Washington. El bombardeo estadounidense sin precedentes que mató el viernes en Bagdad al general iraní Qasem Soleimani y al líder paramilitar iraquí Abu Mehdi Al Muhandis abre un periodo de incertidumbre para Estados Unidos y sus aliados en la región.
- Un tiro de precisión -
El Pentágono no entregó detalles de la operación, aunque dejó en claro que el presidente Donald Trump dio la orden de llevarla a cabo.
Según varios medios estadounidenses, se utilizaron drones que golpearon dos vehículos en una carretera que conduce al aeropuerto internacional de Bagdad.
Soleimani, que comandaba las fuerzas especiales Quds de Irán y era considerado como una de las figuras más poderosas del país, viajaba en uno de ellos.
Abu Mehdi Al Muhandis, el número dos de Hashd Al Shaabi, coalición paramilitar mayoritariamente pro-Irán, también murió en el atentado.
Un responsable militar estadounidense aseguró a la AFP que el impacto que pulverizó este viernes en Bagdad dos vehículos donde se encontraban Soleimani y Mehdi se realizó con “un tiro de precisión de dron”.
Este método de asesinato de miembros de un ejército extranjero refleja más el modus operandi del ejército israelí que de las fuerzas estadounidenses, que típicamente organizan con precisión a sus fuerzas especiales cuando buscan eliminar figuras de alto mando.
Los ejemplos incluyen Osama bin Laden, o más recientemente, el exlíder del Estado Islámico Abu Bakr Al Bagdadi.
- MQ-9 Reaper, el verdugo estadounidense-
Numerosos medios identificaron como el MQ-9 Reaper, una bestia blanca de 20 metros de envergadura y 11 de largo, con más de 2 toneladas de peso.
El MQ-9 Reaper es un avión armado multimisión, con techo de vuelo medio, larga autonomía y pilotaje remoto que se emplea principalmente para la ejecución de objetivos en movimiento, además de como activo de inteligencia.
Fuentes del Pentágono han declinado confirmar o negar a Efe que este aparato fuera el modelo de aeronave no tripulada empleado para acabar este jueves con la vida de Soleimani y el vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, en Bagdad, en una carretera cercana al aeropuerto de la capital iraquí.
El MQ-9 Reaper fue diseñado por General Atomics Aeronautical Systems y entró en servicio en 2007 con un costo de 64,2 millones la unidad. Al día de hoy, la Fuerza Aérea de EE.UU. cuenta con 93 de estos aparatos en su flota.
Este dron, que puede ser dirigido desde Estados Unidos por dos pilotos de las Fuerzas Armadas, tiene un techo de vuelo de 15.240 metros de altura, una autonomía de 1.850 kilómetros y alcanza una velocidad de crucero media de 370 kilómetros por hora.
La aeronave cuenta con un Sistema de Apuntado Multiespectral que le permite descubrir y designar objetivos mediante sensores láser e infrarrojos así como mediante el uso de diversas cámaras que, además, permiten ver su actividad en directo desde cualquier rincón del planeta.
Es gracias a este sistema que el MQ-9 Reaper puede emplear sus bombas guiadas Unit-12 Paveway II y GBU-38, así como los misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire, de los que la Fuerza aérea afirma que permiten realizar ataques sobre objetivos con una bajo porcentaje de daños colaterales.
Esta peligrosa arma alada puede además ser desplegada en cualquier parte del globo gracias a su capacidad de ser almacenada en contenedores capaces de transportarse en aviones con una capacidad de carga igual o superior a la del avión militar estadounidense C-130 Hercules.
- Amenaza “inminente” -
Estados Unidos ha seguido de cerca los pasos de Soleimani y podría haberlo atacado antes.
El Pentágono aseguró que el general había estado “desarrollando activamente planes para atacar diplomáticos estadounidenses y miembros del servicio en Irak y en toda la región”.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, afirmó que Soleimani tramaba “una acción importante” que amenazaba la vida de cientos de estadounidenses y que era “inminente”.
El jueves por la mañana, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, advirtió que Estados Unidos no dudaría en tomar “medidas preventivas” si tenía información sobre nuevos ataques.
También dijo que el asesinato de un contratista estadounidense la semana pasada en un ataque con cohete contra una base en Kirkuk, atribuido por Washington a un grupo proiraní, significaba que “el juego había cambiado”.
A través de esta ofensiva, Estados Unidos también está atacando la influencia iraní en Medio Oriente.
Encargado de las operaciones externas de la República Islámica, el poderoso general Soleimani había fortalecido el peso diplomático de Teherán en la región, particularmente en Irak y Siria, dos países donde Estados Unidos está comprometido militarmente.
Abu Mehdi Al Muhandis, era conocido por su virulento antiamericanismo. Según los expertos, era el “enemigo número uno” de Estados Unidos en Irak, donde había trabajado durante décadas una red de tenientes iraníes.
- ¿Cuáles son las consecuencias? -
El precio del petróleo saltó tras la muerte de Soleimani, por los temores del mercado a un aumento de las tensiones en la región.
Irán prometió vengarse. Su aliado, el movimiento Hezbolá de Líbano dijo que el castigo para los responsables será “la tarea de todos los combatientes de la resistencia en todo el mundo”.
Muchos grupos pro-Irán en la región tienen la capacidad de llevar a cabo ataques contra bases estadounidenses en los estados del Golfo, así como contra petroleros y buques de carga en el Estrecho de Ormuz que Teherán podría cerrar en cualquier momento.
También podrían atacar las tropas y bases estadounidenses en Irak, Siria y otras embajadas estadounidenses en la región y atacar a los aliados de Washington, incluidos Israel y Arabia Saudita, incluso países de Europa.
Hay muchas posibilidades. Según la analista Kim Ghattas, del Carnegie Endowment for International Peace, es difícil evaluar lo que sucederá después.
"¿Una guerra? ¿Caos? ¿Represalias limitadas? ¿Nada? Nadie sabe realmente, ni en la región, ni en Washington, porque esto no tiene precedentes", dijo.
El surgimiento pro-Irán también podría tener consecuencias diplomáticas duraderas para Bagdad.
“Irak corre el riesgo de convertirse en un estado paria, aislado del resto del mundo como Venezuela, Corea del Norte y otros”, dijo un alto diplomático iraquí a la AFP.
- Refuerzos estadounidenses -
En los últimos meses, Estados Unidos ha enviado más de 14.000 soldados a la región como refuerzo y anunció el envío de unos 750 hombres adicionales después del ataque a su embajada en Bagdad el martes.
Esper dijo el jueves que un batallón de 4.000 hombres recibió la orden de permanecer en espera para un posible despliegue en los próximos días.
Estados Unidos actualmente tiene 5.200 soldados desplegados en Irak, oficialmente para asistir y entrenar su ejército y asegurar que el Estado Islámico no vuelva a emerger como una fuerza.
El Departamento de Estado pidió a sus ciudadanos el viernes que abandonen Irak “inmediatamente”.