Renzo Giner Vásquez

En el 2021, anunció que debajo de la franja de Gaza había construido unos 500 kilómetros de túneles. Bautizada como el “metro” de Gaza, esta intrincada red subterránea no sirve para transportar víveres o personas sino para contrabandear armamento desde Egipto y para que miembros del grupo extremista se infiltren en territorio buscando perpetrar ataques como los registrados el último 7 de octubre.

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La construcción de la red habría empezado a principios de los 2000 y pese a los esfuerzos hebreos por destruirlos se han ido renovando con frecuencia. Las Fuerzas de Defensa israelíes (FDI) temen que dicha red sirva para esconder a los rehenes capturados durante los atentados terroristas que dieron inicio a la actual guerra en la zona hace dos semanas.

Según Israel, Hamás camufla las entradas a los túneles en zonas residenciales, escuelas o mezquitas.

Estos túneles jugarían, además, un papel clave para sortear el bloqueo terrestre, marítimo y aéreo impuesto por Israel sobre el enclave palestino desde el 2007, cuando Hamás le arrebató el control a la Autoridad Nacional Palestina. Cabe resaltar que Egipto también mantiene un bloqueo terrestre en Gaza, debido a que en El Cairo existe el temor que los Hermanos Musulmanes (organización muy cercana a Hamás) se fortalezcan dentro de su territorio.

Se podría decir que la red de túneles ha sido un salvavidas para Hamás durante muchos años, sobre todo desde el bloqueo en 2007. Sin los túneles habría sido extremadamente difícil, si no imposible, que Hamás sobreviviera y gestionara las condiciones de vida en Gaza de más de 2 millones de personas”, explicó recientemente a BBC Mundo Khaled el Haroub, profesor especializado en estudios de Medio Oriente en la Universidad del Noroeste en Qatar y autor de varios libros sobre Hamás.

Se desconoce el presupuesto que Hamás ha asignado para la construcción de toda esta red de túneles, pero sus críticos afirman que para ello se ha destinado toneladas de hormigón que llegaron al enclave en forma de ayuda humanitaria; por otro lado, el dinero invertido en esta infraestructura podría haberse destinado a levantar refugios antiaéreos o mejorar los servicios del enclave.

En el plano bélico, los túneles representan una enorme ventaja para Hamás, pues le permite burlar los sofisticados equipos aéreos israelíes, como helicópteros o drones, además de volverlos prácticamente inmunes a muchos de los bombardeos. Esto último se explica principalmente por la profundidad que alcanzan las vías, necesarias para superar el muro fronterizo que cuenta con 6 metros de altura, 6 metros de profundidad y costosos sensores tecnológicos.

Conscientes del riesgo que representan estos túneles, las FDI han organizado diversas operaciones especialmente destinadas a destruir estos túneles. En el 2014, por ejemplo, luego de que hombres armados ingresaran al menos cinco veces hacia Israel desde Gaza, las FDI realizaron la operación Margen Protector en la que destruyeron 32 túneles usados por Hamas.

En el 2021, en una nueva operación bautizada como Guardián de las Murallas, las fuerzas hebreas destruyeron más de cien kilómetros de túneles cavados debajo de Gaza, Rafah y Khan Yunis.

Se estima que la inminente operación militar terrestre anunciada por Israel sobre Gaza tendrá como uno de sus objetivos primordiales afectar nuevamente la red de túneles, especialmente por las sospechas hebreas de que estarían siendo utilizados para esconder a los rehenes secuestrados el 7 de octubre.

Las autoridades israelíes han advertido que la fase terrestre podría extenderse entre 7 meses y un año en un buen escenario y que podría ampliarse hasta varios años si se presentan complicaciones, por lo que se presume que tendrían pensado acabar por completo con el “metro” de Gaza. Una labor para nada sencilla pues podrían terminar convirtiéndose en trampas mortales.

Gaza es una trampa a la que ningún militar quiere entrar”, aseguró a la BBC el director del centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos, Eitan Shamir.