Esta semana el subsecretario para América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Jonathan Peled, llegó al Perú como enviado especial del gobierno hebreo para resaltar las relaciones entre ambos países pero, sobre todo, para explicar la posición de su país en la guerra que sostienen contra Hamás en la franja de Gaza y que ya ha dejado cerca de 13 mil muertos en total.
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Peled (1962) es un diplomático con más de 30 años de trayectoria que empezó trabajando como asesor político del exprimer ministro y expresidente Shimon Peres cuando este ejerció como canciller israelí en 1992. Luego, el diplomático fue destacado a las misiones hebreas en Australia, México, El Salvador, Turquía, Argentina y Estados Unidos.
El Comercio conversó con Peled cuando estamos por llegar a la sexta semana desde que Israel le declarara la guerra al grupo extremista Hamás en respuesta a los atentados terroristas que perpetró en suelo hebreo el 7 de octubre.
- ¿Cuál es su balance sobre la situación a casi seis semanas de iniciada la guerra?
Yo diría que nos encontramos en una situación en la que se mezcla la tragedia terrible del 7 de octubre y los crímenes de guerra que comete Hamás. La lucha de Israel es una lucha del mundo democrático y libre contra fuerzas de la oscuridad, de la muerte. (Hamás) es una organización terrorista peor que el Estado Islámico cuyo objetivo no es solamente matar a todos los judíos y destruir al estado de Israel sino conquistar en nombre de la yihad al Medio Oriente y tomar control sobre todas las zonas que no sean un califato musulmán. En ese sentido, Israel está liderando ahora, con el gran apoyo de la comunidad internacional, esta batalla contra estas fuerzas de la oscuridad. Y vamos a tener que ganar porque, de lo contrario, ello significará la caída de todo lo que conocemos y los valores en los que creemos.
- Ustedes siempre se enorgullecieron de sus sistemas de inteligencia, ¿que hayan fallado ahora agudizó el golpe? ¿Cuál es su opinión luego de haber superado el shock inicial de los atentados?
En cierta manera sí, creo que hemos superado el primer shock. Al final vivimos en un mundo lleno de tragedias, no vivimos en una vecindad tan agradable como lo es Sudamérica. Hemos vivido tragedias y terrorismo desde el primer día. Pero esto ha sido más brutal y chocante por la matanza de civiles, niños, mujeres y ancianos en sus casas. No fue un enfrentamiento militar. Además del secuestro de 240 rehenes, algo que tampoco habíamos vivido hasta hoy. Pero más allá de la falla de inteligencia o militar, esto nos obligará a repensar nuestro paradigma hacia la región y hacia nuestros vecinos, cómo defendernos, cómo cooperar más con el mundo occidental, con quién sí podemos hablar y con quién no. En ese sentido, creo que los países árabes, aunque no lo dirán públicamente, ven una oportunidad para eliminar de una vez y para siempre a Hamás. Pero no solo a Hamás sino también a Hezbolá y a otras organizaciones terroristas apoyadas por Irán. Si vencemos a Hamás se dará una señal muy fuerte sobre lo demás, si perdemos o nos rendimos estallará una guerra del islam yihadista en el mundo.
"Más allá de la falla de inteligencia o militar, (los atentados del 7 de octubre) nos obligarán a repensar nuestro paradigma hacia la región y hacia nuestros vecinos, cómo defendernos, cómo cooperar más con el mundo occidental, con quién sí podemos hablar y con quién no"
- ¿Cómo califica la ayuda que han recibido de parte de Estados Unidos?
Ha tomado un rol muy importante, no solo como la principal potencia militar del mundo sino también como un aval político. Estados Unidos entiende que somos la última frontera de Occidente, la isla de la democracia en el Medio Oriente. Debemos agradecerle muchísimo al presidente Joe Biden por su muy fuerte compromiso con nosotros, no solo en palabras sino en acciones. Nos visitó, al igual que muchos líderes como el presidente francés Macron o el primer ministro británico Sunak. Estados Unidos mandó una flotilla al Mediterráneo para proyectar un apoyo en acciones por esta guerra justa contra Hamás.
- ¿Y cómo toman el pedido tanto de EE.UU. como de Europa para que Israel aplique la proporcionalidad en su ofensiva sobre Gaza? Se ha hecho mucho hincapié en que los civiles palestinos no deberían sufrir las consecuencias de la guerra, pero ya son más de 11.500 los muertos en el enclave.
