los bombardeos y los combates por parte de las fuerzas israelíes, causando al menos 349 muertos y 750 heridos, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza.
En cuanto a la ayuda humanitaria, esta se ha reducido a casi la mitad en comparación con la que pudo entrar durante la tregua, en la que accedían a Gaza unos 170 camiones diarios. El lunes sólo pudieron hacerlo 100. La entrada de combustible se ha reducido de 110.000 litros por día a 69.000, señaló la ONU.
La agencia EFE informó el martes que por segundo día consecutivo, el único lugar de Gaza en el que pudo distribuirse ayuda humanitaria fue Rafah. Localidades del sur que hasta la semana pasada estaban relativamente libres de la ofensiva israelí, como Jan Yunis, ahora son de difícil acceso debido a la extensión a esas áreas de los combates y ataques.
Ahora los hospitales de Jan Yunis, que habían estado recibiendo pacientes del norte de Gaza, están completamente saturados de heridos por los nuevos bombardeos.
La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric, visitó este lunes a heridos en el Hospital Europeo de Gaza, en Jan Yunis, donde denunció las “atrocidades” que han sufrido muchos niños y la situación “indescriptible” de las víctimas civiles.
“Las cosas que he visto allí van más allá de lo que cualquiera podría describir. Lo que más me impactó fue ver a niños con heridas atroces, y que al mismo tiempo han perdido a sus padres”, destacó en un mensaje de video al término de su visita.
Afirmó que muchas de las personas con las que se encontró en el hospital ya habían tenido que huir de varios emplazamientos durante las últimas semanas.
“Vi a personas que perdieron una mano o un pie porque no pudieron ser tratados en los primeros hospitales a los que llegaron”, debido a que la mitad norte de Gaza, controlado por Israel, “ha perdido totalmente su capacidad de efectuar cirugías”.
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