La campaña electoral no ilusiona

Katherine Zegarra

LEER ARTÍCULO
Katherine Zegarra

Elecciones: corrupción y falta de probidad

Denisse Rodríguez-Olivari

LEER ARTÍCULO
Denisse Rodríguez-Olivari

“Cada vez la política se parece más a la sección de policiales. Con ello, es imposible que la campaña logre posicionarse en la agenda pública”.

Poco se discute sobre las autoridades subnacionales. María Isabel Remy (2005) señala que las municipalidades son las instancias de gobierno más cercanas a la población, especialmente para aquellos ciudadanos que viven lejos de las ciudades. La autora menciona que “la experiencia cotidiana de la política […] se inscribe también –y con mayor nitidez– en el ámbito municipal” (p. 111).

Sin embargo, desde la capital existe muy poca información sobre lo que opinan las y los ciudadanos sobre sus autoridades regionales y municipales. Esto se debe a que, en general, las noticias se enfocan en el ámbito nacional, que está aturdido por múltiples y constantes casos delictivos. De hecho, cada vez la política se parece más a la sección de policiales. Con ello, es imposible que la campaña –cada vez más cercana– logre posicionarse en la agenda pública.

En un escenario en el que la política que más se visibiliza es la nacional y considerando que esta última está llena de escándalos de , no es de sorprender que las próximas no logren ocupar el principal interés de la ciudadanía. Para inicios de agosto, el 47% de las y los limeños indica que está “nada interesado” en las próximas elecciones municipales, según Datum Internacional. Según la misma encuestadora, el 24% no votaría por ninguno de los candidatos o votaría en blanco o viciado. Esta cifra supera la intención de voto del candidato Daniel Urresti (23%), seguida de un empate entre el candidato Rafael López Aliaga y el “no sabe por quién votar”, ambos con 17%.

Con ello, existe otra importante razón por la cual las elecciones regionales y municipales no generan entusiasmo: la mala oferta electoral. En un reciente informe para este Diario, Ana Bazo encuentra que al menos ocho personas que postulan a gobiernos regionales han declarado una o más sentencias penales. Por su parte, Ariana Lira halla que el 12% del total de candidatos cuenta con antecedentes civiles o penales. Ante malos candidatos, las y los ciudadanos terminan adoptando un criterio utilitario en el que votan por aquel candidato que es identificado como el más competente, más allá de que sea o no honesto (Martínez, 2016).

Las elecciones son de los pocos momentos de acercamiento entre políticos y ciudadanos. Sin embargo, son los políticos quienes más se alejan de aquellos a quienes deben representar. Diversas investigaciones han encontrado que la percepción de la corrupción está relacionada de manera negativa con la satisfacción con la democracia. Esto ya se evidencia en el Perú, pues según el Latinobarómetro (2020), las y los peruanos cada vez se encuentran más insatisfechos con el funcionamiento de la democracia. La campaña electoral no entusiasma porque la democracia va perdiendo cada vez más su sentido en el país.