Israel confirmó el sábado que ya tiene tropas dentro de la Franja de Gaza. Y este domingo, el ejército dijo que ha enviado más soldados para “ampliar la actividad terrestre” en el enclave palestino. Así, se va consolidando la segunda fase de la guerra que tiene como objetivo final eliminar a Hamás y traer de vuelta a los rehenes que están en manos del movimiento islamista palestino.
“Durante la noche ampliamos la entrada de las fuerzas del Ejército a la Franja de Gaza y se unirán a las fuerzas que ya están combatiendo”, informó hoy el portavoz del ejército de Israel, Daniel Hagari.
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“Los combates terrestres en el norte de la Franja de Gaza continúan, estamos avanzando en las etapas de la guerra según el plan, estamos ampliando gradualmente la actividad terrestre y el alcance de nuestras fuerzas. La actividad desde tierra es compleja e incluye riesgos también para nuestras fuerzas”, agregó.
El pasado 7 de octubre, un masivo ataque de la milicia islamista Hamás dentro de Israel dejó al menos 1.400 muertos. Además, los atacantes se llevaron secuestradas a unas 230 personas.
En represalia, Israel empezó a bombardear desde ese día la Franja de Gaza, donde ya han muerto más de 8.000 personas, entre ellas más de 3.300 niños.
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Y desde el 9 de octubre, Israel impone un “asedio total” en Gaza, donde viven hacinadas 2,4 millones de personas, al prohibir los suministros de agua, comida, combustible y electricidad.
Estas son las claves para entender la segunda fase de la guerra:
Qué se sabe de la ofensiva
Israel anunció que esta segunda fase de la guerra contra Hamás en Gaza implica ataques por aire, mar y tierra.
Así, la incursión nocturna del viernes estuvo cubierta por la que se considera hasta ahora la peor jornada de bombardeos sobre Gaza desde el 7 de octubre.
Los ataques masivos dejaron sin Internet ni señal de telefonía a los habitantes de Gaza.
El sábado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que lo ocurrido en la noche anterior era el comienzo una “segunda etapa” de la guerra contra Hamás, y aseguró que será “larga y difícil”.
Netanyahu declaró el sábado que el ejército israelí “destruirá al enemigo en tierra y bajo tierra”, refiriéndose a los cientos de kilómetros de túneles desde los que Hamás dirige sus operación, según Israel.
A su ves, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo que “mientras más los golpeemos [a Hamás], sabemos que estarán dispuestos a llegar a algún tipo de acuerdo, y podremos traer a nuestros queridos rehenes a casa”.
El sábado Hamás ofreció intercambiar a los 230 rehenes que mantiene en Gaza por los prisioneros palestinos que se encuentran en las cárceles israelíes.
Infantería y vehículos blindados han entrado en Gaza por el norte del enclave.
Israel informó que el sábado atacó
450 objetivos militares de Hamás en distintas partes de la Franja de Gaza.
Aunque las autoridades no han informado de los objetivos específicos de esta incursión, ya desde el inicio de la guerra Israel había dicho que no parará hasta eliminar por completo a Hamás en Gaza. También aseveró que buscaba destruir la red de túneles subterráneos que el movimiento islamista ha construido en el enclave, que les sirve para escapar, esconderse y para el contrabando de armas y mercancías.
El ejército israelí indicó que su aviación, “guiada por tropas en tierra, golpeó el domingo estructuras militares de Hamás en el norte de la Franja de Gaza”, y que se dispararon cohetes desde el territorio palestino hacia el centro y el sur de Israel.
El domingo, Israel lanzó mensajes desde el aire exigiendo a Hamás rendirse porque iniciaron una guerra que está “perdida” para ellos.
Las papeletas lanzadas indican que, para rendirse, los combatientes deben abandonar su equipamiento militar, levantar las manos y, si pueden, ondear un papel blanco, reseña una nota de la agencia EFE.
Quienes quieran rendirse, agrega el mensaje, deben seguir las instrucciones de los soldados israelíes y no deben traer con ellos agua ni alimento, que les serán proporcionados por el Ejército.
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Este domingo también, Israel informó que sus soldados mataron a combatientes de Hamás que habían intentado atacarlos en la costa del enclave, en una zona cercana a la valla de separación.
Dos soldados israelíes resultaron heridos durante la noche, uno de ellos en combates con miembros de Hamás, según el ejército.
La situación en Gaza
La situación para los civiles de Gaza es desesperante. El sábado la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó que desde el viernes 27 de octubre los bombardeos se han intensificado a un nivel no visto hasta ahora en el enclave. Explicó que el norte del territorio palestino está siendo arrasado, mientras siguen los ataques en el centro y sur, por lo que los civiles no tienen dónde refugiarse.
Algunas operaciones quirúrgicas se realizan sin dormir completamente a los pacientes por falta de productos anestésicos, agregó MSF.
La Media Luna Roja denunció el domingo que Israel ordenó desalojar el hospital Al Quds, algo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que será imposible de cumplir sin poner en peligro la vida de los pacientes.
