Debate: ¿Elevar la valla electoral en 2,5% por cada alianza?

A FAVOR

Alianzas combi

- Percy Medina -

Jefe en el Perú de IDEA Internacional

Hoy tenemos 21 partidos políticos inscritos y pronto podrían ser más. ¿Son todos ellos representativos de sectores relevantes del electorado? No. La valla o el umbral electoral se creó para evitar que obtengan representación en el Congreso y permanezcan en el registro partidario aquellas organizaciones políticas que carezcan de respaldo ciudadano significativo. En el Perú, esta valla se fijó en 5% de los votos o la obtención de 7 curules parlamentarias. Dado que para postular a un cargo público se necesita hacerlo a través de una organización política registrada, la inscripción es una llave valiosa para hacer política electoral. Esta, a su vez, puede ser el activo principal de muchos de los partidos políticos, ya que pueden llevar candidatos propios al poder o ser atractivos para quienes buscan un vientre de alquiler o una combi electoral. Entonces, la necesidad de mantener ese activo puede plantear estrategias de sobrevivencia que nada tienen que ver con la democracia. 

Una manera de sortear la valla y mantener la inscripción es formar una alianza con alguna organización con un candidato de arrastre. En la elección general del 2011, solo 3 de los 10 partidos que compitieron individualmente superaron la valla. Las 3 alianzas que participaron también la superaron. Estas alianzas incluían a 12 partidos. Así, el actual Congreso inició su mandato con 15 partidos inscritos, aunque muchos no habían obtenido ni siquiera un legislador. La conclusión obvia es que para mantener la inscripción se debe buscar una locomotora importante (es decir, un candidato presidencial con buenos votos) que ayude a pasar la ola sin problemas. Como incluir a un partido más en la alianza no tiene costo y todo suma, nadie es muy quisquilloso al aceptar como socios a cascarones sin verdadero apoyo popular. 

Promover las alianzas es bueno si se basan en acuerdos programáticos y coincidencias políticas, pero no si se trata de tratos de conveniencia para sobrevivir en el registro burlando el sentido de la valla. 

La valla ha tenido relativo éxito en reducir el número de organizaciones políticas que alcanzan representación, pero es un incentivo perverso respecto a la formación de alianzas, pues, en un dilema de vida o muerte, cualquier salvavidas es bueno. Y una vez salvados, el incentivo para mantenerse unidos desaparece y lo hace justo en el lugar en el que más debería estar presente: el Congreso. De las 3 alianzas que obtuvieron curules, ninguna sobrevivió y hoy tenemos 9 bancadas, un 50% más que en el 2011.

Ante ello, los organismos electorales (y más recientemente Transparencia) proponen incrementar esa valla por cada partido adicional que integre la alianza. Considero que la propuesta de 2,5% de Transparencia no significaría un porcentaje desmedido y sería más efectiva. Así, si una alianza tiene 2 partidos, no tendría que obtener 5%, sino 7,5% de los votos. ¿Desalienta esta reforma la formación de alianzas? Ciertamente lo hace para aquellas organizaciones de muy escaso respaldo, pero no para las organizaciones con algún peso. La legislación actúa como incentivo o desincentivo para las decisiones de los actores políticos. Promovamos que los incentivos sean los correctos para fortalecer y sincerar el sistema de partidos.

EN CONTRA

Democracia representada

- Fernando Andrade Carmona -

Congresista de Somos Perú

En democracia todos los partidos (chicos y grandes) tienen derecho a ser escuchados. Si bien solo un partido llega a la presidencia y los que no pasan el 5% de la valla de la votación son eliminados, todos deberían tener derecho a seguir participando. 

Sin embargo, se recibió la propuesta de una organización no gubernamental (ONG) que plantea que por el primer partido sea 5%, y si se forma una alianza por cada partido que se una, se eleve en un 2,5% la valla. Por lo tanto, al formarse una alianza de cuatro partidos, la valla ya no sería 5% sino 12,5%. En honor a la verdad, esto es excesivo.

Considerando la realidad de nuestro país, sería imposible pretender acceder a estos porcentajes. Más aun si tenemos en cuenta que esa cantidad es lo que obtienen los partidos o candidatos para ir a una segunda vuelta. Además, en los últimos años de nuestra democracia, no hemos tenido ganador en primera vuelta por la amplia gama de opciones que hay para elegir. Es importante resaltar que hoy tenemos opciones para escoger, pocas o muchas. Lo cierto es que contamos con la oportunidad de decidir quién es quien mejor nos representa.

Si se sube la valla, solo quedarían los partidos que en ese momento estén de moda. De esta manera, se restaría la opción a los ciudadanos de elegir a su representante, tendrían que elegir lo que queda. En nuestra realidad no se puede hablar de partidos fuertes, se habla de los partidos del momento. Así, hemos visto cómo hay partidos que llegan al poder con un gran porcentaje y muchos congresistas, y en el siguiente gobierno llegan al 5% a duras penas; también partidos que hace diez años no existían y que luego llegan a ser gobierno. Vivimos una realidad diferente. Los partidos ‘grandes’ del momento no pueden desaparecer a los chicos porque las situaciones cambian y todas nuestras voces deben ser escuchadas.

El Perú es un país que tiene la suerte de estar representado por todos los grupos de personas que lo conforman. Teniendo en cuenta que otros países de la región viven una situación de fuerza antes que de diálogo y que los derechos de sus ciudadanos no están siendo respetados, debemos sentirnos orgullosos porque en nuestro caso nuestras voces son escuchadas y tomadas en cuenta, y, claro, esto no es gratis. Hemos luchado por nuestra democracia y si vivimos en ella hoy es porque todos estuvimos en la calle reclamándola hasta que se hizo realidad.

Podemos poner como ejemplo el caso de Europa, donde existe el Partido Verde Europeo, una organización política que se creó de la fusión de varios partidos ecologistas de diversos países. Este es un partido que pudo comenzar como un ideal de pocos y que cada vez toma más fuerza. Es también una clara imagen de partidos chicos que crecen y a los que se les debe dar la oportunidad.

Dicha propuesta fue escuchada y llevada al Congreso de la República (conformado por representantes de nuestro país democráticamente elegidos), se conversó y de este diálogo entre bancadas se llegó a la conclusión de que con el 1% por partido adicional se elevaría la valla y sería más que suficiente. Debemos ser consecuentes con nuestra realidad.