La madrugada de este viernes (noche del jueves en el Perú), seis días después de que Irán lanzara un inédito ataque aéreo contra Israel, se reportaron varias explosiones en la República Islámica de Irán que a todas luces corresponderían a la respuesta del país hebreo, aunque esto no ha sido oficializado por las autoridades israelíes.
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Desde Jerusalén han preferido guardar silencio por ahora, pero un oficial de alto nivel estadounidense aseguró a la cadena CNN que el ataque había sido ejecutado por los israelíes. En Irán, por otro lado, parece existir la intención de minimizar el ataque con el propio presidente Ebrahim Raisi evitando referirse al mismo durante un encuentro con la prensa celebrado la mañana de este viernes 19.
Los medios estatales persas, además, se esforzaron en mostrar imágenes de Isfahan, blanco principal del ataque, en los que se vieran a las personas realizar sus actividades cotidianas en un día festivo, como son los viernes en las naciones musulmanas.
El Comercio conversó con el analista internacional Roberto Heimovits sobre la situación en Medio Oriente, la postura de ambos gobiernos tras los últimos sucesos y la posibilidad de que el conflicto siga escalando en la región.
- ¿Cómo cataloga la actitud de ambos gobiernos enemigos en estos momentos?
Ninguno quiere aumentar la tensión ahora mismo, ni Irán ni Israel. Es una situación curiosa pero no infrecuente ni desconocida en relaciones internacionales. A veces, inclusive a enemigos declarados les conviene cooperar limitadamente cuando una escalada no resulta de interés para ninguno de los dos. En este caso, si ninguno quiere escalar, sería porque en el corto plazo, me refiero a los próximos días, Irán no quiere más problemas con Israel debido a que no sentiría que está preparada para hacerlo. Israel, por su parte, ya tiene el problema inmediato de que la guerra en Gaza continúa y tiene el enfrentamiento con Hezbolá desde el Líbano, así que tampoco le conviene abrirse un nuevo frente.
- ¿Estos ataques limitados resultan también un mensaje para el otro?
Así es. Es lo que se conoce en relaciones internacionales como ‘signaling’, que en español sería señalizar. Irán le comunicó a Israel con su ataque masivo del sábado 13 que puede llegar a atacarlo masivamente. Y ahora Israel le habría comunicado a Irán, o le habría señalizado, que también puede llegar a territorio iraní. Ahora, curiosamente, ambas señales han sido débiles. En el caso de Irán, porque no causó ningún daño humano ni material importante, aparte de la niña israelí que lamentablemente resultó herida. En el caso de Israel, no sé exactamente qué mensaje trataba de dar. Es decir, puede llegar a Irán pero su ataque fue muy limitado, así que no sé en qué medida disuadiría a Irán en el mediano plazo.
- ¿Más allá de estos ataques limitados, cuán fuerte es el músculo bélico tanto de Irán como de Israel?
En el caso de Irán, sus fuerzas convencionales, si bien cuantitativamente son de cierta importancia, están atrasadas tecnológicamente. O sea, comparado con el armamento de un país latinoamericano, está en bastante buen estado. Pero comparado con el armamento que posee Israel, está lejos. Por el lado convencional no está cerca de Israel, pero sí puede hacerle daño a través de su aliado libanés Hezbolá, que tiene una inmensa cantidad de cohetes que de ser disparados harían daño. Israel, por otro lado, sí tendría la capacidad de penetrar con bastante más potencia a Irán.
- ¿La situación podría escalar aún más entre ambos países?
Sí. Por dos motivos. En primer lugar, a pesar del fracaso del ataque iraní del sábado y de la poca potencia del ataque israelí de esta madrugada, ambos países siguen teniendo áreas de fricción significativas. Israel sigue peleando en la franja de Gaza e Irán tradicionalmente ha apoyado, financiado, entrenado y armado a Hamás. Hezbolá sigue atacando a Israel y ese grupo es el principal aliado de Irán, que también lo financia, arma y y entrena. Cualquiera de esas dos áreas de fricción tiene el potencial para llevar a una escalada entre Irán e Israel. Pero el problema principal es que Irán ha declarado en repetidas ocasiones que Israel debería desaparecer del mapa. Esto lo ha dicho el propio ayatolá Alí Jameneí y es una amenaza grave si consideramos sus avances nucleares.
- ¿Ha avanzado mucho en ese sentido la república islámica?
El director de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha dicho recientemente que Irán está enriqueciendo cada vez más cantidad de uranio y está más cerca al 90% que se necesita para fabricar su primera bomba atómica. Entonces, esas áreas de fricción y el avance del programa nuclear de Irán cada vez más acelerado dejan abierta la probabilidad de una escalada. Además de que Israel probablemente siga atacando a las fuerzas iraníes en Siria para que no puedan darle más armamento a Hezbolá.
- Siria e Irak también reportaron naves israelíes en su espacio aéreo, ¿qué opciones hay de que el conflicto involucre directamente a estos territorios?
Hay un riesgo significativo porque Irán es aliado del régimen sirio de Bashar al Asad, tiene fuerzas militares ahí, consejeros de la Guardia Revolucionaria y milicias desplegadas. Asimismo en Irak hay milicias chiitas estrechamente ligadas a la Guardia Revolucionaria. Existe la posibilidad de que haya lanzamientos de cohetes de esos países hacia Israel, como algunas fuentes sostienen que también hubo el sábado 13. Y en caso de que se lanzaran cohetes o se iniciaran actividades terroristas desde Siria o Irak e Israel responda, mate a más oficiales o a fuerzas militares de la Guardia Revolucionaria, Irán vería justificado hacer nuevas incursiones desde su territorio contra Israel. Luego Israel responde y estaríamos ante una nueva escalada.
- Occidente ha instado en todo momento a que Israel sea cauto en su respuesta, ¿hasta qué punto estarían dispuestos países como EEUU, Reino Unido o Francia a involucrarse en una guerra directa?
Es muy difícil de calcular. Los países occidentales están demostrando hasta la saciedad que no tienen apetito para un enfrentamiento con Irán. Aunque es cierto que Francia, Reino Unido y EEUU se involucraron muy activamente en la defensa de Israel durante el ataque del sábado 13. El presidente Joe Biden parece que no quiere ningún problema más en el exterior antes de las elecciones de noviembre. Pero por otro lado, si el enfrentamiento sigue creciendo y se sale de control, un Irán con armas nucleares claramente sería una amenaza no solamente para Israel, sino también para los países árabes del Golfo, como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait que son aliados de Occidente. Entonces podrían llegar a la conclusión, muy a su pesar, de que no tendrían más remedio que involucrarse si es la única manera de evitar que Irán llegue a tener armas nucleares.