Los mashco piro son un pueblo indígena en aislamiento, cuyo territorio se encuentra en las regiones de Madre de Dios y Ucayali. En años recientes, un grupo de 30 mashco piro que habita en el Parque Nacional del Manu viene siendo avistado de manera constante en las riberas del río Alto Madre de Dios.
Testimonios recogidos por el Ministerio de Cultura en la zona indican que diversas personas han establecido contactos eventuales con familias mashco piro desde hace cerca de diez años, brindándoles herramientas y otros objetos. Esto habría familiarizado a los mascho piro con instrumentos que no pueden conseguir sin entrar en contacto con personas externas, por lo que lejos de disminuir su presencia en las playas del Alto Madre de Dios, se ha incrementado.
Solo en el 2014, el Ministerio de Cultura ha registrado más de 70 episodios de avistamientos, cuya intensidad se ha ido acentuando. En el transcurso del 2015, los mashco piro han incursionado en varias oportunidades en la comunidad nativa Shipetiari en busca de instrumentos y productos de chacra. Durante un ingreso en mayo, lanzaron una flecha que alcanzó al joven comunero Leonardo Pérez, quien falleció a causa de la herida.
La muerte de Leonardo Pérez ha incrementado la tensión entre los mashco piro y la comunidad nativa. Esto resulta particularmente preocupante, dado que en las últimas semanas han prologando su estadía en la ribera del río y están siendo avistados de manera frecuente.
Es importante destacar que acciones de monitoreo realizadas por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), la Federación Nativa del Río Madre de Dios y el propio Ministerio de Cultura no han registrado la presencia de actividades ilícitas en el parque, por lo que no estaríamos frente a un desplazamiento forzado de sus territorios, sino ante un comportamiento incentivado por la obtención de instrumentos de quienes transitan por el río.
La política del Estado Peruano para la protección de los pueblos en aislamiento es evitar que se establezcan contactos forzados con cualquier agente externo en respeto a su derecho a mantenerse en aislamiento (principio de no contacto). No obstante, en esta situación en particular, no existen indicios razonables para interpretar que la voluntad de este grupo es permanecer sin relación con el resto de la sociedad.
En esta situación, la acción del Estado no puede limitarse a una lectura irrestricta del principio de no contacto. La situación de vulnerabilidad en la cual se encuentra este grupo requiere la actuación inmediata de las autoridades competentes para salvaguardar su salud y prevenir consecuencias negativas del contacto no controlado, como eventuales enfrentamientos con las comunidades aledañas. En ese sentido, es prioritario iniciar una comunicación entre los agentes de protección de la etnia yine del Ministerio de Cultura y los mashco piro, cuyas lenguas son similares.
Esta comunicación constituiría la primera experiencia de relacionamiento entre el Estado y un grupo con estas características, evitando la intervención informal de otros actores. Por ello se requiere una acción integrada de las entidades públicas involucradas, las organizaciones indígenas y la sociedad civil, a fin de salvaguardar la vida e integridad de los mashco piro. Es un enorme reto de diálogo intercultural que no puede ser postergado.