Fuerza Popular y el Apra han enviado sendos proyectos de ley al Congreso para reformar la Constitución y aumentar el número de escaños hasta en cinco parlamentarios más, que corresponderían a los peruanos que viven en el extranjero.
El presupuesto del Congreso para este año es de S/652 millones. Así, cada despacho congresal le cuesta al Estado aproximadamente S/5 millones anuales y S/25 millones en un quinquenio, con lo cual los nuevos parlamentarios constituirían una carga de hasta S/125 millones, lo que equivaldría a 147 mil sueldos mínimos vitales.
En el Perú existen 130 congresistas para 31,5 millones de personas. Por lo tanto, cada congresista debería representar a 242.000 habitantes, pero en Huánuco la representación parlamentaria es de 289.000 y en Puno de 286.000. Los nuevos congresistas foráneos representarían a 78.000 electores cada uno.
En las últimas elecciones asistieron a sufragar 56 peruanos en África, en Oceanía 1.816, en Asia 11.284, en España 54.212, en Chile 64.244 y en Estados Unidos 83.986. Todos por debajo del promedio de representación nacional, considerando además que existe un Parlamento Latinoamericano, Andino, Amazónico y próximamente Unasur.
Por lo demás, los intereses de un peruano en Tokio son diferentes a los de un peruano en Melbourne o Nueva York. Curiosamente, los peruanos que hacen lobbies efectivistas e invitaciones pomposas a algunos congresistas son los que viven en Estados Unidos, tienen pasaporte norteamericano y no piensan renunciar a él, pagan impuestos al IRS, han jurado fidelidad a la bandera estadounidense, tienen prósperos negocios en el exterior e inclusive uno de ellos fue elegido cuatro veces diputado estatal en Connecticut y candidateó al Congreso en Lima por Fuerza Popular, logrando 1.395 votos en el 2016. Además, muchos de ellos han sido aportantes a las campañas de Obama, Clinton, McCain, Romney, entre otros.
Las tres funciones de un congresista son representar, fiscalizar y legislar. ¿A quién van a representar? ¿Al peruano en África o Asia? ¿Los problemas de un peruano en Madre de Dios son los mismos que los de un peruano en Nueva Jersey? Y durante la semana de representación, ¿viajarán por todo el mundo? Los 48 pasajes anuales por vía aérea que para estos fines existen, ¿serán ahora internacionales?
¿A quién van a fiscalizar? ¿Al alcalde de Nueva York? ¿O al cónsul peruano más cercano? ¿Qué van a legislar? ¿Las leyes nacionales pueden estar vigentes fuera del Perú?
Durante las últimas elecciones hubo casi 60% de ausentismo entre los inscritos en los padrones electorales consulares. Muchos de los que promueven esta norma tienen multas impagas por no cumplir con su deber ciudadano de votar. Tampoco es cierto que existan 3,5 millones de peruanos en el extranjero, según se afirma en las iniciativas legislativas mencionadas. Esto corresponde a un cálculo poco riguroso que toma en cuenta la salida de peruanos en los últimos 20 años que no han regresado al Perú antes del año. Con este criterio, el presidente Pedro Pablo Kuczynski, la vicepresidenta Mercedes Aráoz y el ministro de Economía Alfredo Thorne seguirían viviendo en el extranjero.
Los peruanos no registrados en los consulados han desaparecido, se han casado o han adoptado otra nacionalidad. Claramente no están vinculados al Perú y esto queda confirmado por la Organización Internacional para las Migraciones que señala que solo el 8,6% de nuestros compatriotas pertenece a alguna organización de peruanos en el extranjero.
Si de crear curules se trata, pensemos en la escasa representación que tienen los peruanos pobres en el interior del país.