Israel asume de forma cada vez más abierta que podría retrasar su invasión terrestre de Gaza mientras endurece sus bombardeos sobre la Franja para “aplastar” a Hamás, en el decimoctavo día de guerra que le enfrenta con el grupo islamista. “Estamos atacando a nuestros enemigos con una fuerza tremenda”, dijo hoy el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una visita a los soldados movilizados a la línea divisoria con Gaza, que desde hace más de dos semanas están pendientes de si realizan una incursión terrestre en el enclave que por ahora no se ha producido.
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Mientras que días atrás esta operación parecía inmediata, el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, admitió que este paso que llevaría el conflicto a una nueva fase militar podría retrasarse aún más por “consideraciones estratégicas y tácticas”.
Sin embargo, los bombardeos sobre Gaza no cesan y castigan cada vez más a su población civil, un ritmo de ataques que Israel quiere mantener “para aplastar a Hamás”, destacó Netanyahu, que aseguró que los ataques de ayer lunes sobre el enclave fueron “los más duros” en lo que va desde el estallido de la guerra el pasado 7 de octubre.
Según las autoridades sanitarias de Gaza, en 24 horas entre lunes y martes hubo más de 700 muertos por bombardeos, una cifra de víctimas en cuestión de un día que no se había visto hasta ahora.
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Esta tarde denunció que los bombardeos mataron a una cincuentena de personas en una hora, y otras decenas de muertos y heridos van llegando a los hospitales a medida que se acerca la noche, después de que Israel lanzara “más de 12.000 toneladas de explosivos” en los 18 días de guerra, concretó un portavoz del Gobierno de Gaza.
“Ayer, en nuestros ataques a Gaza, asestamos al enemigo el golpe más duro que ha sufrido en un solo día. Matamos a muchas decenas de terroristas”, afirmó hoy Netanyahu, que remarcó que Israel “va hacia la siguiente etapa” de su ofensiva, una posible referencia a la operación terrestre que se hace esperar.
Hasta ahora, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, los muertos en la Franja son al menos 6.500, entre ellos más de 2.300 niños, contra quiénes la guerra se ceba en especial medida, lo que ha hecho que sus padres marquen los nombres de sus hijos en sus propias manos por si les matan en un bombardeo y después nadie les puede identificar.
Según la ONG Save the Children, podría haber casi 900 niños entre unas 1.550 personas desaparecidas en Gaza que están bajo escombros de edificios destruidos, y que los equipos de emergencia no pueden rescatar por los incesantes bombardeos y la falta de combustible, denunció hoy la ONG Save the Children, que pidió un alto el fuego y un corredor humanitario en Gaza para proteger también a los menores.
También hay más de 16.200 heridos, así como 12 hospitales y 32 centros de atención primaria “fuera de servicio” por los ataques o la falta de combustible que les deja sin electricidad, denunció hoy Sanidad. Según aseguró, el personal sanitario tiene que renunciar a tratar a muchos heridos o enfermos por la falta de material médico o medicinas, lo que pone aún más en peligro la vida de los gazatíes.
A ello se suma una creciente “ola de enfermedades epidémicas” que ya afectan a más de 3.000 personas, gran parte de ellas niños.
“Las epidemias incluyen enfermedades diarreicas, intoxicaciones alimentarias, enfermedades en la piel, sarna e infecciones bronquiales, además de decenas de casos de varicela”, dijo Sanidad.
Según alertó, de seguir así, las epidemias “podrían arrasar” y causar un desastre humano aún mayor del actual, sin precedentes en un enclave donde Hamás y el resto de milicias palestinas están dispuestas a seguir lanzando cohetes hacia Israel, lo que hoy volvió a hacer sonar las alarmas en el centro del país y Tel Aviv.
Hamás, que hace 18 días lanzó un ataque a Israel que causó más de 1.400 muertos -detonante de la guerra-, dice que resistirá a largo plazo, también a la posible invasión por tierra. A su vez, mantiene rehenes dentro del enclave a unos 220 israelíes y extranjeros, algo que puede usar para condicionar las acciones israelíes y que según expertos y medios puede estar retrasando su incursión terrestre.
Anoche, las Brigadas al Qasam, ala militar de Hamás, liberaron a dos ancianas israelíes con mediación de Egipto y Catar, alegando “razones humanitarias”, igual que el pasado viernes, cuando dejaron libres a una madre y una hija con ciudadanía estadounidense.
La cuestión de los cautivos, dicen estos días analistas y medios, puede ser el elemento que retrase la invasión terrestre, ya que Hamás podría disponerse a liberar los civiles capturados, mientras sigue la presión de familias israelíes con rehenes en Gaza, que hoy como cada día protestaron en Tel Aviv pidiendo su puesta en libertad y una acción al respecto más fuerte del Gobierno.