Rober  Villalva

El gobierno del presidente Pedro Castillo acusa de su desgracia política a quienes representan a la ultraderecha y, desde luego, también cuestiona la labor de los medios de comunicación porque, según dice, impiden y agobian su trabajo. Una característica de vivir en democracia es que la prensa en general tiene la responsabilidad de visibilizar hechos que algunos políticos desearían ocultar.

¡La opinión de la gente se volvió inestable y peligrosa! Hace 20 años, cuando gobernaba el expresidente Alejandro Toledo, los medios de comunicación cumplían el mismo rol social de informar. Toledo llegó a tener un 90% de desaprobación; es decir, nueve de cada diez peruanos lo rechazaban. Sin embargo, concluyó su mandato. ¿Qué cambió en la opinión pública después de dos décadas? ¿Por qué el presidente Pedro Castillo pierde de manera estrepitosa su base electoral que lo apoyó?

Pedro Castillo ganó la presidencia contra Keiko Fujimori por poco más de 44 mil votos. Para ello, obtuvo un contundente respaldo en regiones del centro y sur del Perú, donde obtuvo, en Junín, el 56% de los apoyos, en Pasco, el 65%, y en Huánuco, el 67%. Mientras que en Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Cusco y Puno logró más del 80% de apoyo.

¿Se habrá terminado el romance electoral? Las motivaciones para atraer votantes son la simpatía, los miedos, resentimientos y necesidades tangibles de los electores. Es muy probable que el alto nivel de desaprobación presidencial (76% a nivel nacional) se deba a que esos mismos sentimientos que ayudaron en campaña se volvieron a activar, pero esta vez en contra del Gobierno.

Además, en Huancayo se fundó Perú Libre. Vladimir Cerrón fue elegido dos veces gobernador regional (2010 y 2018) de Junín. En la cuna del partido del lápiz estallaron los escándalos de corrupción de Los Dinámicos del Centro y Los Tiranos del Centro. Es más, hace unas semanas, en la tierra de los Wankas, se produjo el epicentro del primer rechazo contundente contra el Gobierno por el incremento del precio de combustibles y fertilizantes. Las protestas continuarán en otras regiones porque hay un terreno fértil debido al incremento del costo de vida y al hartazgo ciudadano.

Los medios de comunicación amplifican la conversación de la gente. El otro aspecto es la revolución tecnológica que provoca las redes sociales en la posibilidad de que cualquier información llega a los ciudadanos en cuestión de segundos a través de sus teléfonos móviles expresado en memes o TikToks, que tienen vida propia y licúan la realidad.

Los peruanos ya no esperan los titulares de radio, televisión o portadas de diarios del día siguiente para informarse y emitir su opinión. El Gobierno dejó de lado la construcción de consensos para gobernar y prefirió dividir a los peruanos entre ricos y pobres. En consecuencia, la opinión ciudadana se volvió inestable y peligrosa para provocar cualquier estallido social en cualquier momento.

Rober Villalva es analista político