La delegación que llegó el lunes a Caracas incluye al embajador James Story, que dirige la Unidad de Asuntos Venezolanos del gobierno estadounidense desde la vecina Colombia.
La delegación que llegó el lunes a Caracas incluye al embajador James Story, que dirige la Unidad de Asuntos Venezolanos del gobierno estadounidense desde la vecina Colombia.
/ SAUL LOEB / AFP
Agencia AP

Altos funcionarios del gobierno de han viajado discretamente a en un nuevo intento de reconstruir las relaciones con el gigante petrolero sudamericano mientras la guerra en se prolonga, lo que ha hecho subir los precios de la gasolina y obligado a Estados Unidos a recalibrar otros objetivos de política exterior.

MIRA: “La mayor división desde la Guerra Civil”: cómo impacta la restricción del aborto en EE.UU. en las próximas elecciones legislativas

La delegación que llegó el lunes a Caracas incluye al embajador James Story, que dirige la Unidad de Asuntos Venezolanos del gobierno estadounidense desde la vecina Colombia, dijo un portavoz del Departamento de Estado bajo condición de anonimato para no interferir en las discusiones diplomáticas.

También incluye a Roger Carstens, el enviado presidencial especial para asuntos de rehenes. El funcionario del Departamento de Estado describió el viaje de Carstens como una visita de bienestar centrada en la seguridad de varios ciudadanos estadounidenses detenidos en Caracas, incluido un grupo de ejecutivos de la compañía petrolera Citgo, con sede en Houston, que están encarcelados desde hace más de cuatro años.

No está claro qué más pretenden conseguir los funcionarios estadounidenses durante la misión. Pero se da tras una visita sorpresa en marzo de los dos hombres y de Juan Gonzalez, el director del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, que fue el primer viaje de la Casa Blanca al país sudamericano en más de dos décadas.

Desde entonces, tanto la administración de Biden como el gobierno socialista de Venezuela han mostrado una disposición a comprometerse después de años de hostilidades entre Washington y Caracas a raíz de la reelección del presidente Nicolás Maduro en 2018, que se vio empañada por irregularidades.

Primero, Maduro liberó a dos estadounidenses como gesto de buena voluntad y prometió reanudar las negociaciones en México con la oposición respaldada por Estados Unidos.

Posteriormente, Estados Unidos renovó una licencia para que las empresas petroleras, incluida Chevron, puedan seguir operando en Venezuela, que ha estado bajo fuertes sanciones desde 2019. Luego, a principios de este mes, la Casa Blanca levantó las sanciones a un alto funcionario venezolano que es sobrino de la primera dama Cilia Flores.

Contenido sugerido

Contenido GEC