Reforzar la democracia con una nueva Mesa Directiva

Alejandro Rospigliosi

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Alejandro Rospigliosi

El péndulo mágico

Martín Cabrera Marchán

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Martín Cabrera Marchán

“Si las fuerzas políticas que integran la Mesa Directiva y sus aliados no dan soporte y gobernabilidad, no terminarán su período”.

Los Parlamentos con sus luces y sombras siempre serán los representantes de la voluntad popular, pese a la crisis de representación que afrontan en el mundo, unos países más que otros, claro está.

Y es que la soberanía nacional reside en el pueblo peruano, del que emanan los poderes del Estado. Este es el principio de legitimidad democrática, que es la base de toda nuestra ordenación jurídico-política.

Por esta razón, el Parlamento debe ser el escenario principal del debate y propuestas legislativas que contribuyan a la solución de los problemas y preocupaciones de los ciudadanos, y no todo lo contrario, como viene sucediendo en los últimos años. Los congresistas prestan un servicio público a los ciudadanos al legislar, fiscalizar y representar dentro de una democracia representativa.

Por lo tanto, una manera de reforzar la democracia es fortaleciendo el con una nueva , con liderazgo y sapiencia como si fuesen los “parliamentarians” de las cámaras estadounidenses.

Han empezado las negociaciones para la conformación de las listas de candidatos a una nueva Mesa Directiva conformada por un presidente y tres vicepresidentes, y no cabe duda de que será una elección muy disputada porque los 130 congresistas están dispersos en 11 bancadas y nueve no agrupados. Cada voto cuenta, para hacer la diferencia y gobernar por 12 meses el Legislativo. En realidad, son solamente ocho meses, pues en el último tramo “período de pato rengo” se debilita el poder poco a poco hasta el cambio de mando, casi ni les contestan el teléfono internamente y los trabajadores ni les obedecen.

Las bancadas más grandes de Fuerza Popular y Perú Libre están en las antípodas del pensamiento y visión del país entre sí, además de generar antígenos en algunos congresistas, por el costo político de aliarse. Por ello, se conformarán con una estratégica primera vicepresidencia, que maneje a toda la Mesa Directiva. Ganará quien sepa tejer con habilidad sus alianzas.