Debate técnico: Propuestas para reformar y reforzar a la PNP
Debate técnico: Propuestas para reformar y reforzar a la PNP

El Comercio ha invitado a los representantes de los equipos técnicos de ambos partidos que participan de la segunda vuelta a presentar sus propuestas sobre temas de relevancia para el país. Confiamos en que las columnas sirvan para dar a conocer mejor sus puntos de vista, enriquecer el debate y contribuir a que nuestros lectores puedan tomar la decisión más informada posible el próximo 5 de junio.

Recuperar la confianza ciudadana en la policía

Por Eduardo Pérez Rocha

Vocero técnico de seguridad ciudadana de Fuerza Popular

La Policía Nacional del Perú (PNP) es la institución que por su condición de fuerza pública está encargada de prevenir, investigar y combatir los delitos y faltas, así como velar por la seguridad del patrimonio público y privado y asegurar el libre ejercicio de los derechos fundamentales de las personas, quienes deben estar libres de riesgos o amenazas.

La situación actual nos indica que la percepción de inseguridad en nuestro país es la tercera más alta en América, luego de Venezuela y México. Esto se explica por el aumento de la delincuencia y porque el 55% de la población desconfía de la PNP. Además, ocho de cada diez personas no denuncian un hecho delictivo. ¿A qué se debe esto?

En primer lugar está la diversificación excesiva de la actividad policial. Esta no permite contar con efectivos suficientes para el patrullaje preventivo. También están las deficiencias de la instrucción en los procesos de formación y capacitación, ya que no se ha conseguido tener la cantidad suficiente de policías expertos en investigación criminal.

En segundo lugar, no se cumple con lo señalado en el reglamento de la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana. Esta estipula que la PNP y los gobiernos locales, en forma coordinada y bajo el liderazgo operativo de los comisarios, deben formular planes de patrullaje integrado, empleando los medios disponibles en conjunto y distribuyendo los servicios de patrullaje para que toda la jurisdicción quede protegida.

En tercer lugar, las comisarías no tienen personal y no se coordina con el alcalde (que es quien debería presidir el comité de seguridad ciudadana del gobierno local, según la Ley 27933).

Por ello, en los primeros cien días de gobierno se debería hacer lo siguiente:

Incrementar el patrullaje policial. Con el apoyo temporal de las Fuerzas Armadas, se le asignará al Ejército la protección de los locales de servicios públicos esenciales y el exterior de los penales. También se racionalizará al personal policial que desempeña labores administrativas. Así tendremos 10.000 policías sumándose a las labores de patrullaje y retomando la presencia policial uniformada en las calles.

Perfeccionamiento del personal de inteligencia e investigación criminal. Se modernizará el currículo en las escuelas y se fortalecerá la carrera especializada en investigación policial con estudios en el país y en el extranjero, formando cuadros y masa crítica eficiente en doce meses.

Patrullaje integrado de la PNP y el serenazgo. Se coordinará con las jurisdicciones contiguas geográficamente el desarrollo de dichos servicios, de tal forma que ninguna zona o área quede desprotegida. También se pondrá en conocimiento de la población el plan y la designación nominal del personal encargado del patrullaje en su zona (con el número telefónico de contacto). 

Asimismo, el patrullaje integrado será de conformidad a los parámetros internacionales de vigilancia preventiva. A pie se efectuará en una extensión de 25 manzanas a razón de 1,5 kilómetros por hora, mientras que en vehículos será a razón de 10,25 kilómetros por hora para recorrer 100 manzanas. Para los dos casos, el recorrido será de 45 minutos por hora y 15 minutos de estacionamiento táctico en los lugares donde se requiera. Los vecinos verán pasar los vehículos de patrullaje cada hora, con ello se disminuirá la sensación de inseguridad. 

Se asignará personal a las comisarías según sus categorías. Se contará con 120 efectivos como mínimo para la categoría A entre 60.000 y 80.000 habitantes. De 60 a 120 efectivos para la categoría B de 40.000 a 80.000 habitantes y entre 30 y 60 efectivos para la categoría C de 20.000 a 40.000 habitantes.

Con estas disposiciones a tomar en forma conjunta con los gobiernos locales liderados por sus alcaldes, la Policía Nacional con los comisarios como responsables operativos para prevenir delitos y faltas y los vecinos organizados en juntas vecinales, con el recto liderazgo y decisión política firme de Keiko Fujimori, lograremos recuperar un país seguro donde vivamos con paz y sin miedo. Restableceremos prontamente la confianza ciudadana con una intachable imagen y credibilidad institucional de nuestra Policía Nacional del Perú.

