Después de intentar durante más de un año persuadir a más surcoreanas para que tengan bebes, Chung Hyun-back, a quien el anterior gobierno encargó la tarea de revertir la caída de la tasa de natalidad en el país asiático, dice que hay una razón que destaca de su fracaso: “nuestra cultura patriarcal”. Millones de mujeres han estado rechazando colectivamente la maternidad en una llamada ‘huelga de natalidad’.
Durante tres años, Corea del Sur ha registrado la tasa de fecundidad más baja del mundo, con mujeres que tienen menos de un hijo en promedio. Hoy, aproximadamente la mitad de las ciudades surcoreanas corren el riesgo de perder residentes hasta desaparecer. Las mujeres están hartas de las expectativas imposibles que esta sociedad impone sobre las madres.
El presidente Yoon Suk-yeol ha sugerido que el feminismo es el culpable de impedir las “relaciones saludables” entre hombres y mujeres. Pero la igualdad de género es más bien la solución a la caída de las tasas de natalidad. Muchas de las mujeres surcoreanas evitan las citas, el matrimonio y la maternidad porque están hartas del sexismo.
Hacer la vida más justa y segura para las mujeres surcoreanas ayudaría a reducir este problema. Sin embargo, el Gobierno Surcoreano defiende políticas regresivas que solo lo agravan. Muchas mujeres todavía dicen que no debido a las sofocantes normas de género del país asiático. Las mujeres casadas suelen cargar con la mayor parte de las tareas domésticas y el cuidado de los niños, lo que empuja a las nuevas madres a renunciar a sus ambiciones profesionales.
La violencia de género está “sorprendentemente generalizada” en Corea del Sur, según Human Rights Watch. Pero las surcoreanas se han organizado con movimientos feministas que han ganado, entre otros, la despenalización del aborto.
El Gobierno Surcoreano está eliminando el término “igualdad de género” de los libros escolares y ha cancelado la financiación de programas para combatir el sexismo. También está trabajando para desmantelar el Ministerio de Igualdad de Género. Hasta ahora, ninguna de las medidas ha cambiado las tendencias en el matrimonio y en la maternidad.
Motivar a las surcoreanas a reconsiderar el matrimonio y la maternidad implica imbuir cada aspecto de sus vidas con igualdad de género. Un enfoque feminista haría cumplir las leyes contra la discriminación, condenaría la violencia de género y admitiría que hay un problema sistémico. La ONU proyecta que los 51 millones de habitantes de Corea del Sur se reducirán a la mitad antes de finales de siglo. La supervivencia de la nación está en juego.
–Glosado, editado y traducido–
© The New York Times