Héctor López Martínez

Hoy zarpa del Callao el buque de la Armada Peruana (BAP) , nuestro buque-escuela, dando inicio a un periplo de gran significación. La a vela, construida en el SIMA (Servicios Industriales de la ), dará la vuelta al mundo en diez meses, visitará 16 países y alrededor de 20 puertos. Será el segundo buque peruano que circunnavegará el globo. Lo comanda el capitán de navío José Arce Corzo, distinguido oficial, quien ha mencionado que la tripulación suma 255 marinos que en este viaje “desarrollarán su espíritu de compañerismo y trabajo en grupo, además de forjar su espíritu, temple y carácter”. Por otra parte, el BAP Unión es una embajada flotante que difundirá la historia, la cultura y las tradiciones de nuestro país, además de sus reputados productos gastronómicos, textiles y orfebres que tanto renombre han alcanzado a lo largo del tiempo. El buque retornará a aguas peruanas en abril del 2024.

El primer buque peruano que dio la vuelta al mundo fue la fragata de guerra . Tuvo un viaje tan azaroso que conmueve recordarlo. El general Ramón Castilla, con visión de estadista, dispuso la construcción de una fragata en los astilleros ingleses de Money Wigram e hijos, en Blackwall, Londres. El contrato se firmó en noviembre de 1850. El buque debía desplazar 1.500 toneladas y su artillería estaría compuesta de 33 piezas de diverso calibre. La máquina a vapor, de 300 caballos de potencia, fue construida en otra prestigiosa empresa inglesa.

Las obras se realizaron dentro del cronograma previsto, pero se produjo la guerra civil entre el entonces presidente de la República, José Rufino Echenique, y el general Ramón Castilla. El jefe del Estado dispuso que el buque, recién terminado, viajara inmediatamente al . Faltaban pruebas de control de calidad en la mar y diversas fallas, en las jarcias y en la máquina, que se hubieran podido detectar y reparar de inmediato, se dejaron sentir en el largo viaje hacia el Callao. El Amazonas fue incorporado a la escuadra el 8 de enero de 1853. Durante los años siguientes las fallas mencionadas y otras se agravaron, ya que el buque embarcaba agua y era necesario carenarlo.

Finalmente, se decidió que viajara a Hong Kong. El Comercio, en su edición del domingo 26 de octubre de 1856, dio la noticia del zarpe efectuado el día anterior. Comandaba el buque el capitán de navío José Boterín. La dotación estaba compuesta por 21 oficiales, 17 guardiamarinas, 170 tripulantes y una guarnición de 61 soldados. Atravesaron el Pacífico en 45 días. En China tenía lugar la segunda guerra del opio que enfrentaba a Gran Bretaña con el imperio asiático. La violencia era generalizada y por eso el 14 de enero de 1857 se decidió viajar a Calcuta. Cerca de Formosa (Taiwán) sortearon un temporal. Llegaron a Calcuta el 6 de febrero y allí la situación se complicó aún más. El cólera endémico causó la muerte del médico Juan Esquivel, del guardiamarina Heriberto Torre Ugarte y de 36 hombres más. Un número indeterminado de tripulantes quedó en los hospitales de ese puerto. Los trabajos de carena, felizmente, pudieron realizarse. Allí recibieron la orden de proseguir a Londres, donde la casa constructora debía hacer un recorrido de la fragata. Zarparon el 28 de abril de 1857, doblaron el Cabo de Buena Esperanza, echaron el ancla en la isla de Santa Elena, que fue prisión de Napoleón Bonaparte, donde dejaron buen número de enfermos y siguieron en pos de Londres, arribando el 31 de agosto de 1857.

Mientras tanto, en el Perú, Ramón Castilla había depuesto a Echenique y era nuevamente presidente de la República. Ahora afrontaba el levantamiento del general Manuel Ignacio de Vivanco, respaldado por buques de la escuadra. En Londres recibieron órdenes de cambiar a muchos oficiales por desconfiar de su posición política. El propio Boterín fue sustituido por Francisco Zanz. El 16 de enero de 1858 dejaron Londres y aportaron en Río de Janeiro el 7 de marzo. El balance en vidas perdidas era durísimo: 67 muertos y más de 50 enfermos quedaban en diversos hospitales. Luego de cruzar el Estrecho de Magallanes, llegaron a Talcahuano el 1 de mayo, tocaron en Arica y arribaron al Callao el 28 de mayo de 1858. Habían navegado 41.277 millas marinas a lo largo de 308 días. Nuestros marinos dieron repetidas muestras de capacidad, valor y abnegación. Tenían el orgullo de haber llevado nuestra bandera, por primera vez en la historia, por todos los mares de la Tierra.


*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.




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