El Cairo (EFE)
El grupo radical Ansar Beir al Maqdis (Seguidores de la Casa de Jerusalén) reivindicó hoy la decapitación de cuatro hombres en la península egipcia del Sinaí, a los que acusa de colaborar con los servicios secretos de Israel, Mosad.
Esta es la primera vez que los yihadistas egipcios emulan a sus colegas del grupo radical Estado Islámico (EI), que han decapitado a multitud de rivales en Siria e Iraq.
Un video difundido en foros usados habitualmente por los yihadistas muestra el momento de la ejecución, perpetrada a principios de mes en un zona desértica.
Nueve miembros de Ansar Beit al Maqdis aparecen en la cinta, flanqueados por tres todo terrenos y banderas del grupo, mientras que los supuestos espías se encuentran arrodillados y con los ojos vendados.
"Dios ha hecho posible que vuestros hermanos muyahidin de Ansar Beit al Maqdis descubrieran una célula de espionaje que trabaja para la Mosad y está implicada en el derramamiento de sangre de los muyahidin", dice uno de los yihadistas, leyendo un comunicado.
En la nota también amenaza a "los judíos y a los que espían para ellos" con vengar sus ataques y descubrir sus escondites.
"Nuestro mensaje a los judíos es que la 'umma' (nación musulmana) despertó de su letargo y dios le muestra los planes de los judíos contra los musulmanes", advierte.
Por último, señala que no olvidarán a las víctimas de la vecina franja palestina de Gaza y pide la colaboración de la población del Sinaí para dar con los espías.
Después de la revolución de 2011 en Egipto que derrocó a Hosni Mubarak, varios grupos yihadistas se hicieron fuertes en el Sinaí, y recrudecieron sus operaciones tras la destitución del presidente islamista, Mohamed Mursi, en julio de 2013.
Ansar Beit al Maqdis y Agnad Masr (Soldados de Egipto) se han atribuido la autoría de muchos de los atentados perpetrados en el último año.