De acuerdo a fuentes consultadas por el Washington Post, cerca de 15 mil ciudadanos de 80 naciones llegaron a Siria con la intención de derrocar al régimen de Bashar al Assad. Muchos de ellos, afirman los informes, se habrían unido a células que hoy conforman el Estado Islámico.
El medio tomó como referencia estudios de la CIA, el Centro Internacional de Estudio de de la Radicalización y la consultora The Soufan Group, en la que se indica que Túnez es el país que más combatientes ha aportado a esa convulsionada nación. En total, 3 mil tunecinos han dejado su país para combatir por el Estados Islámico.
¿Qué sucede en Túnez? Este país acaba de aprobar su primera constitución democrática y para este año espera sus segundas elecciones libres desde el derrocamiento de Zine el Abidine Ben Alí. Sin embargo, según los expertos, las mejoras en la calidad democrática no han supuesto mejoras en la calidad de vida de los jóvenes.
Es así que los combatientes que han partido de este país a Siria o a Irak lo han hecho motivados por su precaria situación y seducidos por el dinero e incluso por las mujeres que les ofrece el Estado Islámico.
Los propios yihadistas explican que la situación tunecina mejora a la del resto de territorios porque Francia sigue manteniendo su influencia para incluso fomentar que un grupo de generales dé un golpe de Estado.
A Túnez le sigue Arabia Saudí con 2.500 yihadistas, Jordania (2.089), Marruecos (1500), Líbano (890), Rusia (800), Libia (556) y Reino Unido (488), todo, según los resultados del mencionado estudio que puedes ver este mapa.