“Se trata de una propuesta franco-estadounidense a la que el primer ministro ni siquiera respondió”, señaló el jueves la oficina del jefe de gobierno israelí, Benjamín Netanyahu, a través de un comunicado en referencia al alto al fuego de 21 días en el Líbano, propuesto por Estados Unidos, Francia, Canadá y Alemania el miércoles durante una rueda de prensa.
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La propuesta de los aliados occidentales de Israel buscaba poner fin a los enfrentamientos entre las fuerzas hebreas y el grupo chiita Hezbolá que iniciaron el 8 de octubre del 2023, luego de que los libaneses bombardearan el norte israelí, y que han arreciado durante los últimos días tras ataques israelíes que han desbaratado a la cúpula de la organización musulmana.
El propio Netanyahu aseguró el jueves, tras su arribo a Nueva York para participar de la Asamblea General de la ONU, que su ejército está atacando “con fuerza total” a Hezbolá y que no cesará hasta cumplir sus objetivos, “siendo el principal de ellos el retorno de los residentes del norte de Israel a sus casas”.
El canciller israelí, Israel Katz, confirmó poco después a través de sus redes sociales que no habría una tregua con Hezbolá y que su ejército seguiría combatiendo “con toda la fuerza hasta la victoria y hasta el retorno seguro a sus casas de los habitantes del norte”. La agencia de noticias AP informó, además, que los socios de ultraderecha que mantienen a Netanyahu en el poder habrían amenazado con disolver la coalición de gobierno si se conseguía una tregua con la organización considerada terrorista.
Israel estima que unos 60 mil de sus ciudadanos han tenido que desplazarse del norte del país debido a los ataques de Hezbolá. Del lado libanés, mientras tanto, la Organización Internacional para las Migraciones estimó que solo en la última semana unas 90 mil personas han seguido la misma suerte debido a la escalada militar.
Poco después de las declaraciones de Netanyahu, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) anunciaron que habían atacado 220 objetivos vinculados a Hezbolá durante las últimas 24 horas y abatido a su comandante a cargo del área de drones, Mohammed Hussein Surour.
Se estima que más de 600 personas han muerto y otras miles han resultado heridas en el Líbano desde que iniciaron los bombardeos israelíes.
Era previsible que la propuesta de tregua sería rechazada. Los norteamericanos se la han pasado haciendo propuestas de este tipo, primero en Gaza y ahora en el Líbano pero Netanyahu no les hace caso. Lo que hace pensar que la influencia estadounidense es bastante limitada sobre este gobierno, especialmente porque el primer ministro tiene sus propias agendas y no tendría la mejor relación con el presidente Biden. Es cierto que Estados Unidos se ha puesto del lado israelí pero eso también les genera problemas internos, sobre todo porque hay muchos estadounidenses de origen árabe. Además, Biden ha abogado por conseguir una tregua en Gaza. Y, finalmente, muchos señalan que en el fondo a Netanyahu le conviene la guerra, por un lado para evitar las investigaciones en su contra por corrupción y por otro para mantener a sus aliados más radicales en el gobierno.
Sobre los riesgos que existen, está claro que Irán, que de alguna forma determina las decisiones de Hezbolá, no busca una guerra generalizada. Estados Unidos tampoco lo quiere, Europa aún menos. Y el propio Hezbolá tampoco porque se da cuenta que Israel es demasiado fuerte. Parece que quienes sí quieren una guerra generalizada son Netanyahu y sus aliados.
- Llamados diplomáticos -
Los gobiernos detrás de la propuesta de tregua temen que el conflicto entre Israel y Hezbolá pueda desencadenar una guerra total en Medio Oriente, lo que pondría en grave riesgo a la seguridad global, por ello muchos han hecho un nuevo llamado a buscar una salida pacífica.
La respuesta de Netanyahu, además, habría causado sorpresa en Washington debido a que la declaración en conjunto había sido “coordinada con la parte israelí”, aseguró la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, insistió este jueves en que la propuesta podría representar una “solución diplomática”. “Gran parte del mundo se está uniendo para pedir un alto el fuego de 21 días para darnos algo de tiempo y espacio para ver si podemos buscar una solución diplomática”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense durante una entrevista con la cadena MSNBC.
En la misma línea se pronunció el ministro británico de Defensa, John Healey, quien urgió tanto a Netanyahu como a los líderes de Hezbolá a “hacer caso” a los llamados a la tregua. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, por otro lado aseguró que no daba por cerrada la negociación para alcanzar una tregua y que mantendrá “los contactos y hacer todo para que esa propuesta sea retenida”.
En ese sentido, Egipto advirtió este jueves que las “prácticas y agresiones israelíes” en el Líbano y la franja de Gaza amenazan con convertir a la región en una región de “caos y confrontación”, e instó a un alto el fuego “inmediato, integral y duradero”.