La tragedia más grande, y por eso son crímenes de lesa humanidad, es que la organización terrorista Hamás abusa de la población civil usándola como escudos humanos y metiéndola en peligro, justamente para infligir muerte y destrucción. Son valores que usted, yo y el mundo occidental no podemos entender. Nosotros santificamos la vida, hacemos todo para proteger a nuestros civiles. Ellos santifican la muerte, hacen todo para poner a su población en peligro. Por eso vemos estos resultados. Es trágico, es muy lamentable, pero Israel debe enviar a sus fuerzas armadas para derrocar a Hamás teniendo siempre claro que nunca atacamos deliberadamente a civiles. Siempre buscamos a los terroristas, pero si ellos se incorporan en hospitales, ambulancias, escuelas o mezquitas para provocar la muerte de sus supuestos hermanos, nos complica mucho la situación. Por eso hay bajas y heridos involucrados.
- Si una célula terrorista lanza misiles desde un hospital o una mezquita, ¿vale la pena bombardear ese lugar si evidentemente conllevará a que haya bajas civiles?
A veces sí y muchas veces no. Nosotros no bombardeamos de manera indiscriminada un lugar en el cual hay misiles si sabemos que hay hospitales. Por eso estamos entrando por tierra, por eso tratamos de aislar a la población, por eso hemos advertido a los civiles que salgan de los hospitales y casas para irse hacia el sur. ¿Y qué encontramos? Otra vez a Hamás impidiendo la salida de los ciudadanos. Al final, el mundo tiene que entender, aunque sea incomprensible, con quién nos enfrentamos. No es otro ejército o estado, es una organización terrorista totalmente cruel, con valores muy diferentes a los nuestros. Al final Hamás comete un doble crimen de lesa humanidad: atacando a nuestros civiles y escondiéndose detrás de su población.
- ¿Hay algún tipo de autocrítica por su lado en esta guerra?
Creo que la única crítica por ahora es en cómo llegamos a esta situación. Cómo permitimos llegar a este punto. En cuanto a las medidas que Israel está tomando en la operación en Gaza no tenemos ninguna autocrítica. Todos entendemos que es algo corto, que debe terminar lo antes posible. No es algo que queremos que continúe. Mientras antes acabe, mejor; con menos daño y muertos tanto para nosotros como para los civiles palestinos.
"Nunca atacamos deliberadamente a civiles. Siempre buscamos a los terroristas, pero si ellos se incorporan en hospitales, ambulancias, escuelas o mezquitas para provocar la muerte de sus supuestos hermanos, nos complica mucho la situación"
- El día después de la guerra -
- ¿Israel ganará en Gaza?
Absolutamente sí. No nos queda otra. Al final todos entienden que debemos ganar esta guerra, pero no para ocupar, conquistar ni quedarnos en Gaza.
- ¿Qué pasará entonces al día siguiente de que ganen esta guerra?
Vamos a buscar una entidad que rija en Gaza, lo haremos junto a la comunidad internacional, el mundo occidental, el mundo árabe y socios palestinos que sí están a favor de la coexistencia. Todos menos Hamás. Al final, esta operación tiene dos objetivos: liberar a Gaza de Hamás y liberar a los rehenes. Una vez que liberemos a Gaza de Hamás, los palestinos que ahí viven tendrán un futuro mejor. Ellos merecen algo mejor que un gobierno como el de Hamás. Israel se retiró de la franja hace 18 años y en lugar de invertir en educación, salud o infraestructura lo hacen en armas y tienen una red de túneles que podría ser el metro de Lima. Han abusado de la confianza y la ayuda internacional, en vez de crear una sociedad próspera en Gaza lo han convertido en un estado terrorista.
"Una vez que liberemos a Gaza de Hamás, los palestinos que ahí viven tendrán un futuro mejor. Ellos merecen algo mejor que un gobierno como el de Hamás"
- ¿Cree que es posible erradicar una ideología como la que ha implantado Hamás en sus seguidores?
No se puede erradicar un pensamiento, pero sí se puede derrocar sus bases de control militar y político. Siempre habrá extremistas, gente que quiera matar, pero sí se puede destruir su capacidad militar y política. Al final, lo que necesitamos es que la población de Gaza sea gobernada por una entidad no terrorista.
- En el 2007 Hamás reemplazó a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Gaza, ¿ve como opción que vuelvan a gobernar la franja?
Es una de las posibilidades, pero creo que aún es temprano para decirlo. La ANP está debilitadad pero goza del apoyo de muchos países, una cooperación menor o mayor con Israel. Tendrá que estar involucrada de alguna manera, lo que no sé es en qué medida. Al final nos tendremos que sentar todos alrededor de una mesa para encontrar un liderazgo local, apoyado por quien sea, menos por Irán o Hamás.
- ¿Es posible pensar en un estado palestino luego de este conflicto?
En este momento es difícil visionarlo, pero ha sido en el pasado una política de Estado israelí reconocer el derecho de dos estados para dos pueblos siempre y cuando nuestro país tenga sus fronteras seguras y reconocidas. Aún no estamos ahí, pero es una opción. Lo que buscamos finalmente es una solución pacífica. Puede llamarlo como desee, pero lo que necesitamos es una solución pacífica. Lo merecemos los israelíes, los palestinos pacíficos y los países árabes que están en paz con Israel.
