Milagros Asto Sánchez

Israel ha asegurado que todos los miembros de Hamás están condenados a morir sin importar dónde estén. Una promesa que tomó impulso esta semana cuando el número dos del grupo islamista palestino fue asesinado en Líbano, lo que, más allá de ser una inyección de moral para las fuerzas israelíes, implica nuevos retos en la guerra que se libra en la franja de Gaza y eleva el riesgo de un conflicto mayor en Medio Oriente.