Enrique  Vaca Narvaja

Al concluir mis funciones como embajador de en el , deseo transmitir este mensaje de despedida y agradecimiento a los que colaboraron y apoyaron la gestión de la embajada. Luego de casi cuatro años de vivir en el Perú, descubrí un país extraordinario: por su belleza, su cultura, sus tradiciones, su diversidad, su gente emprendedora y generosa. Un país único por su complejidad, difícil de decodificar; un país con grandes desafíos y donde todo se vive intensamente. En fin, un país megadiverso que te invita a descubrirlo.

Durante mi estadía, he podido palpar la intensidad de la hermandad sanmartiniana que une a peruanos y argentinos. Una hermandad indisoluble, que se remonta al imperio incaico, a la centralidad del virreinato del Perú, a las corrientes emancipadoras del sur. Lazos que se solidificaron con la generosa y comprometida solidaridad del Gobierno y el pueblo peruano durante el conflicto de las Islas Malvinas.

Estos últimos años enfrentamos situaciones complejas, la pandemia, el ciclón Yaku, el fenómeno de El Niño, la sequía, cambios políticos, que marcan cualquier gestión. Sin embargo, esto no impidió que tuviéramos visitas de altas autoridades, la realización de encuentros bilaterales y multilaterales (Subcomisión de Asuntos Políticos, Comité Permanente de Coordinación y cooperación en temas de seguridad y defensa, OEA). La visita de la fragata Libertad y el motovelero oceanográfico Dr. Bernardo Houssay en el marco del bicentenario de la Marina de Guerra del Perú. Asimismo, intensificamos la cooperación materia de ciencia y tecnología, y entre las Fuerzas Armadas. Profundizamos la relación entre nuestros parlamentos y en temas de derechos humanos y género. Firmamos dos acuerdos, uno sobre reconocimiento de licencias de conducir y otro sobre cooperación antártica.

En el campo educativo, más de 12.000 peruanos eligen nuestro país para formarse en distintas especialidades y 27 estudiantes se inscribieron para rendir examen de ingreso al Instituto Balseiro, centro formador de ingenieros nucleares, físicos y en telecomunicaciones. Por último, logramos intensificar el comercio bilateral gracias a las múltiples actividades de promoción comercial realizadas; nuestras exportaciones crecieron un 60%, generando más trabajo y oportunidades de negocios.

Nada de esto hubiese sido posible sin el apoyo de todo el equipo que me acompaña: la comunidad argentina residente, las autoridades nacionales, locales y regionales, así como el cuerpo diplomático, los empresarios y las cámaras. En fin, a todas aquellas personas que han contribuido a fortalecer la relación bilateral quiero decirles: ¡gracias y hasta pronto! Fue un honor servir en este país.

Enrique Vaca Narvaja es Embajador de la República Argentina en el Perú

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