En este hospital, además de pacientes, hay una 12.000 personas refugiadas que escaparon de los bombardeos.
Por su parte, la ONU advirtió el domingo que se está desmoronando el “orden público” en Gaza, y que se están registrando saqueos en sus centros de ayuda ante la falta de alimentos.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) confirmó el domingo que miles de personas saquearon varios de sus centros.
10 camiones con ayuda humanitaria entraron
el domingo en Gaza desde Egipto, elevando a 94 el número de vehículos de este tipo llegados desde el 21 de octubre, según la Media Luna Roja palestina
La UNRWA ofrece servicios básicos a cientos de miles de personas en Gaza. Sus escuelas en todo el territorio se han convertido en refugios abarrotados que acogen a palestinos desplazados por el conflicto.
“La situación en Gaza se vuelve cada vez más desesperada, hora tras hora. Lamento que en lugar de una pausa humanitaria necesaria (...) Israel haya intensificado sus operaciones militares”, declaró el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric, denunció el sábado que en Gaza hay un “fracaso (humanitario) catastrófico que el mundo no debe tolerar”.
“Dos millones de civiles quedaron atrapados en Gaza sin ningún lugar adónde ir”, sostuvo.
“La prioridad absoluta es la preservación de la vida, y eso significa permitir entregas sostenidas de ayuda y acceso a las agencias de ayuda”, agregó.
Por otro lado, la red de comunicaciones de Gaza estaba siendo restablecida el domingo, según la organización de supervisión de redes Netblocks.
La reacción internacional a la segunda fase en Gaza
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, dijo el domingo que Israel cruzó “las líneas rojas” al incursionar con tropas en Gaza, algo que, consideró, “podría empujar” a otras partes a “pasar a la acción”.
“Los crímenes del régimen sionista cruzaron las líneas rojas, lo que podría empujar a otros a pasar a la acción”, advirtió Raisi en un mensaje publicado en la red social X. “Washington nos pidió no hacer nada, pero siguen brindando un gran apoyo a Israel”, añadió.
Además, en una entrevista a la cadena Al Jazeera, Raisi indicó que “Irán considera que es su deber” apoyar “el eje de la resistencia”, que incluye a grupos armados como Hamás, en Gaza, o Hezbolá, en el Líbano. Pero también añadió que “los grupos de resistencia son independientes en sus opiniones, decisiones y acciones”.
El domingo se produjeron de nuevo intercambios de disparos entre el ejército israelí y el grupo libanés Hezbolá en la sensible frontera entre Israel y el Líbano.
Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, denunció que Israel estaba cometiendo “crímenes de guerra” en Gaza. En respuesta a estas palabras, Israel llamó de regreso a sus diplomáticos en Ankara.
Mientras que Arabia Saudita denunció una violación “injustificada” del derecho internacional en Gaza.
Mientras que Estados Unidos, aliado de Israel, dijo el domingo que “el gobierno israelí debería tomar todas las medidas posibles a su disposición para distinguir entre Hamás -los terroristas que son objetivos militares legítimos- y los civiles que no lo son”.
Andrés Gómez de la Torre
Especialista en temas de Defensa
Hubo muchos factores para la ralentización de la operación terrestre de Israel en Gaza. En primer lugar está el tema de los rehenes, que introduce una gran diferencia respecto del pasado en el conflicto con Hamás. En segundo lugar, Israel estaba esperando la llegada del apoyo norteamericano mediante su flota naval, que aún está incompleta, porque era claro que iba a generar un equilibrio respecto de la República Islámica de Irán, a modo de acción disuasiva. Tercero, el Gobierno de Israel también tenía que analizar cuál sería la respuesta de todos los actores involucrados en el conflicto, como el caso de Hezbolá en el Líbano. Y cuarto, la presión de Estados Unidos y de los organismos internacionales para destrabar la ayuda humanitaria a Gaza. El propio Gobierno Israelí expresó el concepto de razones estratégicas en esta ralentización.
Esta incursión es todavía una fase terrestre limitada, no es total. Se está evitando engancharse en una guerra urbana generalizada. Se asemeja mucho a la Operación Plomo Fundido del 2008-2009 llevada a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel en Gaza contra objetivos tácticos y estratégicos de Hamás. Entrar y salir, muy puntual. Y, obviamente, fue iniciada a través de bombardeos aéreos, como está también sucediendo ahora.
Pero dada la envergadura del ablandamiento, es decir, los masivos bombardeos desde el 7 de octubre, hablar de una guerra urbana al estilo de Faluya o Mogadiscio ya no es tan correcto porque con los ataques Israel está eliminando prácticamente todo el casco urbano de Gaza, van a entrar a efectuar una ofensiva total sobre los escombros, porque es lo que está quedando del enclave palestino. Ya quedan pocos edificios en pie como, por ejemplo, para que se ubiquen los francotiradores de Hamás.
La modalidad de ablandamiento de posiciones ya fue aplicada experimentalmente con buenos resultados en Plomo Fundido. El pronóstico de tiempo para esta nueva operación es indefinido, porque hoy la envergadura de los hechos es mucho mayor.
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