Ejecuciones, represión y éxodo: así se violaron los derechos humanos en Venezuela en el 2019

La caída libre venezolana continúa, agravándose con el paso de cada año la situación en materia de derechos humanos y provocando un éxodo que ya bordea los cinco millones de personas, advierte el último informe presentado el jueves por la organización pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI).

Durante los primeros cinco meses del 2019 se registraron al menos 1.569 homicidios por resistencia a la autoridad que pueden ser considerados ejecuciones extrajudiciales. En cuanto a detenciones arbitrarias, se contabilizaron 2.182 casos entre enero y octubre, 388 de los cuales serían presos políticos.

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Además, en un solo día de enero del 2019 –luego de la proclamación de Juan Guaidó como presidente encargado– se detuvo a 770 personas. Al finalizar el año, al menos 4,8 millones de venezolanos habían abandonado el país en busca de protección internacional, al llegar unos 863.613 de ellos a nuestro país.

“Es muy difícil establecer la cifra real, hay personas que deciden invisibilizarse y si bien este número se maneja desde hace algunos años, muchos migrantes que salieron antes deberían ser considerados en la lista”, explica a El Comercio el representante de AI en Venezuela, Carlos Lusverti.

Los defensores de derechos humanos fueron criminalizados y amenazados por el régimen de Nicolás Maduro, mediante trabas burocráticas para impedir las inscripciones de nuevas organizaciones.

Además, el sobrecumplimiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos al Gobierno de Caracas ha dificultado que las ONG accedan a financiamiento. “La excesiva prudencia del sistema financiero lleva a los actores a limitarse por temor a ser víctima de las sanciones”, señala Lusverti.

“Las sanciones petroleras a un país petrolero van a dificultar que tenga ingresos para solucionar sus problemas”, dice Luis Carlos Díaz, periodista y activista venezolano. “La ONU podría decir que las sanciones pueden afectar al país. Pero lo que no se dice es que el chavismo no va a gastar ese dinero en medicinas, sea mucho o poco igual se lo van a robar”.

Factor Guaidó

Hace un año, además, el líder opositor y presidente del Parlamento, Juan Guaidó, recibió el respaldo de medio centenar de países, incluido Estados Unidos.

Según AI, la disputa entre el Ejecutivo y el Legislativo causó una intensificación de la política de represión del chavismo. Además, el régimen ha seguido negando la crisis de emergencia humanitaria, llevándolo a oponerse al ingreso de diferentes organismos supervisores internacionales, salvo la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU.

“La ayuda que puede realmente solventar la crisis en Venezuela es la ayuda organizada en la comunidad internacional bajo los principios de neutralidad”, explica Lusverti.

“Hubo un retroceso terrible, pero es un nivel de colapso que hace muy difícil analizar todo. La campaña de Juan Guaidó quebró la hegemonía del chavismo de negar la crisis, intentó que entrara ayuda humanitaria, el gobierno se negó, las imágenes fueron mundiales pero una semana después se firmaba un acuerdo con la Cruz Roja”, explica Díaz. “[Gracias a ello] se redujeron las muertes en emergencia a causa de fallas eléctricas. Pero eso no significa que el hospital esté andando”.

Salud en crisis

Mientras el nuevo coronavirus mantiene en alerta a todo el mundo ante la expectativa de frenarlo, en Venezuela enfermedades erradicadas hace 40 años han vuelto a ser letales.

Tal es el caso de la malaria, que contabilizó 471 mil casos en la región en el 2018 (últimas cifras disponibles), concentrando el 51% de casos en Venezuela debido a la precariedad en el sistema de salud, falta de medicinas y servicios públicos en mal estado.

“Eso puede terminar convirtiéndose en un problema sanitario regional”, advierte Lusverti. “La sociedad civil solicita la entrada de los actores humanitarios, de un modo parcial, independiente y neutral”.