Sandra Contreras

Desde pequeños, niños y reciben juguetes diferenciados: muñecas y artículos para jugar a la casita, para ellas, así como carritos, robots, pistolas de juguete y similares, para ellos. Es así que desde temprana edad son catalogados: las niñas como delicadas y amorosas, siempre esperando ser rescatadas y los niños como fuertes, valientes y salvadores.

Desde hace tiempo, a las niñas se nos decía que éramos buenas para los temas sociales, pero no para las ciencias; y que los varones tenían mayores capacidades matemáticas. Sin embargo, esto no es así, ya que está demostrado que todos tenemos las mismas capacidades, derechos y habilidades para desenvolvernos. Hoy en día sabemos que las niñas pueden llegar a ser muy buenas , por eso debemos romper los estereotipos de género en la sociedad ya que influyen en la educación de las niñas.

Según la Unesco, a nivel mundial solo 17 mujeres han ganado el Premio Nobel de Física, Química o Medicina desde que Marie Curie lo obtuvo en 1903; en comparación con los 572 varones que han obtenido dicho reconocimiento. Por su parte, ONU mujeres reveló en 2017 que en América Latina y el Caribe, del total de investigadores en ingeniería y tecnología, solo el 36% en Uruguay son mujeres; el 26%, en Colombia; un 24%, en Costa Rica; el 17%, en El Salvador y el 21,5% en Honduras, mientras que en Bolivia y Perú las estadísticas apuntaron a un 19%, aproximadamente.

Si hablamos de Perú, el Registro Nacional Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica (Renacyt) arroja que solo el 32% de personas dedicadas a la ciencia son mujeres. Por ello, ONU Mujeres y Unesco instauraron el 11 de febrero el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, para reconocer el rol crítico que juegan las mujeres y las niñas en la ciencia y la tecnología y promover su acercamiento a estas disciplinas.

Es necesario que el Estado continúe trabajando en reducir las brechas de género y promueva iniciativas para que cada vez más niñas y adolescentes se familiaricen con las ciencias y se inserten en el ámbito científico. Se debe incentivar también la educación STEM, enfoque educativo orientado a mejorar los aprendizajes poniendo mayor énfasis en la ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, ya que un mayor desarrollo en estas áreas puede impulsar el crecimiento del país en cuanto a innovación y desarrollo.

Pero más allá de promover el acercamiento de las niñas a las ciencias y las matemáticas, se debe analizar por qué las mujeres cuando ya están en la universidad, terminan abandonando sus estudios en carreras de ciencias o cambiando de rumbo durante su vida profesional.

Por todo ello, desde World Vision buscamos que más niñas y adolescentes se interesen por las ciencias y que más mujeres se gradúen en carreras relacionadas a este campo. Hacemos énfasis en la importancia de que el Estado promueva una educación en igualdad de oportunidades para niñas y niños, que se capacite a los docentes para que hagan uso de recursos pedagógicos innovadores y brinden una enseñanza didáctica y divertida en relación a las ciencias, así también para que dejen de lado los prejuicios y estereotipos durante el aprendizaje.

A las madres, los padres y cuidadores les pedimos que respeten su derecho a la educación, que las animen a hacer realidad sus sueños dejando de lado posiciones o posturas que aún puedan subsistir. Debemos darles las oportunidades a los niños y niñas para que estudien lo que deseen, y si deciden seguir una carrera científica o STEM motivarlas y ayudarlas a hacerlo hasta culminarla.

En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, hacemos un llamado a todos y todas, autoridades, educadores y a la comunidad educativa para que sigan fomentando el interés de las niñas por las ciencias, a fin de que en un futuro no muy lejano podamos tener en nuestro país más niñas convertidas en mujeres investigadoras que nos representen en la comunidad científica dejando en alto el nombre de nuestro país.

Sandra Contreras es directora ejecutiva de World Vision Perú

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