El Cairo (EFE)
Un total de 7.219 personas murieron durante el pasado mes de agosto en Siria a causa de los bombardeos y los combates, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Según un comunicado de este organismo, las víctimas mortales civiles ascienden a 2.015 personas, entre ellas 281 menores de edad y 138 mujeres.
Los rebeldes del Ejército Libre Sirio y otras brigadas afines, entre ellas islamistas, perdieron en sus filas a 1.448 combatientes.
Por su parte, los grupos extremistas Estado Islámico (EI) y Frente al Nusra (filial de Al Qaeda en Siria) sufrieron 1.351 bajas, incluidos numerosos extranjeros.
Dentro del desglose destaca también la cifra de fallecidos de las fuerzas del régimen sirio, que perdieron al menos a 1.405 soldados y a 817 combatientes de milicias afines.
Cerca de 600 de los uniformados leales al régimen perdieron la vida en enfrentamientos con el EI, o en ejecuciones sumarias realizadas por este grupo, según la nota.
El resto de muertos se reparten entre milicianos chiíes de otros países, entre ellos del grupo libanés Hezbolá, desertores y una quincena de víctimas sin identificar.
El Observatorio apunta que entre los fallecidos registrados en su mayoría como civiles figuran 700 miembros del clan shuaitat, que fueron ejecutados por el EI en la provincia oriental de Deir al Zur.
La cifra de fallecidos en agosto podría ser de todas formas superior a las 8.000 víctimas, debido a las dificultades para verificar las bajas de combatientes de ambos bandos.
La ONG estima que otros 1.000 combatientes -rebeldes, extremistas y de las fuerzas gubernamentales- habrían perecido en el país en ese período.