Cómo Estados Unidos ayudó a Israel para neutralizar el masivo ataque de Irán

La noche del sábado, durante cinco horas Irán lanzó más de 300 misiles balísticos, de crucero y drones contra Israel. Sin embargo, los israelíes tuvieron el apoyo clave de varios aliados para interceptar el 99% de esos proyectiles, incluso muchos ni llegaron a cruzar su territorio. Uno de esos países amigos fue Estados Unidos, que desplegó diversos medios de defensa que resultaron exitosos.

El ataque de Irán fue en represalia por el bombardeó israelí a su consulado Damasco ocurrido el 1 de abril y donde murieron 13 iraníes, entre ellos el general de la Guardia Revolucionaria Mohamed Reza Zahedi, comandante del cuerpo de élite Fuerza Quds.

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Tras ese bombardeo, Irán anunció públicamente, y de manera reiterada, que daría una respuesta militar a Israel, país que entró en alerta máxima y, junto con sus aliados, tuvo al menos diez días para prepararse.

En los días previos al ataque de Irán, funcionarios estadounidenses, incluidos el secretario de Defensa Lloyd Austin y el secretario de Estado Antony Blinken, estuvieron en contacto permanente con los israelíes, así como con otros países del Medio Oriente, de acuerdo con medios estadounidenses como The Washington Post.

El general Michael Erik Kurilla, jefe del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), fue enviado a Israel y proporcionó actualizaciones en tiempo real, además de coordinar con los israelíes y otros socios.

Estados Unidos también estuvo en contacto con Irán, enviando “una serie de comunicaciones directas a través del canal suizo”, dijo un alto funcionario de la administración del presidente Joe Biden, citado por la agencia AFP.

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Al no tener Irán y Estados Unidos relaciones diplomáticas, Suiza suele actuar como intermediario entre ambos países.

De acuerdo con la agencia EFE, fuentes gubernamentales estadounidenses aseguraron que Washington estuvo coordinado con aliados como Israel, Reino Unido y Francia para reforzar las defensas aéreas israelíes; pero también hubo contactos con otros países como China, India, Turquía, Jordania e Irak para evitar una escalada regional.

Cada detalle de la maniobra de defensa fue diseñado personalmente por Biden, según esas fuentes.

Como parte de los preparativos, Biden ordenó el envío a la región de aviones, destructores con sistemas antimisiles, que luego fueron claves para neutralizar el ataque de Irán.

“Bajo mis instrucciones, para apoyar la defensa de Israel, el ejército estadounidense trasladó aviones y destructores de defensa contra misiles balísticos a la región durante el transcurso de la semana pasada”, confirmó Biden en un comunicado el sábado por la noche. “Gracias a estos despliegues y a la extraordinaria habilidad de nuestros militares, ayudamos a Israel a derribar casi todos los drones y misiles entrantes”, agregó.

Así, mientras Israel montaba su defensa con cazas e interceptores tierra-aire Arrow 2 y Arrow 3 y el Domo de Hierro, Estados Unidos coordinaba la defensa aérea de las fuerzas de la coalición desde el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de la Base Aérea de Al Udeid, en Qatar.

Una vez comenzó el ataque iraní, informó EFE, la cúpula de seguridad de EE.UU., incluidos Blinken, Austin y el asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan, empezaron a coordinar con las autoridades israelíes. Mientras que Biden, que pasaba el sábado en la localidad playera de Rehoboth (Delaware), tuvo que poner rumbo a la Casa Blanca.

En la sala de crisis de la Casa Blanca, la Situation Room, Biden siguió muy de cerca la respuesta al ataque iraní, precisó EFE.

Según un funcionario estadounidense, hubo especial tensión cuando Irán lanzó un centenar de misiles balísticos que amenazaban con superar las defensas israelíes.

Sin embargo, una vez que fueron neutralizados, algunos fuera de la atmósfera terrestre, en la sala de crisis se respiró “cierto alivio”.

“Cuando supimos que los preparativos y la planificación habían tenido éxito... sentimos un poco de alivio”, dijo un alto funcionario de la administración Biden. “Puedes imaginar esos momentos tensos”.

Según The Washington Post, entre las fuerzas estadounidenses que participaron se encontraban el 494º Escuadrón de Cazas, que tiene su cuartel general en Reino Unido; y el 335º Escuadrón de Cazas, de la Base de la Fuerza Aérea Seymour Johnson en Carolina del Norte.

Ambos escuadrones utilizaron sus aviones de combate F-15E Strike Eagles y F-16 Fighting Falcon para derribar unos 70 drones de ataque que se dirigían a Israel.

Otro alto funcionario militar dijo al Post que el USS Carney y el USS Arleigh Burke, destructores situados en el Mediterráneo, derribaron entre cuatro y seis misiles balísticos.

Además, las tropas estadounidenses que manejaban los sistemas antimisiles Patriot desde Irak derribaron otro misil que sobrevolaba el espacio aéreo iraquí en su camino hacia Israel.

Mientras Biden y sus asesores estaban en la sala de crisis, a través de los suizos Irán envió un mensaje “básicamente sugiriendo que habían terminado”, dijo el domingo un alto funcionario gubernamental a Time.

El mensaje iraní llegó cuando todavía las fuerzas estadounidenses y sus socios regionales estaban ayudando a Israel a derribar los misiles y drones.

Alrededor de las 9 de la noche, Biden habló por teléfono con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que estaba sentado con su gabinete de guerra en Tel Aviv, y dejó en claro que era el momento de “pensar cuidadosa y estratégicamente” sobre lo que viene después, dijo el alto funcionario de defensa a Time.

El ataque, al haber sido ampliamente anticipado por Irán, tenía la intención de responder al bombardeo israelí en Damasco sin cruzar la línea de una confrontación armada directa, que Teherán ha dejado claro durante meses que está tratando de evitar, anotó Time.

“El ataque masivo de Irán fue llamativo, pero no fatal... Irán quería hacer una demostración de fuerza sin desencadenar una escalada más amplia”, dijo a Time Ali Vaez, director del Proyecto Irán del International Crisis Group.

Sin embargo, los analistas también creen que Irán probablemente esperaba un resultado mejor, pues prácticamente todos sus proyectiles fueron derribados, algo que podría haber dañado su capacidad de disuasión en lugar de fortalecerla.

El único daño que se produjo fue en una base de la Fuerza Aérea de Israel en el sur, que fue impactada por misiles. Sin embargo, tras el ataque seguía funcionando con normalidad. Además, un niño de siete años resultó gravemente herido por metralla.

El resultado de la acción de Irán ha “demostrado claramente la asimetría que existe en términos de capacidades militares convencionales”, sostuvo Vaez.