El grupo Estado Islámico redujo a escombros el monasterio cristiano más antiguo de Iraq, la víctima más reciente de la implacable destrucción de sitios culturales históricos perpetrada por la organización extremista.
Durante 1.400 años, el complejo sobrevivió a los ataques de la naturaleza y de la actividad humana y recientemente sirvió de lugar de culto para soldados estadounidenses. En siglos anteriores, generaciones de monjes encendieron velas en sus nichos y rezaron en su capilla fría. Cerca de la entrada estaban talladas las letras griegas chi y rho, que representan las dos primeras letras del nombre de Cristo.
Ahora, imágenes de satélite obtenidas en exclusiva por The Associated Press confirman los peores temores de las autoridades eclesiásticas y los conservacionistas: el monasterio de San Elías de Mosul ha desaparecido por completo.
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