Daniel Olivares

Este 12 de abril, el Congreso aprobó por unanimidad la “que reconoce la pesca tradicional ancestral e impulsa su preservación dentro de las marítimas peruanas”, lo que es una muy buena noticia para todos los peruanos, especialmente para los verdaderos artesanales y para aquellos que quieren seguir disfrutando de los pescados y mariscos de nuestra costa en lugar de importarlos de otros países.

Las primeras millas son el lugar donde ocurre la magia de nuestro mar, uno de los más productivos del mundo. Es aquí donde las especies se encuentran, se reproducen y se mantienen saludables para no desaparecer. Por otro lado, al menos el 80% de los productos marinos que disfrutamos en las mesas peruanas vienen del trabajo de los pescadores artesanales.

Así, la ley aprobada trae tres cambios importantes:

Primero. El ordenamiento de la flota , reconociendo ahora la existencia de tres tipos de flotas: artesanales, de menor escala (medianas) y de mayor escala (industriales). Este cambio reducirá los conflictos entre los diferentes tipos de flota, permitirá que el Ministerio de la Producción (Produce) establezca reglas diferenciadas según las necesidades de cada tipo de flota y que los pescadores artesanales accedan a los beneficios otorgados por el Estado, como, por ejemplo, el financiamiento para mejoras.

Segundo. El establecimiento de la zona comprendida por las primeras cinco millas adyacentes a las costas como zona de protección de la flora y fauna, excluyendo la flota de mayor escala (industrial) de la zona reservada. Esta prohibición para el ingreso de la flota industrial a las primeras cinco millas no es nueva, existe desde 1992, pero se refuerza al incluirse en la , evitando retrocesos futuros. Además, la ley prohíbe el uso del cerco mecanizado en las primeras tres millas de la costa para evitar dañar los ecosistemas y ponerle fin a la competencia entre los boliches medianos y los pescadores de artes más selectivos.

Tercero. El establecimiento de topes para la reducción de multas a los infractores de la ley pesquera, con el fin de evitar paquetazos pesqueros como el que ocurrió en la gestión anterior y que significó la eliminación del 90% de las multas a una serie de infractores reiterados de nuestra ley, favoreciendo así la pesca ilegal.

La autógrafa ha sido enviada al Ejecutivo para que ellos la firmen o, de lo contrario, la observen. Por eso, es positivo que el ministro de Producción, Raúl Pérez Reyes, haya declarado hace pocos días que su cartera y la misma presidenta Dina Boluarte están de acuerdo con la ley, especialmente con la protección de las primeras cinco millas marítimas. El ministro menciona también que tiene una preocupación por el artículo 6 de la ley, que habla de la pesca incidental, un tema ya resuelto en el Congreso meses atrás. Su preocupación es válida, aunque el artículo mencionado es legalmente inaplicable. La única forma para plantear algo así es modificando expresamente el Código Penal, lo que no ha ocurrido. En todo caso, como bien dijo el ministro, será positivo que encuentren la forma de salvar dicha preocupación y así evitar retroceder en el avance histórico que ha significado el reconocimiento unánime del Congreso a la protección de las cinco millas.

La promulgación de esta ley no solucionará todos los problemas de nuestro mar o de nuestra pesca. Necesitamos mejorar la infraestructura en los puertos y la cadena de frío, concluir el proceso de formalización pesquera, combatir la construcción ilegal de embarcaciones, entre otras medidas. Lo que sí hará esta ley será dar un paso adelante hacia un destino común: tener un mar saludable, que siga generando empleo y que nos dé mucho pescado para nutrir a los 30 millones de peruanos.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Daniel Olivares es Director general de Oceana

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