"Pienso en las palabras de Goethe cada año en esta época. El martes marca el solsticio de invierno en el hemisferio norte, el primer día astronómico del invierno y la noche más larga del año. Después del martes, habrá más luz en el cielo". (Foto: Difusión)
"Pienso en las palabras de Goethe cada año en esta época. El martes marca el solsticio de invierno en el hemisferio norte, el primer día astronómico del invierno y la noche más larga del año. Después del martes, habrá más luz en el cielo". (Foto: Difusión)
Margaret  Renkl

“¡Más !”, gritó el famoso poeta alemán en su lecho de muerte. Esta es una traducción bastante libre de sus palabras finales reales, pero no importa eso. Después del que acabamos de soportar, reconocemos la urgencia de Goethe. Sintiendo que la oscuridad se disuelve, rogamos por más luz.

El año oscuro comenzó con un violento asalto al Capitolio estadounidense por parte de ciudadanos inspirados por el entonces presidente en funciones Donald Trump. Su objetivo: mantener al Partido Republicano en el poder en contra de los deseos de la mayoría de los votantes estadounidenses. El propio Partido Republicano ha promovido este objetivo a través de su manipulación sin restricciones de los distritos electorales, su supresión acelerada de los derechos al voto y sus incesantes esfuerzos para condenar al ostracismo a los republicanos que se niegan a cooperar con el golpe en constante expansión.

El 2021 también comenzó en medio de una pandemia furiosa, una crisis de salud pública que podría haberse transformado en un triunfo nacional si solo las vacunas, heroicamente desarrolladas a una velocidad nunca antes vista en la historia, hubieran sido adoptadas por una nación ansiosa por proteger a sus ciudadanos más vulnerables. Pero lamentablemente demasiados estadounidenses se han negado a vacunarse, se han negado a usar mascarillas, a mantener su distancia de extraños, a demostrar cualquier capacidad de trabajo en equipo y, mucho menos, de altruismo.

Y luego está la crisis climática, con su hielo derretido, el aumento del nivel del mar, los incendios furiosos, el clima mortal. La crisis climática con sus especies moribundas y sus refugiados desesperados.

¿Cuánta más oscuridad podría traer un año?

Pienso en las palabras de Goethe cada año en esta época. El martes marca el solsticio de invierno en el hemisferio norte, el primer día astronómico del invierno y la noche más larga del año. Después del martes, habrá más luz en el cielo.

Cumplí 60 este año y, por primera vez en mi vida, he comenzado a buscar los dones de la oscuridad. Esperar impacientemente a que llegue otro momento es el juego de una persona joven. Las criaturas mortales no pueden permitirse vivir para el futuro. En lugar de buscar inquietamente la luz, a veces ayuda instalarse en la oscuridad. ¿Podría ser que esta oscuridad pueda apuntarnos, si estamos atentos y si somos pacientes, hacia un camino mejor?

Pienso en Jimmy Finch, el hombre de Tennessee que después de que los tornados golpearon a principios de este mes Mayfield, Kentucky, acudió al lugar de los hechos y, desde la parte trasera de su camioneta, alimentó a la gente con comidas calientes en platos de papel de forma gratuita.

Me consuelan los conservadores prominentes que repudian lo que está sucediendo en el Partido Republicano. Creo con todo mi corazón que otros están a punto de levantarse el próximo año, dispuestos a sacrificar sus propias carreras en aras de preservar la democracia estadounidense.

En la noche de la última luna nueva, mi esposo y yo tomamos prestada la cabaña de nuestros queridos amigos encaramada en el borde de Lost Cove, uno de los lugares más oscuros de Tennessee. Salimos de la ciudad más tarde de lo que esperábamos y estaba completamente oscuro. Después de descargar el auto y pasear al perro, abrí un libro en la acogedora cabaña. Mi esposo se dirigió al farol.

En cuestión de segundos, estaba de vuelta adentro, jubiloso, para informarme que el cielo estaba lleno de estrellas. “¡Ven a ver las Pléyades!”, me dijo. “¡No he visto las Pléyades en años!”.

Esa noche, la niebla llenó la cala. Por la mañana, una nube envolvería la cabaña y la lluvia caería sobre el techo de metal. Pero durante unas horas, el cielo nocturno estuvo lleno de luz. Tanta luz, incluso en la cala más oscura de un oscuro bosque de invierno. Y pronto habrá más luz.


–Glosado, editado y traducido–

© The New York Times