Nuri al Maliki nació el 20 de junio de 1950 en la ciudad de Hindiya, en Iraq. Su familia pertenecía a la clase media y estaba envuelta en la política. Su abuelo Hasan Abdul Muhassin fue un clérigo religioso, poeta y político que formó parte de la revuelta antibritánica de 1920.
Al Maliki se graduó como teólogo en la Universidad de Bagdad y obtuvo una maestría en árabe en la misma ciudad.
En 1960 se unió al partido islámico Dawa, que tenía una posición en contra de Saddam Hussein, motivo por el cual tuvo que huir del país en 1979 por una condena de muerte.
Fue en el exilio donde se convirtió en un líder, pues coordinaba actividades en contra de Hussein. Cambió su nombre por Jawad Maliki y se fue a Siria. Tiempo después, en 1982, se mudó a Irán, donde vivió ocho años.
Además, fueron tiempos en los que dirigió Oficina de la Guerra Santa, un órgano del partido Dawa encargado de comandar a los miles de sus guerrilleros que luchaban contra el ejército y la policía iraquíes. Por lo tanto, Al Maliki dirigía la lucha armada de su partido contra la dictadura de Hussein.
En 1990 se trasladó a Siria nuevamente, donde fue dirigente de la guerrilla en contra de Saddam Hussein hasta el 2003 que Estados Unidos lanzó una invasión a tierras iraquíes. Solo después del derrocamiento de su enemigo político, regresó y se convirtió en el primer ministro y desde el 20 de mayo del 2006 ejerce el cargo.
Por entonces, dos grupos chiítas surgieron, el partido Al Dawa y el grupo de la milicia Muqtada al Sadr. En ese contexto, lo eligieron vicepresidente del Parlamento provisional y participó en la redacción de la Constitución del país.
Su reputación se elevó cuando Al-Maliki comenzó a formular acuerdos sobre cómo estructurar el gobierno y unificar facciones religiosas y políticas. También se le recuerda porque ayudó en la redacción del Estatuto que determinaría que las fuerzas estadounidenses estarían fuera de las ciudades iraquíes desde el 2009.
No obstante, las críticas continuaron vigentes. Durante su gobierno chiíta se dio una discriminación sistemática a los sunitas del país. Además, se dice que no ha solucionado problemas básicos como el hecho de que la mayor parte de Iraq no cuenta con electricidad a pesar de las riquezas petroleras.
Hoy Al Maliki ha sido desplazado del gobierno por Haidar Al Abadi, a quien el presidente Fuad Masum le ha encargado continuar con las funciones de primer ministro y formar un nuevo gobierno. Ahora Al Maliki, que tenía planeado gobernar por tercera vez, acusa a Masum de no haber cumplido el plazo prescrito en la Constitución para encargar la formación de gobierno.
Como respuesta a su negativa, después de aparecer en la televisión estatal emitiendo un discurso en contra de Fuad Massum, Al Maliki ha sacado unidades militares chiitas a las calles de Bagdad.