El ejército israelí aceptó el miércoles hacer “pausas diarias de cuatro horas” en el norte de la Franja de Gaza para permitir la evacuación de civiles atrapados en medio de los encarnizados combates entre sus tropas y los milicianos de Hamás. Israel realizará “pausas diarias de cuatro horas en determinadas zonas del norte de la Franja de Gaza, que se anunciarán con tres horas de antelación” a partir de este jueves, declaró el vocero del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby.
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Un portavoz del ejército israelí, Richard Hecht, dijo que este acuerdo no supone un “cambio” de estrategia. “Son pausas tácticas locales para ayuda humanitaria, limitadas en tiempo y zona”, aseguró a la prensa.
En los últimos días, miles de palestinos huyen a pie hacia el sur del territorio, dejando atrás los bombardeos y combates en el norte, donde las tropas israelíes han penetrado en Ciudad de Gaza.
Allí, combatientes de Hamás, con rifles de asalto y lanzagranadas, se enfrentan a los soldados israelíes respaldados por vehículos blindados.
El ejército israelí anunció que habían tomado un importante centro de entrenamiento de Hamás en el campo de refugiados de Jabaliya y que dirigían sus operaciones en el centro de Ciudad de Gaza contra los “cuarteles centrales de inteligencia” del movimiento.
El primer ministro Benjamin Netanyahu aseguró en una entrevista a la cadena estadounidense Fox News que sus tropas estaban avanzando “excepcionalmente bien” en su ofensiva terrestre.
Israel prometió “aniquilar a Hamás” en represalia por el ataque del 7 de octubre, en el que combatientes islamistas mataron a 1.400 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 240.
En la Franja, los bombardeos israelíes han matado a 10.812 personas, sobre todo civiles, de los que 4.412 eran niños, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
Además de los ataques aéreos, las tropas israelíes iniciaron el 27 de octubre una ofensiva terrestre en la que han perdido ya 34 soldados.
“No hay agua”
La ONU cifra en millón y medio el número de personas desplazadas desde el inicio de la guerra en el interior del enclave palestino, poblado por 2,4 millones.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), cientos de miles de personas se encuentran todavía en el norte del enclave en “una situación humanitaria desastrosa”.
“No hay agua, no hay baños”, dijo Umm Alaa al Hajin en Jan Yunis, en el sur del territorio, tras huir de los bombardeos en el norte.
“Conseguimos una rebanada de pan cada tres o cuatro días y tenemos que esperar en una fila durante horas”, agregó.
Israel negó sin embargo que exista una “crisis humanitaria” en Gaza, aunque reconoció “la situación difícil” de los gazatíes.
Desde hace un mes, el territorio palestino se encuentra asediado, sin acceso a agua, comida, medicamentos ni electricidad y dependiente de los escasos convoyes de ayuda que entran por el punto fronterizo de Rafah desde Egipto.
El enviado especial de ayuda humanitaria estadounidense, David Satterfiel, dijo que “unos 100 camiones diarios” entraban ahora al territorio, pero “se necesita mucho más”.
En el hospital Al-Awda de Jabaliya, “los médicos utilizan linternas frontales”, y los cirujanos operan “con anestesia local” afirmó el doctor Ahmad Mhanna.
El jueves tuvo lugar una conferencia humanitaria organizada por el presidente Emmanuel Macron en París, en la que se comprometieron aportes de más de mil millones de dóares para el territorio palestino.
Durante el evento, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) alertó de nuevo sobre “la pesadilla que atraviesa Gaza hoy”, que “más que una crisis humanitaria, es una crisis de la humanidad”.
En un informe, el Programa de la ONU para el Desarrollo predijo que alrededor de 285.000 gazatíes se unirán al millón y medio de personas que vivían en la pobreza en este territorio antes de la guerra.
Ni ocupar, ni gobernar Gaza
Pese a los reiterados llamamientos a un alto el fuego, el primer ministro Netanyahu recalcó que no lo concederá sin la liberación de los rehenes.
El presidente estadounidense, Joe Biden, reiteró el jueves que “no hay posibilidad” de un alto el fuego.
El director de la CIA, Bill Burns, y su homólogo del Mossad israelí, David Barnea, se encuentran en Doha para negociar una posible “pausa humanitaria” que incluiría la liberación de rehenes y más ayuda para Gaza, dijo un alto responsable a la AFP.
En su entrevista a Fox News, Netanyahu también dijo que su objetivo no es “gobernar” ni “ocupar” la Franja de Gaza, de la que se retiraron en 2005 después de 38 años de ocupación.
Días atrás, el mandatario defendió que Israel asumiera “por una duración indeterminada la responsabilidad global de la seguridad” en Gaza para evitar un resurgimiento de Hamás.
El conflicto está teniendo repercusiones más allá de Gaza, con hostilidades en la frontera entre Israel y Líbano, donde han muerto 83 personas en su mayoría combatientes del movimiento Hezbolá, y en Cisjordania.
En este territorio ocupado por Israel desde 1967 han muerto al menos 170 palestinos a manos de soldados o colonos hebreos desde el 7 de octubre. El jueves murieron 14 palestinos en Yenín en la incursión más mortífera del ejército en el territorio desde 2005.