Lima es la tercera mejor ciudad en la región para los jóvenes
Lima es la tercera mejor ciudad en la región para los jóvenes
Marco Kamiya

En Cantón, China, la gente progresa por inercia. Llegar al trabajo requiere de unos 30 minutos en promedio en los que el ejercicio –ir con la bicicleta a la estación– se complementa con el tiempo personal productivo en el metro –escuchando podcasts o leyendo las noticias en el celular–. La ciudad se conecta con las principales urbes del delta del río de las Perlas con trenes de alta velocidad que alcanzan los 300 kilómetros por hora, en un integrado sistema de transporte multimodal.

Esta región de 18 millones de habitantes contiene 2.200 kilómetros de vías de trenes, una capacidad de carga portuaria de 1.400 millones de toneladas, 72 millones de contenedores, y sus aeropuertos transportan a 150 millones de pasajeros cada año. Es aquí donde está la región ideal de quienes proponen ciudades competitivas y defienden la inserción en cadenas globales de valor.

A esta región llegamos a inicios de noviembre para presentar el informe de competitividad urbana global 2017-2018 que lista 200 ciudades de todo el mundo, preparado por ONU-Habitat y la Academia de Ciencias Sociales de China (CASS, por sus siglas en ingles). Este año, el informe contiene además un análisis de los mercados de bienes raíces, la configuración de espacio y su relación con la competitividad de las ciudades. Lima fue una de las 20 ciudades seleccionadas para ser analizada a profundidad en todo el mundo.

En la muestra de ciudades, la capital peruana figura en el puesto 183 en el ránking de competitividad urbana que mide el informe considerando diversos componentes como infraestructura, logística, recepción de inversión extranjera, políticas sociales y cultura. Esto no es una sorpresa, pues Lima es una ciudad alejada de Asia, donde están los principales centros de producción de cadenas de valor y manufactura global, y de los centros de manufactura global. Tampoco es noticia que las ciudades que lideran el ránking son aquellas con ingresos altos, como Nueva York, Los Ángeles, Singapur, Hong Kong y Londres. Lo que sí es de resaltar es el progresivo avance de las ciudades chinas (en particular las del sur del país) y las ciudades del este de Asia. Indonesia, Tailandia, Corea del Sur y Malasia van hacia arriba cada vez más firme y rápido.

Pero vamos al caso de Lima. El análisis preparado para la conferencia resalta la enorme importancia de la capital del Perú. Lima es responsable del 50% del PBI del país. El Perú, dando al Pacífico, sin embargo, está muy lejos de las cadenas de valor globales, y la falta de infraestructura de transporte terrestre intercontinental obliga a los barcos de carga y a los aviones a realizar conexiones que dificultan y encarecen la integración de personas y de producción en el ámbito internacional.

A nivel más micro, Lima más que metropolitana es una combinación de polos aislados debido a que no está bien conectada. La ciudad requiere con urgencia sistemas multimodales de transporte que acerquen los polos norte y sur con los distritos más productivos: Ventanilla, Ate y el Callao (donde están las fábricas) con Miraflores y San Isidro (donde se concentran los servicios financieros). El mercado inmobiliario es un reflejo de esta desconexión. La oferta inmobiliaria solo supera a la demanda en las zonas de alto ingreso, mientras que los distritos del norte y sur sufren de hacinamiento y precariedad.

Esta fragmentación urbana explica la baja productividad de la ciudad y del país. ¿Qué hacer? Lo primero es poner acento en la planificación urbana, que debe tener un fuerte anclaje en la economía y en las actividades productivas. Segundo, integrar los sistemas de transporte multimodal con intervenciones a nivel de distrito con proyectos metropolitanos. Y tercero, diseñar las infraestructuras con una visión de conexión global. Es decir, mejorando las conexiones físicas en la ciudad para que los caminos y carreteras permitan mejor movilidad de personas y de bienes y servicios, produciendo así bienes a mayor velocidad y menor costo, y al mismo tiempo haciendo que esos productos puedan salir con mayor facilidad para la exportación. La eficiencia de los puertos marítimos y de los aeropuertos es esencial.

El informe de competitividad urbana global nos muestra cómo otras ciudades están avanzando, esa es justamente la principal contribución del trabajo. Las ciudades del delta del río de las Perlas no eran más grandes que Lima hace cuatro décadas, ni en extensión, ni en ingresos. Para crecer es necesario convertir a Lima en una verdadera metrópoli del siglo XXI.