La guerra en la Franja de Gaza cada vez tiene mayor reflejo en el otro territorio palestino, Cisjordania.
Un total de 122 palestinos han muerto de forma violenta en Cisjordania desde que estalló el conflicto el 7 de octubre, según el Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina en esta región de 5.600 km2 y donde viven casi tres millones de personas.
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Gran parte de las muertes se produjeron en ataques de las fuerzas israelíes en busca de posibles insurgentes vinculados a los grupos Hamás y Yihad Islámica, aunque también están siendo frecuentes los enfrentamientos entre civiles de ambos bandos.
La guerra que Israel declaró a Hamás tras el ataque del grupo en el país, en el que murieron 1.400 personas y 220 secuestrados, ya ha provocado más de 8.000 muertes en Gaza.
Y eso tiene eco en Cisjordania, donde la guerra recrudece la tensión previa que se venía viviendo: según Naciones Unidas, desde enero y hasta antes del 7 de octubre, unos 179 palestinos habían muerto en lo que ya marcaba a 2023 como el año más mortal para el territorio en dos décadas.
Cisjordania está parcialmente ocupada por Israel desde la Guerra de los 6 Días en 1967. En los últimos años aumentaron los asentamientos de colonos israelíes, que son ilegales según el derecho internacional.
Choques constantes
En Yenín, en el norte de Cisjordania, ese lunes se celebraron los funerales de cuatro miembros de la facción armada Yihad Islámica muertos por los ataques del ejército israelí durante la noche.
Residentes indicaron a la BBC que un ataque con drones israelíes la noche anterior impactó una vivienda en el centro del campo de refugiados de esta ciudad y después hubo intercambios de disparos entre soldados israelíes y hombres armados palestinos.
Ya la semana pasada cuatro palestinos murieron en un ataque israelí a Yenín, uno en la también norteña ciudad de Kalkilia y otro en Kalandia, al norte de Jerusalén.
En el caso de Yenín, el ejército israelí asegura que "terroristas armados dispararon y arrojaron artefactos explosivos contra las fuerzas de seguridad israelíes" desde el sobrepoblado campo de refugiados.
En los otros dos escenarios, las tropas israelíes alegaron haber abierto fuego contra personas que les lanzaron piedras, cócteles molotov y artefactos explosivos improvisados.
Al margen de las operaciones militares, se están produciendo constantes confrontaciones violentas entre civiles israelíes y palestinos.
El caso más reciente es el de Bilal Saleh, un agricultor palestino de 40 años que murió de un disparo en el pecho este fin de semana en la ciudad de Nablsu, al norte de Jerusalén y Ramala.
Según la versión palestina, un grupo de colonos israelíes lo atacaron cuando se encontraba con su familia en el campo de olivos en el que trabajaba y le dispararon antes de que pudiera huir.
Los colonos, por su parte, alegaron que el autor de los disparos actuó en defensa propia cuando fue asaltado por un grupo de agricultores palestinos, entre ellos Saleh, que le lanzaron piedras.
La BBC no ha podido verificar lo ocurrido de forma independiente.
Denuncias de ataques de colonos
En todo caso, se han multiplicado las denuncias sobre incidentes en los que colonos israelíes supuestamente agreden y confiscan tierras y ganado a ciudadanos palestinos a lo largo de toda Cisjordania.
“Hoy, decenas de colonos procedentes de (la colonia de) Yitzhar invadieron las tierras de Burin (en Nablus), asaltaron a los agricultores, prendieron fuego a vehículos y destrozaron y robaron equipos y productos”, denunció el pasado miércoles la organización israelí pro derechos humanos Yesh Din.
La ONG alegó que “continúa la política israelí que permite e incluso apoya actos de venganza de los colonos contra palestinos inocentes en Cisjordania”.
Este asunto ha comenzado a ser otro motivo de preocupación dentro de la grave situación humanitaria desatada por la actual guerra.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que “la defensa de Israel de sus ciudadanos se ajuste al derecho internacional humanitario”.
Biden aseguró la semana pasada que los ataques de “colonos extremistas” solo contribuían a “verter gasolina” sobre las llamas de un conflicto cada vez más .
“Tienen que rendir cuentas. Tienen que parar ahora”, afirmó, en referencia a los ataques de colonos.
El editor de información internacional de la BBC Jeremy Bowen habló recientemente con representantes de un grupo de ultranacionalistas judíos que regenta un puesto de control a las afueras de Hebrón, en el sur de Cisjordania.
Sus testimonios reflejan el ambiente de tensión que se vive en las últimas semanas.
"En una guerra tienes un arma y un gatillo. Y para aquellos que aún no lo entienden, estamos en guerra; una guerra en la que el otro lado no muestra piedad y nosotros debemos hacer lo mismo. No hay elección", le dijo a Bowen el líder del grupo, Meir Simcha.
Cómo es Cisjordania
Cisjordania es el mayor de los dos territorios ocupados por Israel.
Está ubicado en la ribera occidental del río Jordán que limita con Israel, en el norte, oeste y sur, y con Jordania en el este.
Mientras que en Gaza gobierna Hamás, es la Autoridad Palestina de Mahmoud Abbas la que ejerce un gobierno autónomo limitado en esta región después de los Acuerdos de Oslo de 1993.
Los acuerdos otorgaron a la Autoridad soberanía parcial sobre partes de Cisjordania y la Franja de Gaza, que junto con Jerusalén Este debían ser parte de un futuro Estado palestino.
Abbas fue elegido por primera vez para el cargo en 2005 para un mandato de cuatro años, pero 18 años después no se han realizado elecciones en el territorio.
Aunque el presidente tiene el apoyo de Occidente, es impopular en los territorios palestinos, algo que se ha exacerbado desde que comenzara esta nueva guerra.
Abbas se ha opuesto a Hamás, el movimiento islamista que niega el derecho a existir de Israel y que desde un inicio rechazó el proceso de paz y la solución de los dos Estados.
Hamás tomó el control de Gaza en 2007, después de derrocar a las fuerzas del partido Fatah de Abbas.
Años de conversaciones para una reconciliación entre ambos no han logrado ningún avance.
Mientras tanto, los asentamientos israelíes -que se consideran ilegales según el derecho internacional, pero no por Israel- y el control militar israelí de los territorios ha continuado expandiéndose.