El ministro de Finanzas de Israel, el ultranacionalista antiárabe Bezalel Smotrich, pidió a Estados Unidos que “respete la democracia israelí y la posición de sus funcionarios”, luego de que el Gobierno del país norteamericano lo criticó por rechazar una posible tregua con el grupo islamista Hamás.
“Así como Estados Unidos rechazaría la presión internacional para llegar a un acuerdo de rendición con Al Qaeda y Bin Laden, Israel no se someterá a ninguna presión externa que pueda dañar su seguridad”, escribió el ministro en la red social X.
Una tregua que distancia
“Respeto la posición de Estados Unidos y le agradezco su apoyo a Israel frente a las amenazas regionales, pero espero que respete la democracia israelí y la posición de los ciudadanos de Israel y sus funcionarios electos”, añadió.
Estados Unidos, principal socio y proveedor de armas de Israel, es también mediador -junto con Catar y Egipto- en la guerra entre el Estado judío y el grupo islamista que controla la Franja de Gaza.
El jueves, los países mediadores exigieron a Israel y Hamás que “reanuden las discusiones urgentes el 15 de agosto en Doha o El Cairo para cerrar todas las brechas restantes y comenzar la implementación del acuerdo sin más demora”.
La iniciativa recibió un extenso apoyo entre la comunidad internacional, e incluso Israel -que recibe cada vez más presión para firmar el acuerdo- accedió a enviar una delegación con los mediadores.
Una “peligrosa trampa”
Sin embargo, Smotrich dijo que el borrador del acuerdo de tregua -elaborado por el presidente estadounidense, Joe Biden,- es una “peligrosa trampa” que crea “una simetría ilusoria entre los rehenes israelíes (…) y terroristas despreciables”.
El Gobierno de Biden no permitirá que los “extremistas”, incluso en Israel, desvíen de su curso las conversaciones sobre el cese del fuego, dijo el viernes el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
“La idea de que [Biden] apoyaría un acuerdo que deja en riesgo la seguridad de Israel es simplemente errónea, indignante, absurda”, recalcó el vocero, subrayando que Smotrich “debería estar avergonzado”.
Sin embargo, el ministro de extrema derecha volvió a la carga este sábado: “El acuerdo de rendición deja morir a la mayoría de los secuestrados, libera a muchos asesinos, devuelve a los terroristas al norte de la Franja de Gaza, abandona la frontera y permite a Hamás contrabandear armas y restaurar su poder para regresar y atacar a Israel”, escribió en X.
“Ninguna crítica ni ningún ataque me distraerá de la meta”, concluyó.
Acuerdo estancado
Hasta ahora, el acuerdo había quedado estancado ante la exigencia de Hamás de que el cese el fuego sea definitivo, y la insistencia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de reanudar los combates hasta “extinguir” al grupo islamista.
La guerra estalló el 7 de octubre del año pasado tras un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados. Actualmente, 111 rehenes continúan en la Franja, aunque al menos 39 habrían perdido la vida.
Tras más de 10 meses de escalada, la ofensiva israelí ha dejado en la Franja de Gaza casi 40.000 muertos -la mayoría niños y mujeres-, más de 90.000 heridos, 10.000 desaparecidos bajo los escombros y 1,9 millones de desplazados que sobreviven en una crisis humanitaria sin precedentes. EFE