El presidente israelí Isaac Herzog. (Foto de SAUL LOEB / AFP)
El presidente israelí Isaac Herzog. (Foto de SAUL LOEB / AFP)
/ SAUL LOEB
Agencia EFE

El presidente de , , lamentó hoy la “frustración” y “ansiedad” de muchos israelíes tras la aprobación de la primera ley de la polémica reforma judicial que impulsa el gobierno de, y confesó que él también se siente “enfadado” por ello.

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Vivimos tiempos extremadamente difíciles. Veo a muchos dedicados israelíes llenos de un dolor inmenso, frustración y una ansiedad profunda y real por lo que está sucediendo y lo que aún está por suceder. Veo claramente y escucho atentamente, y esos sentimientos sinceros son realmente desgarradores”, afirmó hoy el presidente en un mensaje a la nación la víspera de Tisha B’Av, fiesta judía que conmemora la destrucción de los templos de Jerusalén.

La Knéset (Parlamento israelí), con el apoyo mayoritario de los diputados de la coalición de gobierno, aprobó el lunes una de las leyes clave de la reforma judicial, la que elimina la doctrina de la razonabilidad, que permitía al Supremo revisar y revocar decisiones gubernamentales en base a si son razonables o no.

Con toda honestidad, en los últimos días yo también me he despertado con un profundo sentimiento de frustración y una fuerte sensación de crisis. También estoy en un torbellino de emociones. También me duele y estoy enfadado”, confesó Herzog.

El presidente intentó hasta el último minuto, poco antes de que se votara esa ley, que gobierno y oposición retomaran negociaciones para alcanzar un consenso nacional en torno a la reforma judicial, como ya hizo en primavera, pero volvió a fracasar.

Como alguien que pensó que un acuerdo era posible y trabajó con todas sus fuerzas las 24 horas del día para tender puentes, llegar a un compromiso y echar una mano, estoy muy decepcionado”, indicó al respecto.

Herzog alertó sobre la “polarización” de la sociedad israelí y sobre el grave “daño social, económico y de seguridad” que puede sufrir Israel a cuenta de la reforma, que ha provocado una seria fractura nacional y las mayores protestas de la historia de Israel, que no han cesado en más de siete meses desde que se anunciara ese plan para cambiar el sistema de justicia.

Entre esta vorágine de emociones, estoy más decidido que nunca y no voy a rendirme ni a perder la esperanza. (...) No hay misión más importante para mí, como presidente y ciudadano, que sanar y reunir al pueblo, y salvaguardar el Estado de Israel y nuestra democracia”, alegó Herzog, que suplicó a los políticos que “recurran al diálogo” y “eviten la violencia”.

El presidente también empatizó con los más de 10.000 reservistas, “patriotas hasta la médula”, que se han negado a prestar servicio en el Ejército en protesta por la reforma; pero expresó su preocupación por la amenaza que eso pueda entrañar para la seguridad de Israel.

Por favor considere cada movimiento. Confío en usted para mantener el Estado de Israel estable y seguro”, pidió.

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