Teherán (AP)
Los legisladores iraníes aprobaron un proyecto de ley que criminaliza las operaciones para control de la natalidad en momentos en que decrece la población nacional.
La agencia noticiosa ISNA dijo que 106 de 207 legisladores votaron a favor del proyecto, que dispone penas de prisión de dos a cinco años para quienes se realicen vasectomías o ligadura de trompas. Los oponentes advirtieron que podía empujar a los iraníes a buscar procedimientos médicos ilegales potencialmente peligrosos.
El proyecto requiere mayor debate y la ratificación de un supervisor constitucional antes de ser promulgado.
El año pasado, unas 100.000 personas se sometieron a operaciones para el control de la natalidad.
Cambio de política
Después de controlar exitosamente la tasa de natalidad durante dos décadas, Irán ahora promueve la natalidad para compensar por la población que envejece. El año pasado, el parlamento aprobó un proyecto de ley que permite al gobierno aumentar las licencias por maternidad.
La tasa de natalidad iraní alcanzó un máximo de 3,6 hijos por matrimonio después de la Revolución Islámica de 1979, una de las más altas del mundo en ese entonces.
Para 1990, los expertos calcularon que Irán podría alcanzar los 140 millones de personas si no se tomaban medidas. Para combatir ese aumento, el líder supremo, el ayatola Alí Jamenei, apoyó el control de la natalidad y el entonces presidente moderado Alí Hashemi Rafsanjani promovió el control de la tasa de natalidad como parte de sus planes de desarrollo.
Se pusieron en circulación condones producidos masivamente. La tasa de natalidad bajó hasta la cifra actual de 1,8 hijos por pareja. Los expertos dicen que aquella campaña pudo haber resultado exitosa, pero de no revertirse la tendencia, el crecimiento de población bajaría a cero en los próximos veinte años.
Irán tiene 77 millones de habitantes. Las autoridades dicen que debería tener 150 millones por lo menos. Pero los expertos sostienen que es difícil animar a los iraníes a tener más hijos en una economía mal manejada, afectada por sanciones occidentales, una inflación del 36% y un elevado desempleo.