Bagdad [REUTERS]. El clérigo chiita más importante de Iraq instó a sus seguidores a tomar las armas el viernes para defenderse de un implacable avance de los insurgentes sunitas, en una fuerte escalada de un conflicto que amenaza con una guerra civil y el potencial quiebre del país.
En una inusual intervención durante las oraciones de los viernes en la ciudad santa de Kerbala, un mensaje del gran ayatola Ali al-Sistani, la más alta autoridad religiosa para los chiitas en Iraq, dijo que el pueblo debería unirse para luchar contra la avanzada de militantes del grupo radical Estado Islámico de Iraq y Siria (ISIS).
Combatientes bajo la bandera negra de ISIS capturaron otras dos ciudades iraquíes durante la noche en un avance hacia el sur rumbo a la capital, Bagdad, de la cual ya está muy cerca. Se trata de una campaña que busca fundar un califato medieval a partir de la fragmentación de Iraq y Siria.
"Las personas que son capaces de llevar armas y de combatir a terroristas en defensa de su país (...) deberían presentarse como voluntarios para integrar las fuerzas de seguridad para lograr este objetivo sagrado", declaró el jeque Abdulmehdi al-Karbalai, entregando el mensaje de Sistani a los fieles.
"Los que mueran combatiendo a los militantes de ISIS serían mártires", afirmó, mientras los fieles respondían con cánticos.
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