Cristina Puma

El pasado viernes 28 de julio a las 7:50 p.m. había una larga cola de personas esperando entrar a la sala Blanca Valera de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Lima. No hacía más de dos meses que, preparando las acciones de comunicación, conversé con la periodista Patricia del Río para hacerle algunas consultas sobre César Vallejo, el invitado estelar de esta edición ferial, y ella me sugirió: ¿por qué no hacen “Masa” en masa?

Y fue un éxito. Casi 500 personas al unísono decían con sentida entonación: “Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil, clamando «¡Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo”.

Era emocionante mirar a niños, niñas, adultos mayores, familias, entrar juntas y entusiasmadas para recitar al poeta universal.

César Vallejo es, para muchos de nosotros, un emblema nacional, pero del que la gran mayoría conoce muy poco. No tenemos ningún video, tampoco mayores fotografías y no hay registro de su voz. “Trilce” ha sido catalogado como “difícil” y la poesía, además de que se enseña muy poco en los colegios, tiene poca oferta editorial, porque no consumimos poesía que haga un mercado atractivo. Más allá del gran “Paco Yunque” y de “Los Heraldos Negros”, se sabe muy poco de nuestro querido vate. Sé que los eruditos criticarán lo que digo y algunos me juzgarán al leerme. Pero sí, sabemos muy poco y no está mal no saber. El desafío es qué hacer al respecto.

Según la Encuesta Nacional de Lectura (2022), el 82,7% de los peruanos de entre 18 y 64 años afirma que su principal lectura corresponde a contenidos digitales: WhatsApp, Facebook, Instagram, correos electrónicos, documentos laborales, etc. Y que la principal razón de lectura es para informarse de los sucesos cotidianos (58,3%), seguido del placer, gusto o entretenimiento (42,5%).

Por eso, decidimos hacer lo que al principio parecía una locura, pero que la tecnología (usada por muchos, según la encuesta) nos permitiría lograr. ¿Qué pasaría si Vallejo, gracias a la inteligencia artificial, volviese a la vida y pudiésemos interactuar con él a través de cualquier dispositivo móvil? Preguntarle de frente –sin roche– qué piensa, qué publicó, recomendaciones, reflexiones, su militancia política, irreverencias, ser políticamente incorrectos y reírnos con respuestas interesantes y, por momentos, insólitas.

Fue un reto desde definir si se iba a ilustrar o retocar alguna fotografía, seleccionar la voz (esta no podía ser limeña, pues Vallejo era santiaguino), hacer los gestos. Todo esto para el ‘deep fake’. Luego, armar la interfaz en Zapier para que funcionara desde cualquier dispositivo móvil y que pudiese ser conectada con ChatGPT. Una vez levantada esta barrera, debíamos afinar la directiva que disminuya los errores en las respuestas. Hacer pruebas y ver si sus respuestas correspondían. Y se logró.

Es divertido y a la vez muy instructivo cómo desde cualquier parte del mundo, desde cualquier dispositivo móvil, cualquier persona conectada a Internet puede interactuar con César Vallejo. La pregunta más rara e irreverente ha sido: y la masa, ¿es cruda o cocida? Puede parecer un absurdo, pero esa persona ya sabe que existe un poema “Masa” y que es de César Vallejo.

Debemos dejar de otorgarles moralidad e intelectualidad a la lectura y a los libros, de creer que solo quien lee es bueno, educado o inteligente, y entender que leer es como comer, porque leemos todo: cuando subimos al bus, cuando preparamos una receta, cuando vemos una película subtitulada, cuando leemos el periódico, etc. Porque la verdadera lectura se logrará cuando la “Masa” pueda acceder a ella y los “eruditos” dejen de sentirse así solo porque leen. Y tú, ¿ya chateaste con Vallejo? Hazlo en:

Cristina Puma es Directora de Innovación de Making Connexion

Contenido Sugerido

Contenido GEC