La Policía urgió a los espectadores que se acerquen mañana al castillo de Windsor, donde tendrá lugar la boda real del príncipe Harry y la estadounidense Meghan Markle, a no arrojar confeti "u otros objetos" al paso del desfile que sucederá a la ceremonia.
La Policía de Thames Valley, responsable en el condado de Berkshire, donde se ubica la localidad de Windsor, pidió a los ciudadanos, en un mensaje difundido a través de la red social Twitter, que no tiren ningún tipo de material a los contrayentes "durante todo el día y, particularmente, durante la procesión".
"Supone un potencial riesgo de seguridad y es un poco difícil de limpiar", agregó el cuerpo policial, al tiempo que deseó que todo el mundo "disfrute del día".
El príncipe Harry y Meghan Markle, a la que finalmente llevará al altar el príncipe Carlos, se subirán a un carruaje al término de la ceremonia religiosa en el que harán un recorrido de unos 25 minutos por destacados lugares de la localidad.
Los recién casados pasearan por Castle Hill, High Street, Sheet Street, Kings Road, Albert Road, Long Walk y terminarán de vuelta en el castillo de Windsor.
Se espera que hasta 120.000 personas se acerquen mañana al pueblo, situado a 34 kilómetros de Londres y que cuenta con una población de 30.000 habitantes, para seguir de cerca el esperado acontecimiento.
Fuente: EFE