- ¿Descartan establecer cualquier tipo de mesa de negociación o de alto al fuego?
No estamos ahí todavía.
- Y en caso de llegar a ese punto, ¿pueden confiar en alguno de sus vecinos árabes como mediador?
Tenemos acuerdos de paz con Egipto y con Jordania. Tenemos los Acuerdos de Abraham, con Marruecos, con países del Golfo Pérsico. Al final son países con los que tenemos un diálogo, intercambio comercial, acuerdos. Podemos conversar con ellos porque finalmente todos buscamos una cosa: vivir en paz y prosperidad, para Israel y todos los países de Medio Oriente. Mientras eso sea el denominador común tienes una buena base para cualquier diálogo.
- ¿Qué sucederá con los empleos para palestinos en Israel cuando acabe el conflicto? ¿Se rehabilitarán los pases de trabajo?
Diariamente entraban 40 mil trabajadores de Gaza a Israel. Era una fuente importante de trabajo para ellos. Siempre y cuando no exista un régimen terrorista en Gaza o en Cisjordania no habría razón para no volver a una relación como la que hemos tenido. Sin duda tendremos que tomar muchas medidas porque en algo fallamos, pero personalmente creo y confío en la paz. No hay razón para no ponerlo como meta a futuro.
- ¿Qué pasará con el resentimiento que quede en el sobreviviente de un kibutz atacado por Hamás o en el palestino que perdió a su familia por bombardeos israelíes?
Las heridas toman mucho tiempo para curarse y todos están traumatizados. Al final vamos a tener que buscar una forma de reconciliarnos pero tomará mucho tiempo, no puede pasar de un día a otro. Hemos vivido 75 años de tragedia, guerras y terrorismo, pero hemos conseguido seguir desarrollándonos, yendo hacia adelante. Al final la vida es más fuerte que todo.
- ¿Usted mantiene la esperanza de que en algún momento alcancen la paz?
Absolutamente. No nos queda otra. No solo por una convicción personal sino porque no queremos vivir hasta la eternidad en guerra. Queremos seguridad y paz, eso se reflejará en los vecinos.
"No se puede erradicar un pensamiento, pero sí se puede derrocar sus bases de control militar y político (...) lo que necesitamos es que la población de Gaza sea gobernada por una entidad no terrorista".
- La ONU y el mundo árabe -
- ¿Cuál es la situación actual entre su país y la ONU? ¿Se reafirman en el pedido de que Antonio Guterres no debe ocupar el cargo de secretario general luego de sus declaraciones?
La decisión de quién es el secretario general de la ONU no depende de nosotros. Hay elecciones cada cinco años, podemos estar a favor o en contra, gustarnos o no, pero al final es una decisión de todos los estados. Lo que nos preocupa es que la ONU, en lugar de cumplir con su misión de traer la paz y erradicar al terrorismo en el mundo, está muy alienado. Es un cuerpo político. Hoy en día hay un bloque en la ONU que puede, por su mayoría política, declarar que el mundo es plano. No es lógico, pero sí tiene la capacidad porque hay unos 77 países no aliados. Es percibido, y no solo por Israel, como un órgano que no cumple su función de asegurar la paz y eliminar al terrorismo en el mundo.
"Lo que nos preocupa es que la ONU, en lugar de cumplir con su misión de traer la paz y erradicar al terrorismo en el mundo, está muy alienado. Es un cuerpo político".
- Las declaraciones del canciller Eli Cohen fueron bastante claras, él pidió la dimisión del secretario Guterres.
Sí, es parte de la posición política de Israel pero entendemos que al final no es una decisión nuestra. Podemos criticar pero la decisión la toman los 192 países miembros. La ONU no es el enemigo de Israel, el enemigo es Hamás, Irán y quienes apoyan al terrorismo.
-Uno de los mayores orgullos diplomáticos para su país fue la firma de los Acuerdos de Abraham y se encaminaban a firmar la paz con Arabia Saudita, ¿cuál es la situación actual en ambos casos?
Esa justamente es la prueba de que hay una alternativa. Israel no vive una situación de hostilidad y guerra con el mundo árabe entero o con el mundo musulmán entero. Hay cada vez más países árabes y musulmanes que reconocen a Israel como parte de la solución, no del problema. Por eso Hamás tuvo como objetivo frustrar los Acuerdos de Abraham.
- ¿Aún se puede pensar en firmar la paz con Arabia Saudita?
Ese fue el objetivo y el camino al que íbamos antes del 7 de octubre. No hay por qué no retomar ese esfuerzo. Ahora quizás no es el momento pero luego de derrocar a Hamás creo que se abrirá nuevamente el camino.
- ¿Qué hay de Qatar?
