Emily Hand, ex rehén israelí irlandesa de 9 años, junto a su padre Thomas Hand en un hospital de Israel después de ser liberada por Hamás.
Emily Hand, ex rehén israelí irlandesa de 9 años, junto a su padre Thomas Hand en un hospital de Israel después de ser liberada por Hamás.
Roger Zuzunaga Ruiz

Emily Hand es una niña israelí-irlandesa de 9 años que fue liberada por el sábado tras haber estado secuestrada 50 días en . Hoy tiene miedo, habla susurrando y llora, contó su padre Thomas Hand, quien narró cómo su hija sobrevivió al cautiverio.

“Lo más chocante y perturbador de encontrarme con ella fue que solo susurraba, no se le escuchaba. Tuve que poner mi oreja en sus labios”, dijo Thomas Hand en una entrevista con la cadena . “La habían condicionado a no hacer ruido”, agregó.

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Emily fue secuestrada el 7 de octubre cuando estaba en el Kibbutz Beeri en una pijamada en la casa de su amiga Hila, de 13 años. Las dos niñas y la madre de la segunda, Raya Rotem, fueron llevadas a Gaza por Hamás.

Emily Hand antes de su secuestro.
Emily Hand antes de su secuestro.

Solo Emily y Hila han vuelto a la libertad, mientras que Raya permanece cautiva en algún lugar de Gaza.

Raya fue separada de Hila y Emily dos noches antes de la liberación de las niñas. Hamás ha dicho que no la dejó ir porque no la ha ubicado.

Emily cumplió 9 años el 17 de noviembre mientras estaba en poder de Hamás.

La niña perdió a su madre de cáncer cuando solo tenía 2 años.

Una mujer sostiene folletos que muestran a Emily Hand durante una reunión por su noveno cumpleaños frente a la oficina de Save the Children International en Londres el 17 de noviembre de 2023. (Foto de Daniel LEAL / AFP).
Una mujer sostiene folletos que muestran a Emily Hand durante una reunión por su noveno cumpleaños frente a la oficina de Save the Children International en Londres el 17 de noviembre de 2023. (Foto de Daniel LEAL / AFP).
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De un refugio a otro

En la entrevista, Hand afirmó que Hamás la trasladaba de un refugio a otro de manera constante para escapar del ejército israelí.

“Es aterrador. Que te tiren, te arrastren, te empujen... probablemente bajo los disparos”, dijo Thomas Hand sobre lo que soportó Emily en Gaza, territorio palestino sometido a bombardeos israelíes desde el mismo 7 de octubre.

Hand dijo que Emily poco a poco está compartiendo detalles de su cautiverio.

“Solo sabremos por lo que realmente pasó cuando ella hable”, manifestó a CNN. “Quiero saber tanta información [...] pero hay que dejar que, cuando estén preparadas, lo cuenten”, sostuvo.

La dieron por muerta el 7 de octubre

Dos días después de su secuestro, recuerda CNN, los dirigentes del kibutz le informaron a Hand que habían visto el cadáver de Emily.

“Ellos solo dijeron: ‘Encontramos a Emily. Está muerta’. Y yo dije: ‘¡Sí!’ y sonreí porque era la mejor noticia de las posibilidades que conocía... Así que la muerte fue una bendición, una absoluta bendición”, manifestó Hand, quien explicó que no concebía pensar en los tormentos a los que sería sometida su hija si hubiese sido secuestrada y llevada a Gaza.

Nunca se encontraron restos que científicamente fueran relacionados con la niña.

Casi un mes después, el Ejército de Israel le dijo a Hand que era “muy probable” que Emily estuviera viva como rehén de Hamas. Además, los teléfonos móviles de la familia de su amiga Hila habían sido rastreados hasta Gaza, indicó CNN.

El emotivo reencuentro

Emily Hand abraza a su padre Tom en un hospital de Israel después de ser liberada por Hamás. (AFP).
Emily Hand abraza a su padre Tom en un hospital de Israel después de ser liberada por Hamás. (AFP).
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Thomas Hand contó a CNN cómo fue el reencuentro con Emily.

Las autoridades le habían dicho que ella estaba en la lista de la segunda tanda de rehenes que iban a ser liberados el sábado tras la tregua pactada entre Israel y Hamás.

“De repente se abrió la puerta y salió corriendo. Fue hermoso, tal como me lo había imaginado, corriendo juntos”, dijo Thomas. “Probablemente la apreté demasiado”, añadió.

“Solo cuando dio un paso atrás pude ver que tenía la cara delgada, como la mía, mientras que antes era regordeta, de niña, una cara de niña pequeña”.

Emily perdió peso durante el cautiverio y Hand dijo que nunca la había visto tan pálida. También volvió con la cabeza llena de piojos.

Luego del primer contacto vino lo más estremecedor, cuando Thomas la escuchó hablar.

Está “aterrorizada de hacer ruido” y ahora sólo “susurra” al hablar, dijo. “Cuando regresó, literalmente, tuve que acercar mi oído a sus labios para escuchar lo que decía”.

“Se podía ver el terror en los ojos vidriosos”, agregó.

Esta imagen publicada por el ejército israelí muestra a Emily Hand, ex rehén israelí irlandesa de 9 años, abrazando a su padre en un hospital de Israel. (AFP).
Esta imagen publicada por el ejército israelí muestra a Emily Hand, ex rehén israelí irlandesa de 9 años, abrazando a su padre en un hospital de Israel. (AFP).
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Emily le dijo a su padre que creía que él también había sido tomado como rehén.

Y cuando él le preguntó cuánto tiempo creía que había estado fuera, ella respondió “un año”, indicó CNN.

“Aparte de los susurros, eso fue un golpe en las entrañas. Un año”, sostuvo Thomas.

Le contaron que su madrastra estaba muerta

A partir de lo que le contó Emily, Hand sostiene que los rehenes tenían comida suficiente para sobrevivir y mucha agua para beber.

“Siempre desayunaban, a veces almorzaban y a veces tomaban algo por la noche”, dijo.

La niña no fue agredida físicamente por sus custodios. Hand piensa que bastaba con la fuerza de las voces para controlar a los menores, refirió CNN.

Los niños no podían hacer ruido y solo se les permitía dibujar y jugar con unas cartas, contó Thomas.

Narkis Hand, que en el momento del ataque era la esposa de Thomas Hand, y madre de los dos hermanastros de Emily, fue asesinada por Hamás el 7 de octubre.

“Fue muy duro. Se lo dijimos y sus ojitos se pusieron vidriosos y respiró agitadamente”, explicó.

La niña se recupera poco a poco. “Anoche lloró hasta que se le puso la cara roja y manchada, no podía parar. No quería que la consolaran, supongo que olvidó cómo ser consolada”, dijo Hand. “Se metió bajo las sábanas de la cama, la colcha, se tapó y lloró en silencio”.

Hand dijo que no quería que la tocaran, por lo que se limitó a esperar a que se calmara.

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