Fernando Karadima. (Foto: Emol, GDA)
Fernando Karadima. (Foto: Emol, GDA)
Redacción EC

¿Cuál será el futuro de ? Esa es una las principales dudas que han surgido tras la determinación del Papa Francisco de, finalmente, expulsarlo ayer del sacerdocio producto de los abusos sexuales a menores perpetrados por el ex párroco de El Bosque.

Por lo anterior ya se encontraba cumpliendo una pena vitalicia de penitencia y oración en el hogar de ancianos San José de las religiosas de la congregación de Santa Teresa Jornet, residencia ubicada en la comuna de Lo Barnechea.

Sin embargo, Francisco decidió endurecer las medidas contra el ahora ex sacerdote que, según vaticanistas, es la figura más representativa de la crisis al interior de la Iglesia católica chilena debido a los abusos sexuales y de poder cometidos por miembros del clero y cercanos a la institución religiosa.

No podrá seguir residiendo en el hogar

A juicio de la teóloga de la Universidad Católica, Claudia Leal, esto es una señal "de que la institución no aceptará al interior de ella abusos ni violadores a los derechos y dignidad de sus miembros. Es el camino que el Papa le ha indicado a la Iglesia chilena: poner a Cristo en el centro, y no a la institución".

"El Papa Francisco ha dado un signo: no puede haber ningún pederasta dentro de la Iglesia Católica", sostuvo por su parte el historiador experto en Iglesia Católica Marcial Sánchez a EmolTV. En ese sentido, destacó la determinación del Papa, pero advirtió que con esto "Karadima va a quedar libre", ya que la legislación civil chilena "no pudo hacer justicia con el depredador Karadima", producto de que sus delitos se encontraban prescritos al momento de ser denunciados. 

"Efectivamente, al perder la condición clerical, evidentemente, pierde la condición de que se le fijó residencia por parte del obispo", y es que ahora actuará como un civil más, quedando sin efecto su condena canónica anterior. Por lo tanto, agregó, "al perder la condición de clérigo, él mismo tiene que buscar dónde vivir", precisó el secretario general de la Conferencia Episcopal y administrador apostólico del obispado de Rancagua, Fernando Ramos.

Para Sánchez existen dos posibilidades. "Que se vaya a algún departamento a vivir con un pariente o que se vaya al extranjero, pero él tiene que abandonar el lugar en donde está", y no descartó, considerando su avanzada edad (88 años) la posibilidad de que, "como acto de misericordia", se le permita residir un tiempo más en dicho hogar.

Eventuales nuevas sanciones e ingresos 

Por otro lado, el canonista y miembro del Tribunal Eclesiástico de Santiago, Francisco Astaburuaga, recordó que el hecho de que a Karadima se le haya despojado de su calidad de sacerdote, no significa que el derecho canónico no siga teniendo jurisdicción sobre él, dada su condición de bautizado y recalcando el hecho de que no ha sido expulsado de la Iglesia. "Sigue como fiel católico", comentó.

"Si llegara a cometer nuevos delitos, se le pueden aplicar nuevas sanciones canónicas" como la excomunión, indicó el presbítero.

En cuanto a sus ingresos futuros, según lo explicado por el canonista y vocero de la fundación Voces Católicas, Alejandro Álvarez, los sacerdotes no reciben sueldo, sino que un "estipendio", el cual cubre necesidades básicas y personales, "así como un lugar para vivir". Beneficio que Karadima debiese dejar de percibir.

Eso sí, aclaró el obispo Ramos, "él (Karadima) tiene derecho a recibir una pensión mínima de Mutual Pax -creada con la finalidad de otorgar prestaciones de salud y jubilación a miembros del clero-, que son recursos acumulados durante los años del ministerio sacerdotal que son de propiedad de él, entonces tiene derecho a recibir eso. Pero es un monto mínimo".

Fuente: Emol, GDA

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