Luego de más de un año de esfuerzos liderados por el gobierno de Donald Trump para sacar del poder al chavista Maduro, Pompeo dijo en una rueda de prensa que en Venezuela ambas partes deberían establecer un gobierno de transición encabezado por un Consejo de Estado para organizar los comicios. Foto: Yuri CORTEZ / AFP
Luego de más de un año de esfuerzos liderados por el gobierno de Donald Trump para sacar del poder al chavista Maduro, Pompeo dijo en una rueda de prensa que en Venezuela ambas partes deberían establecer un gobierno de transición encabezado por un Consejo de Estado para organizar los comicios. Foto: Yuri CORTEZ / AFP
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Miami [AP]. El gobierno de Donald Trump anunció el martes que está dispuesto a levantar las sanciones contra en apoyo a una nueva propuesta de formar un gobierno de transición que represente a aliados tanto del presidente Nicolás Maduro como del dirigente opositor Juan Guaidó.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, presentó el martes el plan de una página -denominado “Marco de transición democrática para Venezuela”-, reflejando una propuesta formulada por Guaidó durante el fin de semana. El plan revela cómo -ante el temor creciente por el coronavirus, que amenaza con abrumar el sistema de salud ya colapsado del país sudamericano y su economía paralizada- Estados Unidos revive sus intentos de apartar a las fuerzas armadas de Maduro.

“Este marco puede proporcionar un camino que ponga fin al sufrimiento y abra el camino a un futuro más brillante para Venezuela, dijo Pompeo en Washington.

Bajo el proyecto, tanto Maduro como Guaidó darían un paso al costado y entregarían el poder a un consejo de Estado de cinco miembros, el cual gobernaría hasta la realización de elecciones presidenciales y parlamentarias que pueden celebrarse en un plazo de seis a 12 meses. Unos 60 países, entre ellos Estados Unidos, reconocen a Guaidó como el líder legítimo de Venezuela.

El alto mando militar _el árbitro tradicional de las disputas políticas en Venezuela y apoyo clave para Maduro_ permanecería en su lugar durante el gobierno de transición.

Cuatro de los miembros serían elegidos _por mayoría de dos tercios_ por la Asamblea Nacional, controlada por la oposición y que preside Guaidó. El quinto miembro, que sería presidente en funciones hasta la realización de las elecciones, sería designado por los otros cuatro miembros del consejo. Ni Maduro ni Guaidó serían miembros del consejo, pero Pompeo dijo que Guaidó sería libre para postularse a la presidencia cuando se celebren elecciones.

La esperanza es que este esquema promueva la selección de personas que gozan de amplio respeto y conocidas por su capacidad de colaborar con la otra parte”, dijo a la AP el representante especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, en una explicación preliminar del plan. “La gente del mismo régimen ven esto y comprenden que Maduro debe partir, pero a los demás nos tratan bien y con imparcialidad”.

El plan también esboza los requisitos de Estados Unidos para levantar las sanciones que pesan sobre los funcionarios de Maduro y la industria petrolera, la fuente de casi todos los ingresos externos de Venezuela.

Si bien los acusados de abusos graves de los derechos humanos y el tráfico de drogas no se beneficiarán con el alivio de sanciones, los individuos que están en la lista negra debido a sus posiciones en el gobierno -miembros de la Corte Suprema, el consejo electoral y la asamblea constitucional- sí lo serán.

Sin embargo, las sanciones solo desaparecerán cuando el consejo esté funcionando y las fuerzas extranjeras _cubanas o rusas_ se vayan del país.

“Nuestra esperanza es que con esto se intensifique la discusión en el seno del ejército, el chavismo, el gobernante partido socialista y el régimen sobre cómo salir de la crisis terrible en la que están sumidos”, dijo Abrams.

El ministro de Relaciones Exteriores de Maduro, Jorge Arreaza, rechazó el llamado al diálogo y dijo que Maduro “jamás traicionaría la confianza que le dio el pueblo”.

En un comunicado, el gobierno venezolano rechazó la propuesta de Washington para un gobierno de transición, diciendo que es un “adefesio de acuerdo” que desconoce la voluntad expresada por el pueblo en las urnas.

Durante meses, Estados Unidos ha utilizado las presiones económicas y diplomáticas para tratar de quebrar el apoyo de las fuerzas armadas a Maduro, y la semana pasada fiscales estadounidenses acusaron al presidente, el ministro de Defensa y el titular de la Corte Suprema, entre otros, de narcotráfico y lavado de dinero.

Con todo, un plan, cualquiera que sea, difícilmente tendrá el apoyo de Maduro a menos que lo proteja de la justicia estadounidense, dijo David Smilde, investigador sénior de la organización Washington Office on Latin America (Oficina sobre América Latina en Washington). La constitución chavista de 1999 protege a los venezolanos de la extradición, pero un régimen de transición podría modificarla.

“Es difícil ver cómo esto convencerá a los actores principales en el gobierno”, dijo Smilde. “Aparentemente creen que los militares van a intervenir, pero eso parece sumamente improbable”.

También requeriría el apoyo de Cuba, China o Rusia, todos los cuales son patrocinadores clave de Maduro.

El enfrentamiento entre Maduro y Guaidó sólo se ha vuelto más tenso en los últimos días. El fiscal jefe de Maduro convocó el martes a Guaidó para testificar después de que una de las personas acusadas por cargos de drogas dijo que firmó un contrato con el líder de la oposición y sus “asesores” estadounidenses para comprar rifles de asalto estadounidenses para un golpe planificado.

El equipo de Guaidó dijo que nunca se reunió con el general retirado, quien posteriormente se entregó a las autoridades y fue llevado a Estados Unidos desde su hogar en Colombia, donde había vivido desde 2018 a pesar de que Estados Unidos lo sancionó previamente por contrabando de drogas.

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