En los últimos días hemos sido testigos del reclamo legítimo de las familias sobre la calidad de la educación a distancia y la reducción de pensiones en este contexto de emergencia sanitaria. La pregunta de rigor es: ¿puede el Ejecutivo, a través del Ministerio de Educación (Minedu), regular estos temas?
En enero, el Gobierno publicó el Decreto de Urgencia 002, que modificó la Ley 26549, Ley de los Centros Educativos Privados. En él se plantearon medidas de lucha contra la informalidad, la necesidad de contar con condiciones básicas de calidad y de regular algunos contrapesos para una mejor relación oferta-demanda en el mercado. Entre ellos, por ejemplo, se estableció la devolución proporcional de la cuota de ingreso. Esta norma está pendiente de reglamentación y es un precedente del rol rector que puede cumplir el Estado en la regulación del servicio educativo privado.
Queda claro que el Minedu no puede regular el monto de las pensiones con el marco constitucional vigente. Pero sí puede regular condiciones mínimas de calidad en la educación a distancia que permitan a los colegios –en caso no pudieran cumplir con estas condiciones– proponer a las familias un ajuste en la estructura de costo y reducir las pensiones. Sobre todo, hay que tomar medidas urgentes en relación con los colegios privados pequeños donde el 77% tiene menos de 100 estudiantes y una pensión promedio de S/200; es decir, son “colegios de bajo costo”. La gran mayoría no cuenta con condiciones para asegurar la calidad y menos en un escenario de educación a distancia.
Lamentablemente, muchas familias no van a poder sostener el pago de pensiones porque sus ingresos han sido afectados debido a la pandemia. Por ello, es urgente una mayor oferta pública para posibilitar el traslado de estudiantes de los colegios privados, regular la devolución de la cuota de ingreso y de la matrícula 2020, y hacer obligatorio, para los colegios que no tengan una estrategia a distancia, el uso de Aprendo en Casa, con el fin de asegurar que todos los estudiantes puedan tener las mismas oportunidades de aprendizaje.
En medio de esta crisis, en la que es tan importante el rol de los profesores, se deben aprovechar las capacidades que ya existen en el sector tanto público como privado. Por ejemplo, hay más de 5.000 docentes que han sido entrenados en nuevas tecnologías. Ellos deben ser organizados para formar una red que lidere el apoyo a los profesores en todo el país y que fortalezca la plataforma a distancia Aprendo en Casa.
Otra medida urgente es formar un comando de acción que reúna a expertos, técnicos y funcionarios de todo el país para que asesoren y coordinen con los gobiernos locales y regionales el fortalecimiento de las estrategias de aprendizaje en casa. Este comando debe tomar medidas rápidas ante la situación de crisis. Existe un vasto sector de profesionales de la educación, con muchos años de experiencia y estudios, que puede aportar técnicamente en estos momentos tan críticos.
Lo que debe quedar claro es que la educación es un servicio esencial, que su finalidad es pública y que, sin importar si la brinda el Estado o un privado, siempre debe ser de calidad. Por estas razones, y especialmente en este contexto de emergencia, el Minedu tiene el ineludible rol de garantizar el derecho a la educación de todos los estudiantes.
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