Ser residente en el Perú tiene un sabor diferente, quizá único, frente a cualquier otro lugar en el mundo en el que un argentino pudiera vivir y desarrollarse. Es que el Perú forma parte constitutiva de las fibras más sensibles de la identidad argentina porque nuestros países fueron forjados por la gesta independentista que encabezó José de San Martín. Es decir, compartimos una historia construida por patriotas que buscaron fundar repúblicas libres, soberanas e igualitarias y en las que nuestros ciudadanos pudieran determinar su propio destino.
Esa identidad común, que nos une indefectiblemente desde la construcción de nuestros estados, se expresó con mucha fuerza en la solidaridad manifestada por el Gobierno del Perú en 1833, cuando el Reino Unido ocupó ilegalmente las Islas Malvinas expulsando a las legítimas autoridades argentinas allí asentadas y a la población existente.
En la ONU, el Perú votó a favor de todas las Resoluciones de la Asamblea General relativas a la Cuestión de las Islas Malvinas desde 1965. De hecho, durante la gestión de Pérez de Cuéllar como Secretario General de la ONU, éste procuró que se cumpliera con el mandato establecido en la Res AG 37/9. Además, el Perú siempre acompaña el reclamo argentino en la OEA y otros foros multilaterales y regionales.
El apoyo colectivo no debería ser algo extraño ni resulta ajeno a lo que nos define. La cuestión vinculada a la soberanía argentina de las islas conforma una parte del anhelo latinoamericano de convertirnos en países soberanos. Acaso nadie logró sintetizar este sentimiento colectivo como la entrañable Sonia Bahamonde, quien firmó una pared de su restaurante ubicado en Chorrillos con el lema: “Las Malvinas Argentinas son de América Latina”.
Cada año, el 10 de junio representa, en nuestro calendario oficial, la fecha de “Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los Espacios Marítimos e Insulares Correspondientes”. Este nos encuentra hoy todavía con una anacrónica situación colonial en suelo americano, que ocupa las Islas Malvinas explotando unilateral e ilegalmente sus recursos naturales y que mantiene una presencia militar en una zona de paz y cooperación.
La ocupación del Reino Unido representa un claro impedimento de cumplir ese sueño que nos une de poder integrar nuestro territorio y de forjar un destino propio sin interferencias extranjeras. En esta cuestión se juega también parte de nuestro futuro y posibilidades como región. Con ese sentimiento, este 10 de junio, una vez más, argentinos y peruanos nos expresaremos pacíficamente en el Parque Islas Malvinas de Surco para recordar que las Malvinas Argentinas son una causa de América Latina.
¡Muchas gracias, Sonia, por reivindicar las Malvinas como causa latinoamericana