El líder de Hezbollah en el Líbano, Hassan Nasrallah, en una imagen del 11 de octubre de 2016. (Foto de STRINGER / AFP).
El líder de Hezbollah en el Líbano, Hassan Nasrallah, en una imagen del 11 de octubre de 2016. (Foto de STRINGER / AFP).
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Agencia EFE

El líder del grupo , , murió el viernes en un bombardeo de Israel en Beirut, cumpliendo un destino que siempre estuvo presente en su vida y que había podido esquivar durante los más de 30 años en los que fue el máximo responsable de la formación política y militar del movimiento chiita libanés, que ha quedado decapitado.

Israel afirmó este sábado que su némesis cayó bajo una oleada de bombardeos sobre uno de los cuarteles de Hezbolá en su feudo de el Dahye, en la periferia meridional de Beirut.

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La muerte llegó llegado después de una semana de ataques masivos sobre el grupo desatados por el gobierno de Benjamin Netanyahu, que ya causaron la muerte de varios altos mandos del partido y milicia armada aliada de Irán, así como la muerte de decenas de civiles libaneses.

Su ausencia abrirá un escenario impredecible sobre el futuro del grupo.

Un rescatista lucha contra el incendio entre los escombros humeantes de un edificio destruido en un ataque aéreo de Israel en el barrio de Haret Hreik, en los suburbios del sur de Beirut, el 27 de septiembre de 2024. (Foto de Ibrahim AMRO / AFP).
Un rescatista lucha contra el incendio entre los escombros humeantes de un edificio destruido en un ataque aéreo de Israel en el barrio de Haret Hreik, en los suburbios del sur de Beirut, el 27 de septiembre de 2024. (Foto de Ibrahim AMRO / AFP).
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Tras hacer explotar miles de aparatos de comunicación en manos de integrantes del grupo, lanzar cuatro ataques selectivos contra sus comandantes en el Dahye, y devastar por aire los principales bastiones del grupo en el país, Israel aparentemente encontró lo que buscaba.

El viernes por la tarde bombardeó Dahye con Nasrallah como objetivo específico.

Bestia negra

Nasrallah tomó las riendas del movimiento chiita en 1992 después de que su predecesor, Abbás al Musawi, muriera en el ataque de un helicóptero israelí en el sur del Líbano.

Desde siempre fue muy consciente de que como responsable último de Hezbolá era un enemigo declarado de Israel. Desde 2006 vivía en ubicaciones secretas.

Una imagen de archivo del 28 de septiembre de 2019 que muestra al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah. (Foto de KHAMENEI.IR / AFP).
Una imagen de archivo del 28 de septiembre de 2019 que muestra al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah. (Foto de KHAMENEI.IR / AFP).
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Desde esa fecha, solo apareció en público en un puñado de ocasiones, la última de ellas hace una decena de años. Pese al conflicto creciente, sus apariciones fueron solo televisadas desde lugares desconocidos.

No he utilizado teléfonos móviles ni fijos en años por motivos de seguridad e incluso si quisiera hacerlo, no me lo permitirían”, reconoció el pasado mayo, al disculparse por no poder recibir condolencias o asistir al funeral de su madre, donde se emitieron sus palabras grabadas.

Su oratoria y carisma, reconocido en el mundo árabe, eran dos de sus bazas principales, tan renombradas como su cautela.

Camino hacia Hezbolá

Nació en 1960 en una familia modesta de los suburbios orientales de Beirut y desde la escuela mostró un gran fervor religioso.

Seguidor del imán Musa Sadr, líder de la comunidad chií libanesa posteriormente desaparecido en extrañas circunstancias, Nasrallah se sumó de adolescente al movimiento político chií Amal y participó en algunas de sus protestas.

Rondando ya la mayoría de edad, viajó a la ciudad iraquí de Nayaf, cuna del pensamiento teológico chiita, donde fue instruido por algunos de los clérigos que acompañaron al ayatolá Ruholá Jomeini en la Revolución Islámica iraní.

Hassan Nasrallah se dirige a una multitud durante las conmemoraciones de Ashura en un suburbio del sur de Beirut el 12 de octubre de 2016. (Foto de PATRICK BAZ / AFP).
Hassan Nasrallah se dirige a una multitud durante las conmemoraciones de Ashura en un suburbio del sur de Beirut el 12 de octubre de 2016. (Foto de PATRICK BAZ / AFP).
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A su regreso al Líbano, estudió bajo la supervisión de quien sería su predecesor al frente de Hezbolá, Abbas Musawi.

En 1982 fue uno de los creadores de Hezbolá, “el Partido de Dios” y desde el inicio formó parte de su órgano de dirección, el “Consejo de los Siete”.

Nasrallah se destacó como uno de los líderes de la corriente reformista, que buscaba incorporar al grupo, clandestino, en la vida política lbanesa.

Su ascendencia fue tal que fue nombrado secretario general del grupo unas horas después de que Israel acabara con la vida de su predecesor.

Contaba entonces con 32 años.

Entrada en política

Partidarios de Hezbollah levantan retratos del líder del grupo, Hassan Nasrallah, mientras se reúnen para asistir a su discurso transmitido en una pantalla gigante el 9 de mayo de 2022. (Foto de Mahmoud ZAYYAT / AFP).
Partidarios de Hezbollah levantan retratos del líder del grupo, Hassan Nasrallah, mientras se reúnen para asistir a su discurso transmitido en una pantalla gigante el 9 de mayo de 2022. (Foto de Mahmoud ZAYYAT / AFP).
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Nasrallah sacó a Hezbolá de la clandestinidad y lo convirtió en un partido político, con una proyección más allá de ser una simple una milicia o una cofradía religiosa.

En 1992 se presentó a sus primeras elecciones y ganó doce escaños en el Parlamento libanés.

Como secretario del grupo, estrecho aliado de Irán, Nasrallah cosechó gran respeto en el mundo árabe, particularmente después de que su postura beligerante e intransigente ayudara a que Israel abandonara el Líbano tras 18 años de ocupación.

En años posteriores mantuvo su postura, que terminó derivando en el conflicto de 2006 en la que durante cinco semanas Hezbolá e Israel intercambiaron golpes una guerra “particular” que afectó a gran parte del Líbano.

En lugar de desarmarse y retirarse de la frontera sur de Líbano, tal como estipulaba el acuerdo de paz de 2006, Hezbolá se rearmó fuertemente, obtuvo armas de larga distancia y mantuvo su hostigamiento hacia Israel, que respondió ferozmente.

Durante todo este tiempo Hezbolá se consolidó como un Estado dentro del Estado libanés, con feudos inexpugnables y una poderosa fuerza militar.

Hezbolá entró en la guerra de Gaza en 2023 para dar apoyo a sus aliados de Hamás y para desestabilizar el flanco norte de Israel.

La brutalidad de la respuesta israelí, que se hizo esperar casi un año y que se ha llevado solo menos de una semana más de 700 vidas, parece haber sido esta vez demasiado para el escurridizo clérigo.

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