Es un estado problemático para nosotros. La situación es compleja, no son parte de los Acuerdos de Abraham, hospedan a Al Jazeera, una cadena que nosotros consideramos nada neutral en su cobertura. Es un país con el que tenemos problemas o dificultades.
"Qatar es un estado problemático para nosotros".
- ¿Cuán grande es su preocupación sobre Hezbolá?
Muy grande. Ellos están mirando qué pasa con Hamás. Por eso la señal que mandaremos a Hezbolá, a la Yihad Islámica, a los hutíes en Yemen y a Irán en general es “miren qué pasará con ustedes si deciden atacar a Israel”. Si no eliminamos a Hamás esto dará un viento alentador a todas esas organizaciones, por eso es tan importante que Israel, con el apoyo de EE.UU., Europa y el mundo occidental, venza a Hamás. Así podremos poner a Hezbolá, Irán y todas esas organizaciones en una esquina sabiendo que no deberán meterse con nosotros nunca más.
- Hezbolá está presente en Venezuela, Perú, Argentina, Chile y Brasil. ¿Les preocupa la influencia que pueden tener en Latinoamérica?
En primer lugar tendría que preocuparles a los países que usted mencionó. Ya vimos lo que pasó en Argentina en la década de los 90 (en referencia a los atentados contra la AMIA y la embajada israelí), no son solo rumores o fantasmas sino hechos. Israel, por supuesto, coopera con muchos de estos países para prevenir sobre la presencia terrorista y subversiva de Hezbolá e Irán en América Latina.
- Mencionó que la ONU debería buscar la paz, hay una propuesta que han presentado con 10 puntos para acabar con “la matanza” en Gaza. ¿Qué opina de esto?
Justamente ahí es donde criticamos a la ONU. Está ausente una denuncia del terrorismo, de Hamás. Esta resolución tiene elementos positivos, pero muchos otros ausentes o malos por no denunciar a Hamás, no declarar el derecho de defensa de Israel, no culpar a Hamás por instigar el 7 de octubre o por usar a la población civil como escudos humanos. Hay muchos elementos problemáticos en esta resolución que no se mencionan y es muy importante. Al final, buscamos una posición equilibrada que reconozca los hechos, denuncie quién los instigó y luego pueda criticar las acciones o respuesta de Israel. No se habla suficiente, por ejemplo de los 240 rehenes, de los cuales 31 son de América Latina.
- Su gobierno también se ha mostrado crítico sobre la labor de la Cruz Roja por no haberle proporcionado información sobre la situación de los rehenes.
Es justamente parte de la falta de balanza, de no reconocer la realidad como es, no reconocer el derecho israelí de tomar las medidas necesarias para derrocar a Hamás y no exigir inmediatamente que Hamás libere a los rehenes. Todo eso nos lleva a decir que la ONU y otras organizaciones no están evaluando correctamente la situación como es.
"Buscamos una posición equilibrada (de la ONU) que reconozca los hechos, denuncie quién los instigó y luego pueda criticar las acciones o respuesta de Israel".
- Antisemitismo e islamofobia -
- Hace unos días su gobierno alertó a sus ciudadanos sobre sus viajes al exterior por el aumento de actos antisemitas en el mundo, ¿cuán grave ve la situación?
Es realmente muy preocupante. Pero, nuevamente, no es un problema solo de Israel sino también de los países donde se está viendo este incremento de antisemitismo. Es algo que tienen que enfrentar los mismos países, sus sociedades, pero es alarmante. Por eso hay un llamado internacional para crear una coalición contra el antisemitismo. Estamos pidiendo que el Perú también se sume a este esfuerzo. Sabemos que lo que empieza con los judíos nunca termina ahí, después pasa a las minorías, a los afrodescendientes, a los gays y otros elementos en la sociedad. La historia nos ha probado que cualquier forma de racismo causa una destrucción social y política en los países donde ocurre.
"La historia nos ha probado que cualquier forma de racismo causa una destrucción social y política en los países donde ocurre".
- Podemos decir lo mismo de la islamofobia…
Sí, absolutamente. Afortunadamente para ellos es mucho menor y tiene menos tiempo que el antisemitismo, pero es otra forma de racismo y xenofobia absolutamente. La discriminación no solo se debe denunciar con palabras sino también con medidas, no se frena el odio con palabras.
- ¿Qué podría decirle usted a quienes cree que todos los palestinos están en la misma bolsa que Hamás?
Que nuestra guerra no es contra los palestinos. No tenemos ningún problema con aquellos que quieren vivir en paz, creen en la coexistencia y no quieren matarnos. Somos vecinos, vivimos en la misma vecindad. Nuestro enemigo es Hamás. Por supuesto que Hamás es parte del campo palestino, entonces ellos también tienen que sacarlos si quieren vivir en paz.
"Nuestra guerra no es contra los palestinos. Nuestro enemigo es Hamás".