Estado Islámico mató a 4 monjas de la Madre Teresa de Calcuta
Estado Islámico mató a 4 monjas de la Madre Teresa de Calcuta

El grupo terrorista asesinó a cuatro monjas del Hogar de la Madre Teresa de Calcuta en la ciudad de Adén, . Otra religiosa salvó su vida en circunstancias que sus compañeros de credo han empezado a calificar como milagrosa.

La hermana Sally es como llaman a la única sobreviviente de este crimen perpetrado el pasado 4 de marzo en el asilo donde las cinco monjas cuidaban a 60 ancianos musulmanes pobres.

A pesar de que les habían recomendado que huyan, las cinco hermanas optaron por permanecer en este país desgarrado por la guerra civil y donde los pocos católicos que vivían terminaron escapando.

Los terroristas del Estado Islámico sabían que en el hogar había cinco monjas católicas. Y fueron por ella.

La hermana Sally narró a otra monja, la hermana Río, cómo sucedieron los hechos. Este es el relato de la hermana Río:

"Son las 8:30 de la mañana. Miembros del Estado Islámico vestidos de azul llegaron [al hogar], mataron al guardia y al chofer.

Cinco jóvenes etíopes (cristianos) comenzaron a correr para decir a las hermanas que el Estado Islámico estaba ahí para matarlos. Fueron asesinados uno por uno. Los ataron a los árboles, les dispararon en la cabeza y se las destrozaron.

Las hermanas corrieron de dos en dos en diferentes direcciones... Cuatro de las mujeres gritaron “¡No maten a las hermanas! ¡No maten a las hermanas!”. Una fue la cocinera durante 15 años. Ellos las mataron.

Agarraron primero a la hermana Judith y Reginette, las ataron, les dispararon en la cabeza y se las destrozaron. Cuando las hermanas corrieron en diferentes direcciones, la superiora corrió al convento para tratar de advertir al padre Tom.

Dos de las monjas asesinadas

Agarraron a la hermana Anselm y a la hermana Margarita, las ataron, les dispararon en la cabeza y las destrozaron en la arena.

Mientras tanto la superiora Sally no podía llegar al convento. No está claro cómo tantos hombres del Estado Islámico estaban ahí.

Ella vio a todas las hermanas y ayudantes asesinados. Los hombres del Estado Islámico estaban entrando al convento, por lo que ella fue a la cámara frigorífica ya que la puerta estaba abierta. Estos hombres la buscaron por todos lados pues sabían que eran cinco religiosas. Al menos tres veces entraron a la cámara frigorífica. Ella no se escondió, sino que se mantuvo de pie detrás de la puerta. Ellos nunca la vieron. Esto es milagroso.

Mientras tanto en el convento, el padre había oído los gritos y consumió todas las hostias. No tuvo tiempo de consumir la Forma (la hostia que suele estar en la custodia), por lo que arrojó el aceite de la lámpara del santuario y la disolvió en el agua.

Un vecino los vio meter al padre Tom en su auto (de los terroristas). Ellos no encontraron ningún rastro del padre en ningún lado. Todos los artículos religiosos fueron hechos añicos. Nuestra Señora, el crucifijo, el altar, el tabernáculo, el atril, incluso los libros de oración y las biblias.

Entre las 10:00 y 10:15 am, los hombres del Estado Islámico terminaron y se fueron.

La hermana Sally fue a buscar los cuerpos de las hermanas. Los encontró todos. Fue donde los pacientes para ver individualmente si estaban bien. Todos estaban bien. Ninguno fue afectado.

El hijo de la mujer que era cocinera -que fue asesinada-, la estuvo llamando a su celular. Como no había respuesta, llamó a la policía y con ellos fue (al albergue) y encontró esta gran masacre. La policía y el hijo llegaron cerca de las 10:30 am.

La policía trató de llevarse a la hermana Sally de ahí: ella rechazó dejar a la gente, quienes gritaban ‘no nos dejen, quédese con nosotros’. Pero los policías la forzaron a ir con ellos porque el Estado Islámico sabía que eran cinco hermanas y estaban convencidos de que no pararían hasta matarla también. Finalmente ella tuvo que irse. Tomó un juego de ropa y los cuerpos de las hermanas. La policía los llevó para protección a un Hospital Internacional de Médicos Sin Fronteras".

En total, en esa mañana de terror en Yemen los terroristas del Estado Islámico mataron a 15 personas, entre ellas a las madres Anselm (Cecilia Minj, 61 años, de la India), Marguerite (Anathalie Mukhasema, de 44 años, de Ruanda), Judith (Kimatu Anastacia Kanini, de 41 años, de Kenia) y a Reginette (Valentine Uwingabire, de 32 años, de Ruanda). La sobreviviente es la superiora Sally (de apellido Pulparambil, de 57 años, de la India). No se sabe lo que pasó con el padre Tom, a quien los terroristas secuestraron. 

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