¡Una policía del siglo XXI, ya!

Por Gino Costa

Vocero en temas de seguridad de Peruanos por el Kambio

Nuestro compromiso es construir la policía del siglo XXI que el Perú necesita. Una policía a tiempo completo, profesional y digna, que inspire la confianza ciudadana y brinde un servicio público de calidad. Una policía cuyos efectivos tengan sueldos, pensiones y programas de salud y vivienda decentes, al igual que nuestras Fuerzas Armadas. Una policía que cuente con infraestructura, equipamiento y conectividad adecuados, y tecnología de punta. Una policía sin corruptos que ensucien el uniforme ni se coludan con el crimen. 

Para profesionalizar su función, garantizaremos la exclusividad del servicio público, sin retroceder al 24x24 que debilitó la institución. Nos comprometemos a aumentar las remuneraciones en S/250 pensionables el primer mes de gobierno y a lograr que en el 2017 todas las bonificaciones no pensionables otorgadas desde el 2012 queden definitivamente incluidas en el básico.  Aseguraremos la gestión moderna y transparente de los fondos de bienestar; la modernización del sistema educativo, poniendo énfasis en la mejora de la calidad de la formación, la especialización funcional y el reentrenamiento permanente; y la meritocracia en la carrera.

La modernización de la gestión institucional del Ministerio del Interior y de la policía será posible gracias al nombramiento de profesionales civiles para el manejo de los recursos, especialmente en las unidades administrativas y de bienestar. Reduciremos la brecha en infraestructura, equipamiento y conectividad, especialmente en las 1.470 comisarías existentes, las que quedarán integradas junto con el resto de unidades policiales. A estas comisarías sumaremos 400 más en los distritos que no cuentan con este servicio. 

Para erradicar la corrupción en la institución pasaremos a retiro, en un plazo máximo de dos años, a todos los policías sobre los que existan fundadas pruebas de su involucramiento en hechos de corrupción o delitos. También fortaleceremos la Inspectoría General del Ministerio del Interior y sus tribunales civiles. La inspectoría contará con un sistema de control de confianza e integridad que incluirá, entre otros, la aplicación de pruebas toxicológicas, el polígrafo y la evaluación socioeconómica, así como un sistema obligatorio de declaraciones juradas de bienes e ingresos anuales de todo el personal.

Todo lo anterior, acompañado por una reingeniería institucional, permitirá que la policía cumpla con efectividad sus tres funciones esenciales: la vigilancia y el patrullaje, para disuadir y prevenir los delitos; la inteligencia y la investigación criminal, para desarticular las organizaciones criminales; y el mantenimiento y restablecimiento del orden público.

El teniente general PNP (r) Luis Montoya, ex director general de la policía, se encuentra preparando el plan para sacar a la policía a las calles, las que vigilarán en un esfuerzo integrado con los serenazgos municipales y en estrecha coordinación con las juntas vecinales en las ciudades y las rondas campesinas en el campo. En la actualidad, solo uno de cuatro barrios es vigilado por la policía; nos proponemos asegurar la vigilancia de todos los barrios, contribuyendo, así, decisivamente a prevenir el delito, sobre todo el callejero.

El general PNP (r) Remigio Hernani, ex ministro del Interior, está preparando el plan para triplicar, en dos años, el número de agentes de inteligencia e investigadores policiales. El plan contempla la transferencia, de la DINI a la Dirincri, de los equipos de interceptación telefónica adquiridos en el 2012 por la primera; la constitución de un sistema de protección de víctimas, testigos y colaboradores eficaces; la implementación de laboratorios de criminalística de primer nivel y el fortalecimiento de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). Esto permitirá detener el avance del crimen violento y organizado y derrotar a las organizaciones de narcotraficantes, extorsionadores y sicarios.

El teniente general PNP (r) Gustavo Carrión, también ex director general de la policía y ex director de Instrucción y Doctrina, prepara el plan de modernización y racionalización del sistema educativo policial.

Detener el deterioro de la seguridad experimentado en los últimos años es posible, a condición de que apostemos ya por fortalecer y profesionalizar nuestra policía y no por debilitarla.