Alirio Yañez muestra un retrato familiar de su hermano German Machado, una de las personas que fallecieron tras ingerir alcohol adulterado en la comunidad de Chivacoa, estado Yaracuy.
Alirio Yañez muestra un retrato familiar de su hermano German Machado, una de las personas que fallecieron tras ingerir alcohol adulterado en la comunidad de Chivacoa, estado Yaracuy.
/ NESTOR VIVAS - AFP
La Nación de Argentina / GDA

Al menos 10 personas murieron al consumir una bebida alcohólica adulterada con metanol en el noroeste de , mientras las autoridades buscan frenar la producción y retirar el producto del mercado.

Julio León, gobernador del estado Yaracuy, región donde ocurrió la intoxicación masiva durante la celebración de fin de año, dijo que unas 16 personas, de unas 25 que ingirieron la bebida sin permiso sanitario, permanecen hospitalizadas.

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“Se determinó un altísimo nivel de metanol en la bebida, sustancia sumamente tóxica para el organismo, luego del análisis de laboratorio realizado a las muestras del producto”, dijo León, citado en una nota de prensa.

El mandatario regional agregó que muchos de los intoxicados se agravaron días después de la celebración, tras presentar insuficiencia respiratoria, entre otros síntomas.

Según el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en la vivienda encontraron botellas del licor denominado “Muerte Lenta”, pero la pesquisa determinó que solo utilizaron esta bebida para elaborar el cóctel adulterado.

Estamos ejecutando un plan de contingencia para asistir a los afectados, pero simultáneamente se ejecuta un operativo con el Cicpc y autoridades competentes para ubicar a los responsables y el lugar de elaboración”, dijo el gobernador.

“Muerte lenta” es el nombre con el que los vecinos de Chivacoa, población agrícola en el estado Yaracuy (centro-oeste), bautizaron la bebida. La fiesta se realizó en una casa rural del sector Pueblo Nuevo. Cuentan los vecinos, que no hablan de otra cosa, que la celebración se prolongó toda la noche al son de música tradicional, pues muchos en el grupo eran músicos, poetas y artistas.

Y a las horas inició la tragedia.

El año arrancó con tragedia

“Empezó el 1 de enero con la pérdida de la vista. Estaba muy mareado”, recuerda Joselyn Oropeza, ama de casa de 27 años, refiriéndose a su tío Oswaldo Oviedo, una de las víctimas fatales.

Oviedo asistía al funeral de otro fallecido cuando los síntomas empeoraron, obligándole a acudir a un centro de salud.

“Le pusieron algo como para desintoxicar”, pero al poco tiempo tuvo que ir a un hospital en San Felipe -capital de Yaracuy, a unos 30 km-, donde falleció, relata Oropeza. “Sus órganos fueron totalmente destruidos por lo que ingirieron”.

Una fuente policial dijo a la agencia AFP que el licor fue adulterado con metanol, sustancia que suele ser usada para aumentar el nivel alcohólico de bebidas clandestinas, pero que puede provocar ceguera, lesiones hepáticas y, en última instancia, la muerte.

El consumo de bebidas alcohólicas artesanales ha aumentado en Venezuela, por sus bajos costos, en medio de la profunda crisis económica que ha diluido el poder adquisitivo de sus habitantes. Son habituales en fiestas, en barriadas populares de las grandes ciudades y en poblaciones del interior del país.

Joselyn Oropeza muestra en su celular una foto de su tío Oswaldo Oviedo, una de las nueve personas que fallecieron tras ingerir alcohol adulterado en la comunidad de Chivacoa, estado de Yaracuy, Venezuela.
Joselyn Oropeza muestra en su celular una foto de su tío Oswaldo Oviedo, una de las nueve personas que fallecieron tras ingerir alcohol adulterado en la comunidad de Chivacoa, estado de Yaracuy, Venezuela.
/ NESTOR VIVAS - AFP

“Vida muy bella”

Las muertes se fueron registrando a lo largo de la semana. “Estamos pasando por un momento doloroso (...), la mayoría de los fallecidos son amigos y en parte, hermanos también”, lamenta Winder Campos, hermano de Manuel Campos, poco después de visitar su tumba en el cercano estado Portuguesa, decorada con baldosas y una cruz metálica.

Las autoridades entrevistaron a familiares y visitaron la casa donde se celebró la fiesta, donde varias botellas reposaban en el pasto del jardín. Tomaron muestras del poco alcohol que sobró para analizarlo en un laboratorio.

“No se sabe con qué realmente prepararon esto”, dice Oropeza, pero “es muy extraño de que tantas personas, en tan corto tiempo, tres días, hayan fallecido”.

Winder Campos (izquierda) y Solidett Campos visitan la tumba de su hermano Manuel Campos, una de las nueve personas que murieron después de beber alcohol adulterado, en el cementerio de la comunidad de Chivacoa, estado de Yaracuy, Venezuela.
Winder Campos (izquierda) y Solidett Campos visitan la tumba de su hermano Manuel Campos, una de las nueve personas que murieron después de beber alcohol adulterado, en el cementerio de la comunidad de Chivacoa, estado de Yaracuy, Venezuela.
/ NESTOR VIVAS - AFP

No se conoce todavía la procedencia del licor.

La policía quiere dar con los proveedores, pero la persona que lo vendía sin controles y que lo llevó a la fiesta, Nabor Pinto, también falleció por su consumo.

Mientras avanza la investigación sobre la “Muerte lenta”, los vecinos se reúnen, hablan y recuerdan a las víctimas en sillas plásticas en la calzada frente a sus casas.

“Llevaba su vida muy bella, muy alegre”, dice Doris Barico, de 56 años, sobre su hermano Carlos, un año mayor, “escultor, cantante, escritor, compositor”.

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