En el Perú habitan 52 pueblos indígenas u originarios que conservan sus lenguas, tradiciones y saberes. Sus aportes a la cultura e historia nacional son fundamentales e invaluables. Sin embargo, esta población muestra brechas importantes en materia de acceso a los servicios básicos y, por tanto, en el ejercicio de sus derechos fundamentales. Revertir esta situación es una tarea prioritaria del Gobierno y del Ministerio de Cultura en particular.
El reto es complejo, actualmente seis de cada diez indígenas amazónicos se encuentran en situación de pobreza y tres de diez, en extrema pobreza. En contraste, solo 1,1% de la población de habla castellana urbana se encuentra en esta misma situación. La desnutrición crónica infantil llega a 38% en la población indígena amazónica y alrededor de 25% en la población indígena andina. Un estudio reciente de la OPS y la OMS revela que, solo en la provincia de Bagua, el 54% de los niños y niñas indígenas menores de 5 años están desnutridos, frente al 12% de los niños no indígenas de la misma provincia.
Garantizar los derechos fundamentales y colectivos de estos pueblos requiere el fortalecimiento de las capacidades básicas del aparato público en zonas alejadas, focalizar el gasto social y distribuir de manera efectiva los beneficios derivados de la inversión.
La ampliación del gasto social y los servicios públicos debe ser realizada atendiendo las particularidades culturales de los pueblos indígenas para garantizar un desarrollo con identidad. Valorar el peso de la cultura es comprender la necesidad de implementar políticas de reconocimiento que fortalezcan las políticas de redistribución, lo cual significa incluir la variable cultural en el diseño, implementación y evaluación de los programas y servicios públicos. Un primer paso importante es desarrollar mecanismos bilingües para que los hablantes de las 47 lenguas indígenas puedan sentirse incluidos cuando acuden a los servicios de salud, documentación, justicia y otros.
Es importante reconocer los avances realizados por sectores que han incorporado criterios de pertinencia cultural en sus servicios, entre los que destacan educación y salud. Por ejemplo, la atención de parto vertical ha reducido la mortalidad materna al adaptar una práctica cultural a la prestación del servicio de atención materno-infantil. Naturalmente, la tarea compromete a todos los niveles de gobierno, por lo cual es prioridad del Ministerio de Cultura generar lineamientos y herramientas para facilitar la incorporación del enfoque intercultural y desarrollar programas especiales que superen las actuales barreras culturales, geográficas y lingüísticas.
El Ministerio de Cultura ha dado pasos importantes en esta materia generando información que tome en cuenta la variable étnica, implementado la Ley de Lenguas Indígenas, capacitando de manera constante a traductores e intérpretes indígenas para facilitar el acceso a los servicios públicos y brindando asistencia técnica a las entidades públicas para adaptar sus servicios a las necesidades de los pueblos originarios.
En ocasión del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que celebramos el 9 de agosto, estamos convencidos de que el mejor reconocimiento para ellos es apostar por acciones que generen cambios concretos en su calidad de vida hacia el ejercicio pleno de sus derechos. Somos una nación, privilegiada con su diversidad, que tiene el reto de alcanzar una inclusión con identidad.