¿Por qué no ha funcionado la descentralización?

Jean Paul Benavente

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Jean Paul Benavente

No está bien que el gobierno central tome el control

Mesías Guevara

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Mesías Guevara

“La corrupción no es solo una atribución de regiones y municipios; está enquistada en todos los sectores”.

Considero que la no ha funcionado porque en el ha sido un proceso incompleto que se estancó debido a que los diferentes nacionales no supieron resolver el problema que lo aqueja:

1. Las políticas de gobierno no afrontan la existencia de disparidades territoriales, sobre todo para la inversión; da lo mismo la Municipalidad de Santiago de Surco en Lima que la de Megantoni en Cusco.

2. No se terminó de definir las competencias y roles de cada nivel de gobierno: hoy el Pronied (Educación), el PNSR (Saneamiento básico rural) y cualquier programa de los ministerios hacen lo mismo que municipalidades pequeñas o gobiernos regionales.

3. La descentralización fiscal nunca se implementó, debido a que no hay una clara delimitación de las fuentes de ingresos, sobre todo en las regiones. Esto crea una excesiva dependencia de la discrecionalidad del gobierno central y produce un sistema de subordinación perverso.

4. Existen limitadas capacidades subnacionales en los procedimientos administrativos de presupuesto, inversión pública, contrataciones del estado y control, que no responden a mejorar la descentralización. Solo contribuyen con el incremento de la “burocracia con procedimientos rígidos” y, sobre todo, con “miedocracia”. Mientras que la contraloría mediatice y no asuma una responsabilidad vinculante, los funcionarios públicos no querrán tomar decisiones y, consecuentemente, se irán. Recordemos que la corrupción no es solo atribución de regiones y municipios; está enquistada en todos los sectores y debemos erradicarla para ser más eficientes.

5. La participación ciudadana y la rendición de cuentas permanentes no tiene una política catalizadora. No se implementaron mecanismos serios de seguimiento y monitoreo; es más, el único que no rinde cuentas es el gobierno nacional.

Entonces, ¿debería el gobierno nacional tomar control de los diversos servicios públicos para garantizar que estos se brinden adecuadamente? Considero que no. Veo un retroceso en las medidas que sigue adoptando el Gobierno. La Ley de Presupuesto 2024, como todos los años, seguro que definirá una asignación de más del 70% para el gobierno nacional, sabiendo que, en el ejercicio fiscal, reducirá su participación al 60%, generando desorden en las transferencias, alentando la corrupción y la poca trasparencia en sus decisiones.

Lo más recomendable era flexibilizar y vincular mejor los diferentes sistemas administrativos. ¿Cómo luchar contra la corrupción si a lo único que se dedica la contraloría es a estigmatizar a las regiones, sin asumir responsabilidad alguna? Y cuando, salvo para los Juegos Panamericanos del 2019, ni siquiera los acuerdos gobierno a gobierno han funcionado.

Debemos entonces recordar la justificación económica de la descentralización: consigue una mejor correspondencia que la centralización entre preferencias y necesidades de los residentes de una región o municipio con los bienes y servicios públicos locales que reciben.